Entrevista a Rocío Lorente, maestra de educación infantil y escritora torrevejense.
Mamá quiero ser policía. Así se llama el primer libro de la torrevejense Rocío Lorente, una joven de 26 años que es maestra de educación infantil y está estudiando para las oposiciones de magisterio en la Comunidad Valenciana. Se trata de un cuento ilustrado infantil que tiene el respeto como bandera y una serie de valores, como la empatía, la igualdad y la sensibilidad. Aficionada a dibujar y bailar, Roció estuvo vinculada hace unos años al Carnaval de Torrevieja con la comparsa ‘Aquí hay tomate’ y a la Semana Santa con la cofradía ‘Oración en el huerto de los olivos’. El libro se puede adquirir en el salón de belleza Mari Rosi (calle Ramón Gallud 123) y en plataformas digitales.
Vista Alegre: ¿De qué va Mamá quiero ser policía?
Rocío Lorente: Es un cuento dirigido a niños de 3 a 6 años, con dibujos grandes muy coloridos y un poco de texto. Cuando empecé a escribirlo pensé en una historia que realmente pudiera tener algún fin con sentido para los niños, que transmitiera una serie de valores importantes a día de hoy. Así que me inspiré en mi abuela y conté la historia de una abuela y su nieta, que quiere ser policía. Durante la trama pasan una serie de cosas que están a la orden del día.
V.A.- El respeto es la base del cuento ¿Qué más valores lleva implícitos?
R.L.- El cuento quiere transmitir una serie de valores, como la igualdad de género, el respeto a la diversidad, la solidaridad, la empatía… Enrola un poco ese círculo. Hoy en día los padres dejan a los niños en infantil como si no fuera tan importante, pero es la etapa más importante que deberían tener en cuenta porque es la base de la educación. Entonces, yo creo que este tipo de cuentos si se saben apreciar y contar bien pueden servir de mucho a los niños de cara al futuro.
V.A.- ¿Crees que podría ser un apoyo educativo en los colegios?
R.L.- Han sacado una serie de leyes nuevas, digamos que han modificado las antiguas respecto a la materia de educación, y ahora prima más la creatividad del niño y el inculcarles una serie de valores como estos, no solo aprender matemáticas y lengua. Pienso que este tipo de cuentos pueden servir mucho para trabajar esas cosas.
V.A.- ¿Qué te impulsó a escribirlo?
R.L.- Mis hobbies siempre han sido bailar y pintar. Y al estar estudiando la oposición tenía mi tablet y me descargué por casualidad una aplicación para dibujar. Un día en el sofá le dije a mi madre que por qué en vez de estar haciendo dibujos que no iban a ningún sitio, hacía algo que tuviera sentido. Entonces pensé en mezclar el dibujo y el ámbito educativo para hacer algo que tuviera utilidad. La idea surgió de ahí; creé la historia, la pensé, la escribí y a partir de ahí empecé a crear los dibujos. Con la pandemia de la Covid tuve tiempo para terminarlo y mandarlo a las editoriales. Y salió bastante bien.
V.A.- ¿Cuánto tiempo te ha llevado?
R.L.- He estado alrededor de un año desde que empecé a escribirlo hasta que terminé los dibujos. En concreto, durante el confinamiento y también parte del verano de 2020. A finales de julio de 2021 mandé los cuentos a cuatro editoriales y todas, sorprendentemente, me dijeron que sí. Entonces empecé a ver que el cuento tenía potencial y entre las cuatro editoriales decidí que fuera la más relacionada con el ámbito infantil, Babidibu, de Sevilla.
V.A.- Ver tus dibujos en un cuento hecho realidad…
R.L.- Fue impresionante cuando llegaron los ejemplares a mi casa. Realmente te lo imaginas, pero no te lo esperas. No sabes cómo puede ser eso, ver tus dibujos en un libro, porque yo los había visto en digital y por separado, no en forma de libro. Al verlo hecho realidad fue muy gratificante porque empleas mucho esfuerzo en todos los detalles, en que todo salga bien, y verlo recompensado es muy gratificante.
V.A.- ¿Cómo has compaginado tus oposiciones con la creación literaria?
R.L.- Lo he compaginado bien porque he estado aprovechando mis ratos libres. Para mí es un hobbie dibujar, así que lo hacía después de comer o por la noche; era un rato de diversión. No lo hacía todos los días porque no lo tomaba como una rutina sino como un hobbie, entonces al final se convertía en algo positivo.
V.A.- ¿Habrá un segundo cuento?
R.L.- Tengo en mente algunas ideas, pero como ahora mismo mi objetivo es sacarme la oposición, que ya es este año, cuando termine a ver si empiezo a escribir y a dibujar. Realmente sí que me gustaría porque ha tenido muy buena acogida y es muy gratificante a la hora de cuando empiece a trabajar en un colegio tener mi propio libro y poder contarlo como realmente me gustaría que lo contaran los padres u otros profesores a sus hijos. En verano empezaré tanto a barajar otras opciones de cuentos como a hacer algo más con este cuento, como un cuentacuentos o algo relacionado, para darle más visibilidad.
V.A.- ¿Qué es ‘El rincón de Rolo’?
R.L.- Mis amigas del grupo de baile me llamaban Rolo. Decidí crear como un rincón que sea mi espacio de cuentos infantiles porque tenía pensado hacer otros cuentos. Y puse ese nombre como pseudónimo para que mi próximo cuento se meta dentro de esa colección.