Entrevista a David Sánchez, bajo torrevejense participante en la ópera El abrecartas “Actuar en el Teatro Real es una satisfacción enorme y a la vez una gran responsabilidad”

El bajo torrevejense David Sánchez, de 37 años, ha participado en el estreno mundial de la ópera El abrecartas en el Teatro Real de Madrid, la obra póstuma de Luis de Pablos, en la que interpreta a Eugenio D’Ors. Esta es la sexta producción del Teatro Real en la que participa David Sánchez, que lleva unos 15 años cantando desde su debut en la ópera La Bohème que se estrenó en 2006 en el Teatro Municipal de Torrevieja. El torrevejense ha cantado con orquestas y bandas de renombre, como la Banda Sinfónica de la Guardia Real de Madrid. Amplia es también su formación, ya que posee el Título Superior de Música en la especialidad Canto y un Máster en Enseñanzas Artísticas sobre Interpretación Operística. En 2015 fue seleccionado para el «Centro de perfeccionamiento Plácido Domingo» en el Palau de les Arts de Valencia. Entre sus próximos compromisos destacan Don Gil de Alcalá (Teatro de la Zarzuela) en mayo y Salome (Orquesta Nacional de España) en junio.

Vista Alegre: ¿Cómo está siendo tu participación en la ópera El abrecartas?

David Sánchez: Está siendo positiva. Afortunadamente, y según público y crítica, me ubico en una de las escenas que mejor funciona de toda la ópera. Es una escénica cómico-grotesca se podría decir. El período de ensayos ha sido duro e intenso porque es una ópera musicalmente muy difícil, con el inconveniente de que al ser un estreno mundial tampoco tienes un referente audiovisual para poder hacerte una idea de cómo suena, sobre todo tímbricamente en la orquesta, orquesta por cierto monumental con más 100 músicos en el foso. Además, al ser una puesta en escena mental, no realista, ha tenido su añadido de complejidad.

Lo que al principio a mis compañeros y a mí nos parecía un reto muy difícil de ejecutar, al final creo que hemos conseguido un resultado muy bueno y con ello, al menos yo, me llevo un gran aprendizaje, ya que apenas he cantado ópera contemporánea. Además, tampoco pudimos tener los consejos del compositor, Luis de Pablo, ya que desgraciadamente falleció el pasado octubre.

Y si todo esto fuera poco, el tema de extremar las precauciones y los controles respecto al tema Covid hace que se añada un plus más de tensión, aunque he decir que el Teatro Real es un ejemplo mundial por lo bien que ha llevado y sigue gestionando este asunto.

V.A.- Cuéntanos más sobre tu personaje.

D.S.- Pues interpreto al personaje Eugenio D’Ors, que fue un grandísimo intelectual (filósofo, escritor, crítico de arte…), pero como decía antes no desde una visión realista, sino que se satiriza. Digamos que mi escena no es lírica ni romántica, sino más bien erótica. La escena en la que intervengo se divide en dos partes: la primera, mi consagración como falangista junto a mis tres hijos y en la segunda parte, una fiesta desenfrenada en mi estudio rodeado de jóvenes y bellas mujeres (mis eugénicas). Se quiere mostrar la mirada contradictoria del personaje, que en realidad también parece ser que lo era. Este personaje suena a verdad y a mentira. Es muy divertida.

V.A.- ¿Cómo es actuar sobre el escenario del Teatro Real? ¿Lo habías hecho antes?

D.S.- Para mí, actuar en este maravilloso teatro es una satisfacción enorme y a la vez una gran responsabilidad. Sí, esta es la sexta producción en la que participo y la temporada que viene estaré en dos más.

V.A.- Hace poco interpretaste a Sarastro en Die Zauberflöte en la Ópera de Oviedo, ¿qué tal tu experiencia?

D.S.- Pues fenomenal. Siento que después de haber realizado esta producción he subido un peldaño más en mi carrera. Le tengo mucho cariño al Teatro Campoamor porque fue de los primeros teatros donde empecé a trabajar en el circuito profesional y era la quinta vez que cantaba allí, pero en esta ocasión interpretando un papel principal, Sarastro, papel que me encanta, que he interpretado en otras ocasiones y que me ha dado muy buenos momentos.

V.A.- En 2015 fuiste seleccionado para el “Centro de perfeccionamiento Plácido Domingo”…

D.S.- Fue una gran noticia ser seleccionado de entre tantos candidatos y ser el único español en esa promoción. Además, tengo mucho cariño al Palau de les Arts porque, además de ser nuestro gran teatro valenciano, asistía a sus representaciones cuando estudiaba justo enfrente y porque he trabajado tanto en el coro como después de solista y en el que actualmente siguen trabajando muy buenos amigos.

V.A.- Y en 2017 fuiste seleccionado para el “Renata Scotto Opera’s Program», ¿qué nos puedes contar?

D.S.- Pues de nuevo fue una sorpresa muy grata porque no esperaba ser seleccionado.

El Teatro de la Zarzuela inició el «Proyecto ZigZag» con el propósito de consolidar la formación de jóvenes cantantes cuya carrera ya está en marcha e inició una colaboración con Opera Naples (Estados Unidos).

Además, a mí no me gustan mucho las masterclass. Cuando quiero trabajar con algún cantante y/o profesor me gusta hacerlo de manera privada, pero un colega me convenció para presentarme. En aquellos meses no tenía ninguna producción que cantar y me inscribí un poco sin esperar nada. Además, me dijeron que era nada más ni menos la propia Renata Scotto, una de las mayores sopranos de la segunda mitad del siglo XX, la que personalmente seleccionaba a los cantantes.

Así que para allá me fui, y resultó ser un viaje precioso, a nivel musical y personal. Renata y yo conectamos muy bien, me seleccionó para cantar en el concierto final y lo pasamos muy bien. Además, Florida en general me encantó, sobre todo Miami. He decir también que de los cinco cantantes españoles que fuimos, cuatro éramos valencianos, así que nunca está de más reivindicar justamente no sólo el talento español, sino el regional.

V.A.- ¿De dónde viene tu afición al canto?

D.S.- Pues no lo sé porque en mi familia no hay ningún músico. Eso sí, desde muy pequeño he tenido muy buen oído e intuición e imitaba sonidos y voces y más adelante pues cantaba imitando cantantes «pop» y veía que además tenía una tesitura amplia y belleza en la voz o en la comunicación, no sé. Como que había algo. Después, con 10 años ingresé en el Conservatorio y con 12 en la Coral Francisco Vallejos, primero como guitarrista y luego como cantante. La voz empezaba a destacar y a desarrollarse y creo que a partir de ahí, todo fue transcurriendo de una manera natural. Después ya sabes: conservatorios, audiciones y a cantar a los teatros. Y detrás de todo eso, alegrías pero también grandes sacrificios.

V.A.- Has cantado con bandas y orquestas de renombre como la Banda Sinfónica de la Guardia Real de Madrid o la Orquesta Barroca Valenciana, ¿cómo te fue?

D.S.- Sí, e incluso con orquestas más destacadas como la Orquesta Sinfónica de Galicia o la Orquesta de Valencia, además de las diferentes orquestas titulares de los teatros donde he cantado. Mi experiencia ha sido muy grata, y sobre todo porque cuando cantas con orquestas de ese nivel te hacen o te exigen dar lo mejor de ti y aprender siempre de ellas. En junio, además, tengo la fortuna de debutar con otra gran orquesta como es la Orquesta Nacional de España, participando en la ópera Salome de R. Strauss.

V.A.- Has interpretado a numerosos personajes en teatros de toda España, ¿cuáles son tus favoritos?

D.S.- Mi voz se acomoda muy bien con el compositor G. Verdi. Asimismo, los personajes favoritos que he interpretado han sido Sarastro (La Flauta Mágica), Sparafucile (Rigoletto) o Timur (Turandot), y otros que aún no he debutado y que me encantaría, como Don Quichotte, Fiesco (Simone Boccanegra) o Padre Guardiano (La Forza del Destino).