Perros para proteger a las mujeres víctimas de violencia, clases de defensa personal, teatro para visibilizar los miedos y los deseos de las mujeres de hoy. Ésta es la programación que la Concejalía de Bienestar Social e Igualdad ha preparado para conmemorar el Día de la Mujer, que coincide este año con un movimiento global reivindicativo que reclama igualdad en todos los ámbitos y que se ha visto reflejado en una concentración a las puertas del Ayuntamiento. Y en esta línea también se han entregado los premios que esta Concejalía otorga, estrenando una modalidad que reconoce, precisamente, la labor destacada de una mujer en trabajos ocupados habitualmente por hombres. Ha sido Estela Prieto, la subjefa de Protección Civil, quien ha recibido el premio ‘Mujer en Igualdad’, mientras que el galardón que premia la trayectoria personal, ‘Mujer 2018’ ha sido para Angelita Parodi. Ambas son nuestras protagonistas de esta semana.
Estela Prieto, premio “Mujer en Igualdad 2018”
“Los comienzos fueron duros en Protección Civil”
Desde hace algo más de dos años, Estela Prieto, galardonada con el premio ‘Mujer en Igualdad 2018’ es, además de Subjefa de la Agrupación Local de Protección Civil, todo un referente entre el amplio grupo de personas que la forman. Su dedicación, su interés por formarse y su disposición en cualquier momento con gran profesionalidad, son algunas de las razones por las que ha destacado en un puesto que generalmente ha sido ocupado por hombres. Más recientemente ha sido elegida por unanimidad presidenta de la Asociación de Agrupaciones de Protección Civil de la Vega Baja, donde todos sus responsables son hombres a excepción de un caso y la propia Estela.
Para ella, este reconocimiento le ha supuesto todo un honor y le vino cuando se lo comunicó el alcalde, “en una mañana en la que hubo varias noticias no muy agradables en la oficina de Protección Civil y no pude reprimir la emoción. Fue una sorpresa y muy agradable. En ese momento me acordé de mi hija, con ella he tenido discusiones y mi mayor satisfacción es que ahora forme parte de Protección Civil”.
Estela tiene asignada la competencia de un puesto que hasta ahora siempre había sido desempeñado por un hombre. De entrada para ella “no ha sido una tarea fácil”, a pesar de que por su trabajo “siempre me he relacionado jerárquicamente con varones”. Nos relata que en Protección Civil “los comienzos fueron duros una vez que estuve en la junta directiva, que no es lo mismo que ser sólo una voluntaria donde también se sufre la desigualdad”. Recuerda que en esa etapa alguien le dijo: “tú lo que tienes que hacer es irte a tu casa a fregar platos. Fue algo que me dolió mucho, pero, como soy un poco cabezota, no me fui a mi casa”. Estela reconoce que le costó mucho moverse en el mundo de la Policía Local, Guardia Civil, Bomberos “donde los principales cargos los ocupan hombres y ante los que tienes que demostrar el doble de tu valía, pero gracias a la constancia me he ganado el respeto de todos los cuerpos y hoy en día todos los mandos me lo hacen fácil”.
Con gran satisfacción, dice que el 80 por ciento de la agrupación de Protección Civil de Torrevieja está formada por mujeres “y se han ganado el respeto mutuo con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad”. Pero no puede olvidar que durante los últimos dos años “ha habido muchos momentos en los que te planteas por qué estás haciendo esto, salgo de trabajar y me vuelvo a ir a trabajar a Protección Civil, pero sin cobrar”. Prieto nos remarca que para ocupar los puestos que ha alcanzado ha tenido que formarse, estudiar, conseguir el título nacional de Protección Civil, las homologaciones que obliga la Generalitat y otros muchos cursos que son obligatorios para poder llevar la gestión. También piensa que Torrevieja está en inferioridad con respecto a otras ciudades como Orihuela, Pilar de la Horadada y otras “que tienen funcionarios dedicados a Protección Civil y que cobran su sueldo. Tenemos que avanzar en ese sentido”.
Está orgullosa de que en Torrevieja la presencia de la mujer en la agrupación sea mayoritaria. “Hace unos días recogíamos la medalla de oro en Callosa de Segura y el concejal que habló instaba a que hubieran más voluntarias en su agrupación. Hoy en día puedo presumir de mis compañeras de Torrevieja, sin desmerecer a los compañeros”.
En cuanto al retrato que hace de la sociedad local, Estela Prieto piensa que en Torrevieja se ha avanzado en la igualdad, “donde es una de las prioridades y ahora trabajan igual hombres que mujeres. Antes no, sobre todo en Protección Civil”. En el ámbito general, “a la mujer todavía le queda mucho por recorrer”.
Angelita Parodi, premio “Mujer a la trayectoria personal 2018”
“Al principio creía que era una broma, pero me enorgullezco”
Nerviosa y emocionada. Así recibió Angelita Parodi la noticia de haber sido elegida premio ‘Mujer a la trayectoria personal 2018’ cuando el alcalde, José Manuel Dolón, la llamó hace unos días para comunicárselo. “Al principio creía que era una broma, pero luego el alcalde me convenció de que era cierto”. Reconoce que esta distinción y los ajetreos de los días antes de recibir la distinción “me hacen olvidarme de mis maluras y de todos los problemas que tengo”. A sus 79 años pasa la vida en su salón con la tele puesta, rodeada de hilvanes, pantalones, chaquetas y máquinas de coser. Sus trabajos de costurera le suponen una ayuda fundamental para sacar su casa adelante y sobre todo a sus nietas, Inma y Cintia, a las que dedica este reconocimiento. Ellas son el motor de su vida junto a sus dos hijos, quienes trabajan ocasionalmente. Un tercer hijo falleció hace unos pocos años, llenándola de una pena y un dolor que todavía hoy no ha superado.
A Angelita le gusta recordar su infancia, “el tiempo en el que fui más feliz”, cuando correteaba por uno de los establecimientos míticos de la Torrevieja de ayer, el Café España, del que su padre, Antonio Parodi, era su propietario. También su padre, junto a su hermano, formaron parte de la nómina de importantes armadores locales con los veleros ‘Parodi Hermanos’ y ‘Trinidad Parodi’. Las fotografías tanto del Café como de los barcos que forman parte de sus recuerdos cuelgan ahora de las paredes de su casa. Dice que los mejores momentos de su juventud eran “cuando me bañaba en el puerto con mis amigas y llegaba hasta el Acequión agarrándome de barco en barco”. Pero años más tarde su vida se convertiría en una verdadera lucha. “Mis males empiezan cuando me casé, tuve a mis tres hijos y luego me separé porque la vida se hacía inaguantable”. Años más tarde, su esposo falleció pero como apenas había cotizado a la Seguridad Social, no tuvo derecho a una paga de viudedad. Angelita Parodi inició su dedicación en cuerpo y alma a sacar a los suyos adelante, primero cuidando a su madre, que estuvo postrada durante muchos años aquejada de una artritis deformante, luego también cuidó a sus tías, trabajó como limpiadora en la Panadería Rivera y también durante diez años en la Mutua General de Seguros. Y todo eso compaginándolo con las tareas de su casa y su familia. “He pasado mucho pero no me quejo y ahora tengo la suerte de poder criar a mis nietas, aunque sea porque su madre las abandonó cuando eran muy pequeñas”, asegura Angelita sin perder el buen humor. Para ella, este premio ha supuesto mucho, “me da vergüenza porque soy tan poca cosa, yo creo que no me lo merezco, pero la verdad es que me enorgullezco de recibirlo y, sobre todo, doy las gracias porque se hayan acordado de mí cuando hace tanto tiempo que no salgo a la calle”.
Angelita Parodi es consciente de todo lo que encierran las conmemoraciones de la mujer, pero “dentro de todo lo que sufro, ahora veo a la mujer muy bien, es trabajadora y hace todo lo que quiere, y así tiene que ser porque las mujeres siempre se han tenido que esforzar más que los hombres para ser algo en la vida. Estoy contenta de que las mujeres consigan todo lo que se proponen, porque yo además de haber tenido mala suerte, he sido poco feliz”.