¿Alguna vez tu pareja te ha mirado el móvil? ¿Alguna vez te ha dicho que no quiere que salgas con tus amigos o amigas? ¿Alguna vez te ha insinuado que no te pongas una camiseta?
Si te ha pasado algo de esto, no busques razones porque no las hay. La violencia machista no es solamente la que se manifiesta con golpes o agresiones físicas. El control, la humillación o la anulación, también es violencia.
Así lo plasma la exposición ‘No me toques el Whatsapp’ que hasta el próximo 22 de marzo alberga el Centro de Información y Animación Juvenil (CIAJ). Un alegato fotográfico y visual contra la violencia machista en la población juvenil que llega a Torrevieja después de haber viajado por varias poblaciones de la Comunitat Valenciana. Una muestra artística que, además, debería ser un manual didáctico para institutos y familias.
Las fotografías -en la que los principales destinatarios, los jóvenes, se han convertido en artistas para esta ocasión- han sido seleccionadas en el concurso que, bajo el mismo nombre que la exposición, realizó el Instituto Valenciano de la Juventud. En ella se hace visible la violencia machista, la ‘evidente’, pero también la sutil, esa que tan naturalizada y normalizada está.