Histórica y muy emotiva resultó la visita efectuada por la patrona de Torrevieja, La Purísima, el pasado sábado al Cementerio Municipal de Torrevieja. Por primera vez la venerada imagen visitaba el camposanto y además lo hacía coincidiendo con la celebración del Día de los Fieles Difuntos que tenía lugar el 2 de noviembre.
Poco después de las ocho y media de la mañana se abrieron las puertas del templo arciprestal de la Inmaculada, para dejar paso a la salida extraordinaria de La Purísima Concepción en dirección al Cementerio Municipal de Torrevieja. La marcha real interpretada por la banda de la Sociedad Musical Ciudad de Torrevieja, daba la bienvenida a la virgen en la calle. Unos metros más adelante La Purísima se giraba hacia la puerta principal del Ayuntamiento, realizando de esta forma un saludo simbólico a toda la ciudad. Allí, la virgen fue homenajeada con una lluvia de oropeles y posteriormente se incorporó gran parte de la corporación municipal encabezada por el alcalde, Eduardo Dolón, siendo recibido por el presidente de la Asociación Hijos de la Inmaculada, Antonio Aniorte.
Inmediatamente La Purisima inició su caminar por la calle Ramón Gallud, Avenida Gregorio Marañón y Avenida Desiderio Rodríguez hacia el cementerio. Fue llevada a hombros en la parihuela que cada año utiliza Ntra. Sra. de la Esperanza y de la Paz para su rosario de la aurora, sobre las almohadillas cedidas por la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Cautivo Nazareno. Fue portada durante todo el trayecto de ida y vuelta por miembros de la Junta Mayor de Cofradías, Hermandad del Santísimo, Hermandad Virgen del Rocío, la delegación en Torrevieja de la Hospitalidad Diocesana de Lourdes y la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de La Mata, además de por sus costaleras y costaleros habituales, así como por muchas personas más que quisieron sumarse en esta ocasión excepcional.
Instantes destacados fueron, a la ida, cuando la virgen fue alzada cara al mar entre las playas del Acequión y los Náufragos. Camino de nuevo de su templo llegó hasta las puertas de la Parroquia de San Roque y Santa Ana, lugar al que la virgen acudió hace casi tres años y medio en su última salida extraordinaria. Allí salieron a las puertas en forma de saludo, tanto la imagen de San Roque como la de Santa Ana y los estandartes de las cofradías que allí tienen su sede, como la del Stmo. Cristo de la Flagelación y Ntra. Sra. de la Estrella, Reina de los Ángeles.
La virgen se detuvo también en las inmediaciones de la sede de la Hermandad de la Virgen del Rocío, que sacó en un pequeño paso a la imagen de la Blanca Paloma, así como en la sede de la Asociación Cultural Andaluza. Por último destacar la emotiva parada ante la fachada de la Asociación Apanee, engalanada para la ocasión con un altar dedicado a La Purísima, contando con la presencia de la mayoría de sus alumnos que aplaudieron y lanzaron flores a la virgen.
La Purísima fue recibiendo vítores y aplausos a lo largo de su recorrido, hasta llegar a las puertas del Cementerio, donde se impuso el silencio que ya le acompañó durante todo su recorrido por el camposanto. Una quietud solo rota por los sollozos y la emoción de recuerdo de los asistentes hacia los seres queridos. Emoción que no pudo ser contenida en muchos casos, al ver pasar la maternal figura de La Purísima por delante de las casillas de sus devotos ya fallecidos.
No faltó la lluvia, como en las jornadas importantes de La Purísima
Centenares de sepulturas se iluminaron con la luz de los velones que para la ocasión se hicieron con la imagen de La Purisima, al tiempo que las calles del cementerio acogían el solemnísimo paso de la virgen en una procesión memorable, en la que como en las ocasiones importantes de nuestra patrona, hizo su aparición la lluvia. Y como señaló el párroco de la Inmaculada durante la misa que se celebró en la calle principal del cementerio, “ha sido una lluvia, las lágrimas de la virgen, que nos ha hecho mirar al cielo”. La misa fue presidida por el párroco, Manuel Martínez y concelebrada por el sacerdote de Torrevieja, Mariano Martínez y el diácono, Kamil Krzysztof. Durante el trayecto también estuvo el párroco de San Roque, Pedro Payá. La ceremonia fue amenizada por el Coro Maestro Ricardo Lafuente dirigido por Aurelio Martínez, que contó con la colaboración de la soprano, Belén Puente.
La despedida de La Purísima tampoco careció de emoción. El recuerdo de este día quedará imperecedero en el azulejo conmemorativo que reproduce la imagen de la virgen y que fue descubierto entre aplausos y vivas de los torrevejense por el alcalde, el presidente de Hijos de la Inmaculada, el párroco de la Inmaculada y la Reina de la Sal, Cira Gualdo y sus damas, Carmen Maciá y Alba García, quienes después llegaron incluso a portar sobre sus hombros a La Purísima.
A las dos de la tarde en punto sonaba de nuevo la marcha real en la puerta del templo arciprestal, ésta vez por la banda de la Unión Musical Torrevejense, anunciando la entrada de La Purísima a su templo, llegando así al final de una jornada historia cargada de emotividad y recuerdos.
Celebración de Todos los Santos en Torrelamata y Torrevieja
En la jornada del día 1, infinidad de personas acudieron hasta los cementerios de Torrevieja y Torrelamata, siguiendo la tradición de este día de visitar las tumbas de los seres queridos. En La Mata fueron muchas las personas que iniciaron el Santo Rosario en la Parroquia en la tarde del día 1 y lo continuaron hasta llegar al camposanto. Allí Estanislao Trives Sánchez, Párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, ofició la Santa Misa por todos los difuntos, finalizando la misma con un responso, bajo la presidencia de una imagen de Nuestra Señora la Virgen del Rosario, patrona de Torrelamata.
Por otro lado la afluencia también fue máxima en Torrevieja, donde el párroco de San Roque y Santa Ana, Pedro Payá Giménez ofició una misa en el Cemeterio que contó con una numerosa asistencia de personas entre las que se encontraba el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón y la edil responsable de Cementerios, Sandra Sánchez.