En un partido que tuvo un desarrollo similar al del desplazamiento anterior a Cox, y que acabó con el mismo resultado —aunque en éste hubo menos opciones—, el Torrevieja no fue capaz de contrarrestar el único tanto local, y por ende regresó también de vacío. La sensación de estas dos derrotas es que el contrario nos hace daño con muy poco y que después consigue mantenernos a raya durante el resto del tiempo.
Además del gol de Javi Romero, apenas anotamos más acciones reseñables. Los salineros, obligados por el marcador, tratarían de llevar la iniciativa en la segunda mitad, pero la Ilicitana Raval se mostró muy eficaz en su cometido de frenar el juego. La única ocasión clara (además, doble) para los visitantes acaeció a falta de un cuarto de hora para el final, con un golpe franco de Brian, remate forzado de Ivo al primer palo, y tras el rebote un potente disparo de Agustín rechazado por Sergio. En cualquier caso, escaso bagaje ofensivo para haber puntuado.