La feria de atracciones de Torrevieja, ubicada en el recinto portuario, abrió de nuevo sus puertas al público el pasado sábado, 27 de junio, con todas las medidas de seguridad e higiene necesarias, siendo este importante sector el último en poder reabrir tras el estado de alarma. También reanudó su actividad la feria de La Mata, ubicada en la plaza de Encarnación Puchol.
El concejal de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Torrevieja, Federico Alarcón, explicó que el consistorio ha facilitado a la Asociación Torrevejense de Industriales de Feria (ATIF) varios dispensadores de pie de gel hidroalcohólico de más de un metro de altura, que se encuentran instalados en todas las entradas a la feria de atracciones. Otro de ellos se ubica en la feria de La Mata.
Además, el recinto ferial dispone de cartelería con todas las medidas de seguridad e higiene para acceder al recinto, entre las que se encuentra la obligación de usar mascarilla. Igualmente, se ha señalizado con pintura la distancia de separación en las atracciones de feria y también sus calles para mantener la distancia interpersonal. Por su parte, la entidad de feriantes ha editado 200 carteles informativos para repartir por la ciudad.
La alegría volverá a reinar en la feria
Son muchos los preparativos que se han venido realizando desde la Asociación Torrevejense de Industriales de Feria (ATIF) con la ayuda del Ayuntamiento de Torrevieja para la reapertura de la feria de atracciones del recinto portuario de Torrevieja. Este espacio de ocio, al igual que el resto, se cerró el pasado 14 de marzo tras decretarse el estado de alarma por la pandemia del coronavirus (COVID-19). Hasta mediados de junio, los feriantes no han sabido nada sobre cuándo podían volver a su actividad. La Generalitat sacaba un decreto que permitía la apertura de esta actividad y las medidas pertinentes de seguridad e higiene.
Fue entonces cuando la asociación y el consistorio se pusieron a trabajar en la realización de un protocolo sanitario, según explicó el vicepresidente de ATIF, José Antonio Mateo. El protocolo contempla el uso obligatorio de la mascarilla -a partir de 6 años- y el lavado de manos con gel hidroalcohólico, tanto en el acceso al recinto como para hacer uso de cada una de las atracciones o juegos de azar, según detalló.
En cuanto a las atracciones, hay que guardar una distancia de 1,5 metros entre ocupantes, el aforo se limita al 50% y se desinfectan los vagones en cada viaje. En los juegos de azar también se desinfectan los utensilios de uso común por participante y partida. Las taquillas, asimismo, disponen de gel desinfectante de manos y de mascarillas. La hostelería del recinto se rige por la misma normativa que cualquier bar o restaurante. Además, todos los trabajadores llevan mascarilla e incluso guantes si es necesario.
Valoración
José Antonio Mateo, vicepresidente de ATIF, valora positivamente el primer fin de semana de apertura. “Hemos tenido un poco de ajetreo y el público reaccionó bien”, aseguró. “Si lo comparamos con cualquier otro verano es mucho más flojo, pero estamos contentos para ser el primer día y para la situación como está, no nos vamos a quejar”, añadió. Mateo subrayó la importancia de que la gente siga las recomendaciones para hacer de la feria un sitio seguro.
José Francisco Martí: “Traemos alegría a la gente”
“El primer día fue una incertidumbre porque no sabíamos cómo iba a responder la gente, pero dentro de lo que cabe y de esta situación anormal estamos contentos por la respuesta de la gente”. Así se expresó José Martí, que a sus casi 31 años regenta el Tren Chicharra –antiguo Tren de la Bruja- y la noria infantil. En cuanto a sus expectativas para este verano, José señala que “no podemos compararlo con otros años, tenemos que hacernos a la idea de que es una situación nueva”. José estima que será “un 50% menos, siendo optimistas”. “Sabemos que va a ser un verano difícil para el posterior invierno”, pero, añadió, “aun así estaremos contentos siempre que podamos abrir y trabajar, que al final es por lo que hemos luchado”. “Hagamos más o menos, pero por lo menos estamos trabajando y traemos alegría a la gente y al centro de Torrevieja”, finalizó. José es la cuarta generación de una familia de feriantes. “Yo he nacido en la feria, soy un feriante de cuna”, manifestó. Su hermano regenta el carrusel de La Ola, que heredó de su padre y éste de su abuelo.
Félix Pérez: “Va a ser un verano atípico”
“La afluencia que hay es más de lo que esperaba porque estaba con pensamientos un poco negativos, aunque no hay muchos turistas de fuera, vienen sobre todo gente de la Vega Baja y del pueblo. A partir del 1 de julio sabremos si esto va para adelante o no”. Así valoró Félix Pérez la apertura de la feria. Félix regenta las atracciones Tifón, Scalextric y colchonetas Pequelandia, y las pistas americanas. Félix opina que “va a ser un verano atípico”. “Las previsiones que tengo, si llego a hacer una tercera parte de lo que hago un verano normal, ya me doy con un canto en los dientes”, añadió. Félix asegura que se ve todo tipo de gente, desde los más imprudentes que no llevan mascarilla a los más cautos. Este valenciano, de 40 años, lleva desde los 14 años viviendo todo el año en Torrevieja. Siendo tan solo un bebé venía con sus padres en Semana Santa y en verano hasta se afincaron en Torrevieja. Félix estudió aquí, donde también tiene todas sus amistades. “Me considero un torrevejense más porque me he criado aquí”, declaró.
Pedro José García: “Es una maravilla poder abrir”
“Está siendo flojo porque de momento solo estamos la gente de la zona, pero hay que ver de dónde venimos; venimos de estar parados, por muy flojo que sea es una maravilla poder abrir y trabajar en el negocio”. Estas fueron las palabras de Pedro José García Tormo. Pedro José, de 46 años, regenta la pesca de patos que antes tenía su madre Conchi, el tiro de las anillas, máquinas recreativas y de puñetazos. En cuanto a cómo será el verano, Pedro José aseguró que “tenemos más miedo a los rebrotes que a que venga más o menos gente o se gane más o menos dinero”. “Tenemos claro que vamos a trabajar menos que el año pasado, pero si seguimos trabajando todos los días yo creo que lo damos por bueno”, añadió. Pedro José confesó que es cauteloso a la hora de comprar material a sus proveedores ante la incertidumbre de que la actividad “cierre de un día para otro”. Para mayor seguridad, utiliza una lámpara de luces ultravioleta para desinfectar los patos y prohíbe tocar los juguetes. Aunque, al final, “también dependemos mucho de la colaboración de la gente”.