Un guardia civil fuera de servicio, del Puesto Principal de la Guardia Civil de Torrevieja, evitó un robo con fuerza en un establecimiento de Torrevieja. El agente se despertó en la madrugada del 8 al 9 de julio con unos intensos golpes procedentes de la vía pública. Al asomarse, observó a un hombre reptando bajo la persiana de un establecimiento, portando una caja negra en sus brazos, y no dudó en salir de su domicilio rápidamente.
El hombre, al ver al agente salir del portal, aún sin saber que se trataba de un guardia civil, salió huyendo del lugar, siendo finalmente interceptado. En el violento forcejeo, el detenido le produjo al agente la fractura del radio.
El detenido, un español de 31 años, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de los de Torrevieja, quedando en libertad a la espera de juicio.
Ahogamientos
Por otro lado, el pasado 10 de julio un guardia civil, también fuera de servicio, observó a un hombre pidiendo auxilio en la playa de La Mata mientras trataba de rescatar a una mujer a la que el fuerte oleaje estaba arrastrando mar adentro. Sin dudarlo, se echó al mar para socorrer a la pareja.
Primero rescató a la mujer, que fue trasladada hasta tierra firme con la ayuda de otras dos personas. Acto seguido, regresó al mar para auxiliar al marido, a quien realizó la maniobra de reanimación cardiopulmonar, ayudado por un hostelero, que usó dos cucharas para abrirle la boca y evitar que se mordiera. Durante 45 minutos se estuvieron alternando en las maniobras de reanimación hasta la llegada de los servicios sanitarios. Lamentablemente, el hombre -de nacionalidad boliviana, 60 años de edad y residente en Alemania-, falleció. Su esposa, alemana de 58 años, fue trasladada hasta el Hospital donde permaneció ingresada hasta recuperarse.
Días después, la Guardia Civil, con la ayuda de la Policía Local, rescató a un hombre, de 27 años, y una mujer, de 37, que estaban en apuros en la playa de La Mata, ya que no conseguían salir del agua por la fuerte corriente y oleaje. Ambos se mantenían sujetos a dos boyas a una distancia de la orilla de 50 y 75 metros, respectivamente. Los bañistas se encuentran en buen estado de salud, pero uno de los guardias civiles pasó la noche en la UCI por la extenuación sufrida y permanece ingresado hasta el momento, consciente, aunque aturdido y deshidratado.