Torrevieja Salud y la Asociación de Espina Bífida e Hidrocefalia se unen para concienciar en la prevención de espina bífida

Según varios estudios, si las mujeres en edad fértil consumieran 0.4 miligramos de ácido fólico al menos 3 meses antes de quedar embarazadas y durante el primer trimestre, podrían reducir hasta en un 70% la probabilidad de que su hijo naciera con espina bífida.
Por ello, los profesionales de Ribera Salud del Departamento de Salud de Torrevieja se han comprometido a poner sus recursos a disposición de la Asociación de Espina Bífida e hidrocefalia de Alicante para prevenir esta enfermedad congénita. Eva Baró, gerente del departamento, y Antonio Ortega, representante de la Asociación, así lo han trasladado en rueda de prensa.
La apuesta de Ribera Salud en Acción Social es un hecho. Así lo demuestran los más de 300.000 euros invertidos hasta 2019 en responsabilidad con el entorno local de la Vega Baja y colaboración con entidades y colectivos de carácter social y deportivo. En este sentido, Javier Pérez Cabrera, profesional del Hospital de Torrevieja afectado por la enfermedad, ha querido remarcar que “formo parta de la familia de Ribera Salud desde el primer día de puesta en marcha del hospital. Siempre me he sentido uno más, integrado y arropado por mis compañeros. Mi enfermedad no ha supuesto ningún problema en el desarrollo de mi trabajo”.
Ribera Salud trabaja para formar parte del tejido social de la comarca de la Vega Baja con el fin de contribuir como agentes de la salud en pro de la mejorar de sus ciudadanos. Y continuará trabajando en esta línea como se recoge en el Plan de Inversiones 2021-2026.
El Departamento de Salud sigue trabajando codo con codo con la asociación para mantener, mejorar y consolidar los servicios y las actividades que se desarrollan en beneficio de la salud y calidad de la vida de las personas con discapacidad y sus familias y por la prevención de la espina bífida.
“Desde Ribera Salud y su departamento de salud en Torrevieja, queremos manifestar todo nuestro apoyo y colaboración en los proyectos que durante los próximos meses, y años, planteemos para prevenir esta patología. Además, ponemos a disposición de los pacientes nuestros recursos para ayudar a la asociación en la tan importante labor que está realizando en prevención, atención temprana o rehabilitación entre otros aspecto”, han explicado en rueda de prensa.
La campaña de prevención que se va a poner en marcha recoge, entre otras acciones, la difusión de información sobre espina bífida en todos los centros de salud del departamento. “El objetivo es tener una cobertura de más de 450 personas en el departamento de salud del Vinalopó de manera que la población general tenga acceso a información veraz de gran importancia en materia de prevención”, explica Antonio Ortega, representante de AEBHA.
“La espina bífida es la malformación congénita compatible con la vida más grave y que más secuelas provoca. En un 70% de los casos de Espina Bífida va asociada a Hidrocefalia, que consiste en una acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cráneo. Sin embargo, con un tratamiento precoz esta patología no afecta al desarrollo intelectual”.
El ácido fólico es una vitamina B común que se disuelve en agua y es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano. El cuerpo necesita más vitaminas en los periodos en que el crecimiento es más rápido, como por ejemplo durante el embarazo, o cuando el feto se está desarrollando. El ácido fólico se encuentra naturalmente en los vegetales de hoja verde y se recomienda complementar la dieta con una pastilla de ácido fólico de 0.4 miligramos al día al menos 3 meses antes del embarazo.
Cabe recordar que el Departamento de Salud de Torrevieja, gestionado por Ribera Salud, cuenta con un Plan de Atención a pacientes con diversidad funcional severa o grave con el fin de garantizar la accesibilidad universal en la atención sanitaria sí como mejorar la experiencia de estos pacientes y su calidad de vida.
Los principales objetivos de la atención prestada a los pacientes beneficiarios de este Plan son minimizar, en la medida de las posibilidades, el tiempo de espera entre la llegada del paciente al centro sanitario y el momento de la visita, acceder al interior de las consultas médicas acompañados por el cuidador principal, siempre y cuando la situación clínica del paciente lo permita, y adaptar las agendas y citas de los profesionales para asegurar el tiempo mínimo necesario para la asistencia de los pacientes con diversidad funcional severa o grave (20-30 minutos por paciente), así como establecer un programa de formación dirigido a los profesionales que garantice la implementación del plan de atención a estos pacientes.