En la primera velada se proyectó el documental ‘La habanera en la voz del mundo’, producido por el Patronato Municipal de Habaneras.
Con muy buena acogida de público, siempre respetando el aforo limitado y las medidas de prevención por la pandemia de la covid-19, se celebró esta semana la quinta edición de ‘Eras de Cine’, que contó con la proyección de cuatro grandes musicales de la historia del séptimo arte.
Pequeños y mayores disfrutaron del visionado de las películas al aire libre, en las butacas colocadas en las Eras de la Sal, mientras saboreaban un buen bocadillo o cena de sobaquillo junto con la bebida traída desde sus propias casas, ya que este año no se habilitó la habitual barra solidaria por motivos sanitarios.
“Grease” (1978), dirigida por Randal Kleisser; “Moulin Rouge” (2001), de Baz Luhrmann; “Rocketman” (2019), de Dexter Fletcher; y “La La Land – La Ciudad de las Estrellas” (2016), con Damien Chazelle como director, son las cuatro películas que se proyectaron del 25 al 28 de agosto, llenando de música y emoción cada uno de los rincones de este emblemático recinto ubicado junto al mar.
Voluntarios de Protección Civil de Torrevieja se ocuparon de vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias -como el uso obligatorio de mascarilla y del gel hidroalcohólico colocado en el acceso- en cada una de las sesiones.
Documental
Este año, como novedad, hubo sorpresa: la proyección del documental ‘La habanera en la voz del mundo’, producido por el Patronato Municipal de Habaneras. El video, con una duración de 30 minutos, se proyectó en la primera velada de ‘Eras de Cine’ precediendo a la película de turno. El documental, dirigido por Naliam Cantero (Magnolia Dreams Productions) e interpretación musical de Marta Andréu, reflejó cómo los participantes disfrutan y viven el Certamen, como una experiencia única en su vida, reconociendo la veteranía de la organización y del público asistente, sus experiencias y percepciones sobre la habanera y la polifonía en uno de los certámenes más longevos e importantes del mundo. Juntos, participantes, ex-jurados y público, atraviesan los estrechos pasillos detrás del gran tornavoz en dónde durante las noches de julio, año tras año ininterrumpidamente desde 1955, se interpretan habaneras por corales venidas de todas partes del mundo.