Entrevista a Marta Francés, paratriatleta y entrenadora del Club Triatlón Torrevieja “Para mí siempre ha sido el modo de ser feliz”

A sus 25 años Marta Francés Gómez es paratriatleta de la selección española y desde hace unas semanas es la nueva entrenadora del Club Triatlón Torrevieja. Marta, natural de Puertollano (Ciudad Real), se está preparando en la ciudad para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021. Un tumor en el cerebelo le causó una hemiparesia lateral cuando solo tenía 16 años. Vivió en Cartagena desde los 13 a los 18 años y con la mayoría de edad se marchó a estudiar a Madrid, donde cursó la carrera de INEF, obteniendo el título de entrenadora superior en las especialidades de natación y triatlón. A la vez que estudiaba entrenó como nadadora de élite en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Marta cuenta con dos pódiums internacionales: el bronce en Banyoles (Gerona) y el oro de la Copa del Mundo en Alhandra (Portugal). Además, es octava del mundo en el ranking de su categoría -PTS4-, dos veces campeona de España de triatlón y ocho veces subcampeona de España de natación.

Vista Alegre: ¿Qué es para ti el triatlón?

Marta Francés: A día de hoy podría definirlo como mi modo de vida como trabajo porque es mi sustento, pero sobre todo mi forma de ser feliz. Cuando me levanto mi motivación es entrenar y cuando acabo mis entrenamientos la motivación que tengo es entrenar a los demás y que les guste tanto el triatlón como a mí. Por tanto, es en lo que pienso las 24 horas del día. Me quedo con el triatlón porque cuando sales a competir, ya no solo a un entrenamiento, conoces a tanta gente, algo que en otros deportes individuales no es tan fácil, ya que cuando estás compitiendo, estás muy encerrado en ti y los equipos no son muy extrovertidos tampoco. Sin embargo, desde que comencé en el triatlón me di cuenta de que era todo lo contrario, era como un gremio y todos somos uno. Era increíble esa sensación de sentirte integrado desde el minuto uno.

V.A.- Cuéntanos tus inicios en el mundo deportivo.

M.F.- Mi padre era muy deportista; hizo waterpolo, natación y estuvo compitiendo a alto nivel en atletismo. Él fue quien me inculcó los valores del deporte. Desde muy pequeños, con 4 o 5 años, nos apuntaron a mi hermano y a mí a todo tipo de deportes. Empecé con el tenis, que no me gustaba porque los deportes de pelota no son lo mío, y también hice atletismo. Cuando tenía 13 años nos mudamos a Cartagena, donde trasladaron a mi padre por trabajo. Allí hice hasta seis deportes distintos a la vez. Todo el tiempo que no estudiaba estaba entrenando. Toda mi vida iba ligada al deporte desde tan pequeña que cuando empezaron a venir los problemas, como fue el cáncer, mi salvación siguió siendo el deporte para poder recuperarme y actualmente lo sigue siendo. Era mi motor. Sufrí acoso escolar desde pequeña, con tantos cambios de colegio, y mi desahogo era entrenar. A los 16 años cuando me diagnosticaron el tumor en el cerebelo tuve que dejarlo porque mi cuerpo no respondía, pero una vez operada, aunque mi cuerpo era otro -porque cambió de forma radical-, en mi cabeza lo único que había era que tenía que volver a entrenar. Esa era mi motivación cada día, que mi cuerpo mejorase para volver a hacer deporte como antes. Y lo que me fui encontrando con el paso de los años es que no solo volví a hacer deporte sino que lo hice al más alto nivel. Para mí siempre ha sido el modo de ser feliz.

V.A.- ¿Cómo has alcanzado el sueño de prepararte para los Juegos Paralímpicos de Tokio y qué competiciones tienes para clasificarte?

M.F.- Es un día a día. Hasta que alguien externo con mucha experiencia te dice que te ve capaz de proponerte el sueño de ir a unos Juegos Paralímpicos ni te lo planteas. En 2019 el seleccionador español de paratriatlón, Ángel Aguado, fue quien me dijo que me veía capaz de llegar y me propuso ir a su club a entrenar, al Club Triatlón Ecosport Alcobendas al que pertenezco actualmente. Empecé a entrenar con muchas ganas por ese sueño que me había despertado y es lo que me motiva hoy en día  a levantarme cada mañana, a dar un paso más para acercarme a cumplir ese sueño. En cuanto a las competiciones internacionales, ese es el mayor problema porque tenemos que pagárnoslas nosotros, excepto el mundial y el europeo que corre a cuenta de la Federación Española de Triatlón. El resto, que son de seis a ocho competiciones, tenemos que costearlas nosotros y es la única forma de clasificarse para los JJPP. Yo estoy en el límite, necesito ayuda económica y estoy buscando a patrocinadores y empresas que quieran colaborar.

V.A.- ¿Cómo te estás preparando?

M.F.- El año del que todo el mundo se queja, el 2020, para mí sin embargo ha sido un año muy bueno. El Comité Olímpico decidió que las puntuaciones de las competiciones no contasen para que hubiera igualdad de condiciones. Yo pude competir a nivel internacional y gané el oro de la Copa del Mundo en Alhandra (Portugal). La Federación Española me preseleccionó para los JJPP de Tokio y actualmente estoy luchando esa clasificación oficial. Por las mañanas hago dos sesiones de entrenamiento y una tercera por la tarde dependiendo de la planificación. Por las tardes trabajo como entrenadora. Así que compagino todo esto de forma que también tengo mi tiempo de descanso porque es primordial para ser deportista de alto nivel.

V.A.- En octubre de 2020 ganaste el oro de la Copa del Mundo en Portugal.

M.F.- Las sensaciones son brutales. Empecé nadando realmente mal, me dio un ataque de asma nada más empezar y lo pasé fatal. Tuve que parar en medio del mar a respirar porque me ahogaba. Me cogió una zodiac y pensé que la prueba se había acabado para mí. Uno de los tripulantes me propuso respirar unos minutos e intentar volver a tirarme, y lo hice. Obviamente iba muy retrasada con respecto a mis rivales, pero quería terminar la prueba. Cuando salí del agua vi que en el último tramo cogí a dos de ellas y entonces ya no iba tan mal. En la bici se me dio genial, tenía muy buenas sensaciones, iba muy fuerte, podía respirar mucho mejor y me atreví a darlo todo. Ya en la carrera, cuando hice la segunda transición, vi que solo había una chica por delante de mí. Empecé a intentar correr muy rápido y me puse en cabeza. Vi que había margen así que me relajé y terminé la carrera sin haberme forzado en el último segmento a tope. Cuando fui a cruzar la meta, coger la banda, levantarla y decir que había ganado habiendo empezado tan mal, la adrenalina a tope y no te lo crees hasta que pasa un buen rato.

V.A.- ¿Algún otro objetivo a corto plazo?

M.F.- Sí, en mayo tengo el objetivo de clasificarme para el Mundial de Milán (Italia) en el que se dan las becas más importantes para un deportista, la ADO y ADOP -para paralímpicos-. Se las llevan los ocho mejores del mundo en esa competición.

V.A.- ¿Cómo has llegado a entrenar al Club Triatlón Torrevieja?

M.F.- Acabé la carrera en 2019 y me dediqué a echar currículum en las zonas de playa, que es lo que me gusta. El pasado mes de octubre me llamó el presidente del Club Triatlón Torrevieja y me dijo que había una vacante y que estaban buscando a una persona con la especialidad de natación y triatlón. Contaron conmigo, me encantó la idea, pero les dije que era deportista de élite, que estaba preparando los Juegos Paralímpicos y que tenía que tener facilidades para entrenar aquí. No me pusieron ningún problema, todo lo contrario, porque la Concejalía de Deportes me ha cedido las instalaciones de forma gratuita. Estoy entrenando todos los días en la Ciudad Deportiva, aunque los entrenamientos del club sí están más parados porque con las nuevas medidas Covid solo pueden acudir los deportistas que compiten.