Piazzolla en buenas manos del Cuarteto de la OST

Antoni Jakubowski – Critico musical

Durante el último concierto de la Sinfónica torrevejense, los aficionados de la música clásica tuvieron la oportunidad de escuchar las “Cuatro Estaciones Porteńas” de Astor Piazzolla (1921 – 1992). Tras este considerable éxito, el Cuarteto de Cuerda de la OST fue invitado para presentar en el Teatro Municipal un concierto de cámara, dedicado casi exclusivamente a la obra del famoso compositor y bandoneonista argentino, quien revolucionó el tango e introdujo su música a los escenarios de todo el mundo. Aunque las piezas de A. Piazzolla, en gran parte, han sido compuestas para sus propias actuaciones cómo bandoneonista con el quinteto, gracias a la inmensa popularidad ganada, la obra de él se convirtió en material de múltiples arreglos para diferentes formaciones musicales.

 Los cuatro músicos de la OST; Stanislav Tkach – 1 violín, Victor Manuel Antón – 2 violín, Leticia Cámara – viola y Juan Manuel Salinas- cello, mostrando el universo sonoro de una de las figuras latinoamericanas de mayor relevancia en la música del siglo XX, presentaron una considerable dosis de piezas arregladas para el más clásico conjunto musical de cámara, cómo lo es, sin duda, el cuarteto de cuerda. Los músicos comenzaron su ejecución con “La muerte del Ángel” – un tango de Piazzolla, que impresionó por el contundente uso de los contrastes, la articulación de efectos y el interesantísimo manejo dado a los juegos rítmicos que se entremezclan con sentimentales líneas melódicas.

En los temas cómo; “Ave Maria”, “Oblivion”, y “Adiós Nonino”, los músicos ofrecieron una interpretación nítida, en la que se reconocía con claridad la intención y el objetivo de cada uno de estos temas, dotados de muchos colores y expresiones en las melodías llenas de nostalgia y calma, las que nos dejan hasta sońar despiertos.

Verdaderamente atractivas y sumamente interesantes fueron las interpretaciones de los temas; “Calambre”, “S.V.P” = (Por Favor”), “Libertango”, Escualo” y “Fuga y Misterio” en los cuales músicos recrearon perfectamente el espíritu de la alegre picantería y chispa de Piazzolla. En particular, llamó la atención la propuesta sonora del primarius S. Tkach, la que sirvió de sostén a las propuestas de los demás instrumentistas durante todo el concierto. Su arco bien apoyado saca un sonido redondo y presente. Las melodías interpretadas por Tkach, fueron conducidas con belleza, siendo apoyadas por el resto del conjunto con una profundidad necesaria.

 Personalmente me atrevo tener alguna reserva sobre adjuntar al programa las canciones; ”La Paloma” y “Por una Cabeza” cómo también “Salut d’ Amour” – por un lado piezas conocidas y preciosas, pero, que poco cuadran con la carismática atmósfera de la obra de A. Piazzolla. Sin embargo, fue un matiné definitivamente exitoso, de música ejecutada por buenas manos del Cuarteto OST (S.Tkach, V.M.Anton, L.Cámara, J.M.Salinas), el conjunto que se despidió al ofrecer una propina, repitiendo un tango, por supuesto de Astor Piazzolla.