Tkach y J.F. Sánchez brillan junto a la Sinfónica de Torrevieja en el final de temporada

Antoni Jakubowski – Crítico musical

La pandemia y sus interminables olas impidieron la realización de los planes previstos que la Orquesta Sinfónica de Torrevieja había programado para el concierto de febrero. Pero, “No hay mal que por bien no venga”. Artistas locales, con éxito, reemplazaron a los invitados del extranjero, en el concierto que cerró la temporada, quienes por razones obvias no han podido cumplir. Por supuesto también la fecha y el programa del concierto fueron seleccionados nuevamente. En definitiva, los aficionados torrevejenses de música clásica, saludaron con aplausos a los músicos de la sinfónica torrevejense, al maestro José Francisco Sánchez- director de la misma y al concertino – el maestro Stanislav Tkach, cómo solista, quienes para esta ocasión ofrecieron interpretaciones de; Concierto para Violín No 5 de W.A. Mozart y La Sinfonía No 4 (Italiana) de F. Mendelssohn.
El violinista Stanislav Tkach pertenece a los artistas siempre dispuestos a actuar en cualquier momento y cualquier circunstancia. En muchísimas ocasiones ha demostrado ser fabuloso solista y cameralista y no es de extrañar que la propuesta de actuar como solista con la orquesta se haya hecho precisamente al concertino S. Tkach, quien esta vez decidió interpretar el Concerto No 5 de W.A. Mozart. Durante una ejecución sumamente exitosa, el violinista impresionó con mucha sensibilidad experimentada internamente, sin románticas exaltaciones, presentando la partitura de Mozart de una manera simple, pero, al mismo tiempo, hermosa y encantadora en su sencillez. La precisión y selectividad de las semicorcheas ejecutadas en las partes extremas, contrastan maravillosamente con la tranquilidad del melodioso Adagio en la parte media de la obra. Encantó también la implementación bien pensada y organizada de las impresiones temáticas en las “cadenzas”. En pocas palabras; el Concerto No 5 en La mayor de W.A. Mozart, podría ser la mejor tarjeta de presentación para Stanislav Tkach y si además sumamos el extraordinario acompañamiento de los compañeros de la Orquesta Sinfónica bajo la batuta de J.F. Sánchez, obtendremos una versión que vale la pena recordar. Por supuesto, hubo un bis; S. Tkach ejecutó con la orquesta el famoso “Czardas” de V. Monti, despertando el entusiasmo de la audiencia.
Muy atractiva, mágica y emblemática, llena de virtuosismo y técnicamente muy exigente Sinfonía No 4 “Italiana” de F. Mendelssohn completó la segunda mitad del concierto, dándole a nuestra orquesta un gran campo de lucirse. La Sinfonía con éxito transporta al oyente en un mundo de la imaginación, sugiriendo la ubicación del texto musical en la península italiana. La dicha musica expuesta en el primer movimiento dio paso al solemne segundo, para luego transitar por el inenarrable Scherzo, hasta el jolgorio ritmo de la irresistible tarantela del “Finale”. La interpretación de la sinfónica torrevejense bajo batuta de José Francisco Sánchez impresionó por una precisión técnica y creación de los contrastes dinámicos. Los intérpretes, a la vez, consiguieron destacar todas las secciones tímbricas de la orquesta y lograron obtener un fabuloso equilibrio entre los instrumentistas. No es de extrañar, que los artistas tuvieron que cumplir con una propina, que esta vez fue la encantadora Obertura – “La Italiana en Argel” de G. Rossini.
Resumiendo: La velada de muy positivas emociones musicales, resultó ser un magnífico antídoto para cerrar este período sombrío de la pandemia. Gran agradecimiento a nuestra Orquesta Sinfónica de Torrevieja.