La Iglesia de la Inmaculada ya luce de nuevo sus puertas principales después de la restauración y tratamiento integral al que han sido sometidas. Ha sido un concienzudo trabajo artesanal realizado por la empresa “Portón y Postigo” de Extremadura, que ha llevado a cabo el desmontaje de la chapa que recubría las puertas desde que éstas fueron instaladas, con toda probabilidad, al término de la guerra civil, sobre el año 1940. La madera, pino de Flandes, ha mantenido una excelente conservación, según señaló el propietario de la empresa que ha dirigido la restauración, Jesús Peloche, debido también a la gran calidad que tiene. La empresa ha sometido a las puertas a una limpieza y posterior tratamiento, así como la citada eliminación de la chapa. Se han recuperado los clavos que lucía originalmente en sus hojas exteriores y se ha completado con otros que han sido localizados de similar factura, en total se han colocado 420 clavos. Los trabajos se han desarrollado a lo largo de 40 días.
Una vez de regreso a Torrevieja, los operarios de la empresa desmontaron la puerta provisional que ha estado instalada durante el tiempo de duración de los trabajos e iniciaron la operación de colocación de las puertas, con la ayuda de una grúa de la firma local Explanaciones del Mediterráneo.
La Parroquia de la Inmaculada sufragará el coste de estos trabajos que ascienden a 10.000 euros y según informó el párroco, Manuel Martínez Rocamora, una vez que se haya concluido el pago de esta primera puerta, continuarán las labores de restauración con las otras dos puertas laterales de la fachada principal de la Iglesia, así como con las puertas de acceso de los dos patios.
La opinión mayoritaria es de satisfacción por este trabajo artesanal y cuidadoso que se ha llevado a cabo en un lugar tan señalado de la ciudad.