Diego Cantero, cantante de Funambulista: “Me ocurren cosas que ni siquiera me permití soñar”

Con tres discos a sus espaldas, el grupo aterriza el próximo viernes, 17 de agosto, en Torrevieja en un concierto que promete mucho amor. Esta semana hemos hablado con Diego Cantero, la cabeza de Funambulista. Con una carrera que ha ido “peldaño a peldaño”, Cantero nos atiende cuando pasa unos días de vacaciones en Torrevieja. Sí, en Torrevieja. Este murciano canta en su último disco con Antonio Orozco, India Martínez, Pablo Alborán o Rozalén, pero hubo un principio en el que él actuaba en bares, en librerías y en lugares rodeado de amigos. Rememorando sus inicios comienza esta entrevista.

Vista Alegre.- Ahora todo el mundo te conoce. Tienes una sólida carrera musical y además has participado en la última edición de Operación Triunfo, de lo que luego hablaremos, pero tenemos que decirte que el público torrevejense se acuerda de ti, de cuando viniste por aquí un verano y tocaste en bares como el Kabala, ¿te acuerdas?
Diego Cantero.- Claro que me acuerdo, por supuesto, hará unos 13 o 14 años de aquello. ¡Qué recuerdos y qué alegría que os acordéis! Aprovechando que tenía unos días libres, me he venido a Torrevieja a pasar una semana y ayer casualmente estuve por esa zona, recordando aquellos años.
V.A.- Cómo te ha cambiado la vida, ¿no?
D.C.- La verdad es que sí, pero por suerte sigo siendo el mismo y sigo haciendo música; en otros entornos y en otros lugares, pero a fin de cuentas si hay un denominador común de antes y de ahora es que sigo persiguiendo el mismo objetivo, que es hacer canciones.
V.A.: ¿Es esto, lo que estás viviendo, lo que soñabas cuando te veíamos por aquí?
D.C.- En realidad nunca he sido de plantearme grandes retos. Hace mucho tiempo que soñé fuerte con dedicarme a esto, pero todo lo que me ha venido después, actuar en sitios más grandes, con más público, colaborar con otros cantantes… todo eso es parte de un regalo que me da este oficio, pero es verdad que me ocurren cosas que ni siquiera me permití soñar.
V.A.- ¿Cómo ha evolucionado tu música desde tu primer disco en solitario, que era autoeditado, a ‘Dual’, tu último trabajo en el que han colaborado Antonio Orozco, Rozalén, Pablo Alborán, Marwan o Bebe, entre otros?
D.C.- Yo creo que la evolución es normal. Al final hay crecimiento, aprendizaje, y pienso que lo que he hecho todos estos años ha sido ir quitándome un montón de prejuicios que tenía a la hora de hacer música. Vaciando la mochila de los prejuicios vas creciendo mucho más en lo musical y en lo personal, vas aprendiendo a valorar otras maneras que quizá no son la tuya, pero que tienen mucha validez.
V.A.- Ahora le escribes mucho al amor, ¿no?
D.C.- Después de mucho tiempo me di cuenta de que le canto al amor y al desamor en todas sus formas. No es el amor de te quiero mucho, me has dejado, pobre de mí, sino el amor con la amplitud y solemnidad que merece. Amor es la palabra más grande del mundo y es lo que mueve a la gente a hacer cosas maravillosas. El amor no es solamente hacia una chica o un chico. El amor puede ser hacia una familia, una ciudad, un momento, una imagen.
V.A.- Entonces el concierto de Torrevieja será un acto de amor en toda regla.
D.C.- Efectivamente, y más con el disco ‘Dual’, en el que se recopilan muchas canciones de esta temática, pero también es un concierto en el que rememoramos fases de mi vida anterior.
V.A.- Cantas y compones para ti, pero también para otros como Raphael o Malú, ¿esto da vértigo?
D.C.- A mí me encanta y me motiva mucho entrar en el universo de otra gente, ver su manera de cantar, el lenguaje que utilizan, en qué momento de su carrera están, su tonalidad… Me gusta mucho estudiarme los discos de la gente y ver en qué les puedo ayudar. Con mis canciones tengo una libertad absoluta y a veces me hace no saber por dónde empezar, cuando escribes para gente ya tienes un pequeño cuadro.
V.A.- Llevas unos 17 años de carrera tocando en bares y en salas pequeñas, y has ganado muchos concursos locales, regionales y nacionales para llegar hasta aquí. Este año has participado en Operación Triunfo como compositor de dos temas candidatos a Eurovisión, y casi es inevitable preguntarte sobre cómo ves el que en tres meses consigan lo que en otros habéis tardado muchos años en lograr.
D.C.- Me parecen formas distintas de afrontar una carrera. Para mí, después de hacer un camino largo en el que he subido cada peldaño, llegado este momento de mi vida, prefiero el camino que yo hice, pero valoro mucho los otros. En Operación Triunfo, en esta edición creo que han sabido explicarles que el otro camino era un ejemplo de lo que tenían que hacer si querían dedicarse a la música. Al final es un formato televisivo que acerca la música a muchísima gente. Más allá de todo eso, me tomé como un divertimento el hecho de que me lo ofrecieran. Primero los visité en la academia, les conté mi historia y me pareció muy interesante que inviten a gente que tiene otros caminos para que les cuenten de qué va la cosa o cómo ellos han vivido la historia, y tuve la suerte de que escogieran dos canciones de las que hice para Eurovisión. Fue algo divertido, pero tampoco le doy excesiva importancia.
V.A.- Si tuvieses que elegir una canción tuya, de toda tu trayectoria…
D.C.- Elegiría, como siempre, la última, la que estoy haciendo y tengo a medias. Ahora estamos grabando el próximo disco, estamos metidos de lleno en eso. Elegir una canción es difícil y siempre la que me tiene loco es la última.