Entrevista: Jesús García Gallera, autor y director de la obra La Mama

“El arte es efímero, cada uno ve lo que necesita ver”

Un espectáculo cómico que se burla de los prejuicios personales y la religión por medio de una extravagante historia que fusiona la reflexión existencial, la intriga y la divina providencia. Ese es el argumento de La Mama, una obra escrita y dirigida por el torrevejense Jesús García Gallera, que actualmente se está representando en el Teatro Marquina de Madrid y que el próximo 27 de marzo llega en una única función al Teatro Municipal de Torrevieja. Jesús, licenciado en Interpretación Musical por la ESAD de Murcia, ha pertenecido a los elencos de Jesucristo Superstar (Teatro Calderón de Madrid), Spamalot (Teatro Victoria de Barcelona y Teatro Lope de Vega de Madrid) y al elenco original de The Opera Locos. Además, durante siete años perteneció al elenco del cabaret Lío Ibiza. Ha sido director artístico residente en el Cabaret Lío Cerdeña y actualmente lo es en Lío Mykonos. También dirigió la obra El imitador, que se representa actualmente en el Teatro Marquina de Madrid.

Vista Alegre: Eres el autor y director de La Mama, ¿de qué va?

Jesús García Gallera: Es una obra de teatro de comedia espiritual, que tiene mucha crítica social hacia la Iglesia y hacia las cátedras de pensamiento sobre el monopolio de la representación de Dios, y una crítica muy simpática hacia las costumbres de la Iglesia, queriendo crear una perspectiva más amable y humana con respecto a los tiempos que estamos. Las protagonistas son dos monjas de clausura que, cargadas de secretos y buenas razones, deciden dar un golpe de Estado en el Vaticano, justo en el momento del cónclave para elegir al nuevo Papa. Es curioso porque las situamos en un presente y se hace interactuar al público como si fueran los cardenales. La primera imagen que nos encontramos es dos monjas con pasamontañas y metralletas dando un golpe de Estado. Durante la obra se explica por qué una de las dos tiene que ser la Mama de la Iglesia católica.

V.A.- Abordas una temática religiosa, ¿crees que alguien se puede ofender?

J.G.G.- No es una obra de teatro irreverente, porque siempre escribo desde el respeto a todos y cada uno de los tipos de público. Pero sí me río de mis propios prejuicios, de la dualidad en el plano espiritual de lo que yo creo y lo que no estoy del todo de acuerdo. El texto mueve y remueve algunos cimientos que tenemos estructurados socialmente. Independientemente de cuáles sean tus creencias, es una obra que te va a hacer pensar y sobre todo, te va a hacer reír. Tiene un final muy potente y dos actrices sublimes.

V.A.- La obra se está representando en el Teatro Marquina de Madrid, ¿cómo le está yendo?

J.G.G.- Muy bien. El teatro tiene 500 butacas, por suerte casi siempre estamos al límite de hacer pleno. Las dos actrices están muy contentas. Es verdad que es un texto muy difícil; es a la vez que cómico, dramático y a veces trágico. Se plasma de una forma muy cómica, pero de repente el código permite navegar entre una tragedia muy profunda y una comedia, que es donde reside la dificultad de este texto. Te estás riendo de un suceso y de repente al segundo te mete en una realidad; hay como una doble conducta para el espectador.

V.A.- El 27 de marzo llega a Torrevieja, ¿crees que agradará al público?

J.G.G.- Igual que te digo que con The Opera Locos sabía que era una apuesta segura, con esta obra no lo sé porque el público de Torrevieja es muy tradicional. La obra maneja unos conceptos espirituales que pueden estar muy asentados en cuanto a unas formas concretas de sentirlo cada una de las personas que acudan, y puede gustar o puede no gustar. En Madrid hemos tenido más críticas por el colectivo LGTBI que por el público más conservador. Uno va al teatro y el arte es efímero, cada uno ve lo que necesita ver. Y si necesitas que te de un bofetón, te lo va a dar. Si vas a reírte y a quitarte los prejuicios, también puedes obtenerlo. Yo creo que a la gran mayoría le va a gustar porque no es una obra irreverente, y a quien me conozca va a decir: “Eres tú en esencia, con tus paranoias espirituales, con tus dudas existenciales, con tu sentido del humor…”; el texto soy yo.

V.A.- La obra se presentará en la ciudad coincidiendo con el Día Mundial del Teatro en la gala de entrega de premios del II Concurso de Teatro Aficionado “Raúl Ferrández”, ¿cómo te sientes?

J.G.G.- Muy agradecido, sobre todo al concejal de Cultura Antonio Quesada y a Matías Antón, que son las personas que siempre apuestan por todo lo que hago y con quienes tengo una relación estupenda de comunicación. Cuando les comenté mi obra tenían muchas ganas de traerla y como, por suerte, todo lo que he hecho en Torrevieja ha sido bueno, confían en que la línea sea la misma.

V.A.- ¿Cómo se presenta este año artísticamente para ti?

J.G.G.- Pues tengo unas fechas con The Opera Locos. También trabajaré con Lío Ibiza, un cabaret internacional en el que he estado siete años como artista. Hace cuatro años me propusieron para hacer una asistencia de dirección artística en Lío Cerdeña, que funcionó muy bien, y el año pasado estuvimos en Lío Mykonos, donde soy director artístico residente. Este año me voy a ir cinco meses a Grecia, primero estaré unas semanas en Ibiza montando el espectáculo y a finales de septiembre me iré a Grecia. Sé que la empresa Lío Ibiza está en expansión y que cuentan conmigo. De todas formas, yo no puedo estar quieto, me enrolo fácil en lo que sea para estar activo. Además, estoy escribiendo mucho, yendo a los infiernos para ver si sale algo a nivel expresivo y puedo darle forma.