Mariano Peña ya acumula un legado de personajes tan memorables como Mauricio Colmenero en Aida o Bernadette en el musical Priscilla, reina del desierto. Así que no es de extrañar que haga del mismísimo creador del Universo en Obra De Dios, la obra teatral que ha dado la vuelta al mundo y por fin ha llegado a nuestra ciudad. Pero antes de reflexionar sobre los diez mandamientos en el Auditorio de Torrevieja, hemos podido hablar con él sobre su trayectoria profesional, el humor y el reconocimiento.
Vista Alegre.- ¿Es la primera vez que actúas en Torrevieja?
Mariano Peña.- La vida de un actor te lleva de aquí para allá. Siempre reconoces la ciudad cuando llegas al teatro y dices, ‘Sí, he estado aquí’, pero en este caso creo que nunca había estado por aquí. Tenía especial curiosidad por conocerla.
V.A.-Tienes una larga trayectoria en televisión, teatro y cine. Pero no es lo mismo actuar delante de un público que detrás de una cámara. ¿No es cierto?
M.P.- Tienen sus beneficios y sus inconvenientes. Lo bueno que tiene el cine es que estás trabajando con más calma, si te equivocas, no pasa nada porque lo vuelves a repetir. Lo malo es que no ves el resultado en seguida, no sabes cómo lo está recibiendo la gente hasta la emisión o el estreno. El teatro es diferente, le tomas el pulso al público en directo. El inconveniente es que todos los días repites lo mismo aunque ninguna función es igual. Muchas veces, el público que viene por la tarde no tiene nada que ver con el público que lo hace por la noche. Y todo esto en la misma ciudad.
V.A.- Pero lo que nunca te deja de acompañar es el humor.
M.P.- Yo creo que es inteligente reírse de uno mismo y hacer reír a la gente. Siempre se dice que los comediantes son poco valorados. Hay muy pocos ‘Goyas’ para los cómicos. Yo intento hacer comedias, es cierto. Llevo muchos años en comedia. Hace tiempo, recuerdo haber interpretado hombres grises, asesinos y atormentados del mundo y yo decía, ‘Pero si tengo muchísimo humor, ¿no me lo ven?’. Y tanto que me lo vieron.
V.A.- ¿Qué debe tener un papel para llamar tu atención?
M.P.- Un papel que tenga carne, que tenga vida. Un personaje malo no es malo porque sí. Deja que te cuente por qué lo es. Lo bonito es que le sucedan cosas, que vaya cambiando. Me gustan los grandes retos, me gusta hacer algo distinto, que me den malas noches, es decir, que me dejen pensando, ‘¿cómo lo hago?, ¿cómo le saco brillo a este personaje?’. Personajes como Mauricio Colmenero (Aída), como Bernadette (Priscilla, reina del desierto). En definitiva, personajes con alma.
V.A.- ¿A qué personaje televisivo o de teatro le tienes más cariño?
M.P.- Pues he interpretado muchos personajes, pero le tengo especial cariño a Mauricio Colmenero. Es un personaje tan políticamente incorrecto que tenía todas las papeletas para no gustar y generar rechazo. Pues me encontré lo contrario y me encontré con diez años de cariño, bueno, diez años duró el rodaje, el cariño y el reconocimiento lo sigo teniendo a día de hoy. Me ha dado tantas cosas… Incluso un Premio Ondas (2012). Evidentemente, es a quien más le tengo cariño, es el que más pesa.
V.A.- No te molesta que te hagan el ‘tirí-tirí-tirí’.
M.P.- Depende. Quiero decir, no me molesta, pero lo que quiero dejar claro es yo tengo un nombre y detrás de ese personaje hay un actor.
V.A.- ¿Cómo ha acogido el público Obra De Dios? Para algunos podría tratarse de un tema polémico.
M.P.- Ya se sabe que en España para no discutir en una mesa no hables ni de religión ni de política. Pero claro, la obra está hecha con humor, para pasar un rato agradable, para reírnos de los típicos tópicos y ver la religión y la historia sagrada de otra manera, con las gafas de humor, con las gafas sanas de diversión. Hemos tenido buena acogida. Al igual que la gente entiende que el personaje de Mauricio es disparatado, es una comedia disparatada para pasárnoslo bien.
Obra de Dios
Dirigida por Tamzin Townsend, Obra De Dios arranca con la presencia en el escenario del mismísimo Dios todopoderoso, interpretado por Mariano Peña. Dios ha bajado a la Tierra para hablar sobre los diez mandamientos. Y es que parece ser que se han quedado bastante anticuados o malinterpretados. Así que ha tomado la forma corporal de un actor famoso para explicar las peripecias de Noé y su arca, de Adán y Eva o de Moisés. Ayer lo hizo ante el expectante público del Auditorio Internacional de Torrevieja y una vez más, Mariano Peña demostró que el humor es lo suyo. Acompañado de los actores Chema Rodríguez-Calderón y Bernabé Fernández, quienes encarnan a dos particulares arcángeles, ha contagiado al público de risas y positividad sin mucho esfuerzo.
Pero no solo Peña se ha lucido en el escenario, sino que mucho ha tenido que ver la dirección de Townsend, quien ya lleva una larga carrera como directora de teatro. Obra que dirige, obra que se convierte en éxito.
La obra original An act of God fue estrenada en Nueva York en el año 2015. Y desde entonces no ha parado de dar tumbos por el mundo. En cuanto a la Obra De Dios, lleva unos cuantos meses arrancando sonrisas en su gira por España.