Hay instantes que se guardan en la memoria y se alojan en un poso de recuerdos que acumulamos a lo largo de nuestra vida y en el que los cines de verano tienen un lugar privilegiado.
La brisa de la noche, los bocadillos templados envueltos en papel de aluminio, coger el cojín de casa para amortiguar la dureza de las sillas o el ruido de las cáscaras de las pipas partiéndose son recuerdos de los cines de verano.
Y cuando parecía que nuestra ciudad se había olvidado de ellos, el Instituto Municipal de Cultura de Torrevieja ha rescatado las proyecciones al aire libre para que podamos disfrutar de una película como antes, bajo las estrellas. Durante esta semana el ciclo ‘Eras de cine’, que este año ha celebrado su tercera edición, ha ofrecido cinco clásicos de humor: el lunes ‘El jovencito Frankenstein’, el martes ‘Víctor o Victoria’, el miércoles ‘Algo pasa con Mary’, el jueves ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ y ayer viernes ‘The blues brothers: granujas a todo ritmo’. Estos cinco días las Eras de la Sal se han llenado de gente dispuesta a disfrutar de estas sesiones gratuitas en las que el hambre y la sed se han saciado solidariamente con una barra a beneficio de la ONG Nueva Fraternidad.
Cine y recuerdos
Hubo años en los que en Torrevieja llegó a haber una decena de cines de verano funcionando. En esos momentos los habitantes de la ciudad esperaban ansiosos la llegada del buen tiempo para disfrutar de sesiones dobles en las que se veían las películas que se habían estrenado durante el invierno. Algunos recuerdan cuando la entrada costaba 3 pesetas, o 5, cuando la gaseosa era la bebida estrella en los Royal Cinema o cuando en el cine Las Salinas se hacían largas colas para devorar una de sus deliciosas hamburguesas. “No me acuerdo de los años que hace que cerraron, pero no he vuelto a probar una hamburguesa igual”, nos dice Francisco haciendo memoria una de estas noches en ‘Eras de cine’. Loles, en cambio, prefería llevarse su cena de casa. “Nosotros nos llevábamos pipas, companaje, huevo duro y allí pasábamos el rato toda la familia”, recuerda con nostalgia en las Eras de la Sal.
El Cine Segovia, el Terraza Jardín, el Cine Las Salinas, el Vista Alegre, el Oriente, el Royal, los cines Princesa, los Madrid, el cine Las Rocas, el Cala Dorada o el cine Gloria fueron algunos de esos cines que hubo en la ciudad y que publicitaban su cartelera en la entrada del antiguo mercado de abastos. Pero el cine no era solamente ver una película que había triunfado en América, era también disfrutar del olor a galán de noche o a jazmín que ofrecía la vegetación que bordeaba los recintos de los cines. “Yo vi en los años 50 en el Gloria Cinema ‘Lo que el viento se llevó’”, nos dice Domingo, un torrevejense que no ha querido perderse estas noches de cine al aire libre. Los Gloria -cerca de las Eras de la Sal-, los Royal -donde luego estuvo el Hotel Fontana- y el Nuevo Cinema fueron algunos de los primeros cines de la ciudad.
Y así, en homenaje a lo que algún día fue esta ciudad, en homenaje a su gente, a sus costumbres y a sus inquietudes, se han organizado estas ‘Eras de cine’ que para muchos han supuesto el descubrimiento del placer de un cine de verano y para otros un reencuentro con su infancia. Porque la belleza en movimiento del cine, con sus sombras, sus imperfecciones y su vida son elementos que ahora, cuando prima más la novedad de la película que la historia o el momento, se han perdido.