Las procesiones de la Semana Santa torrevejense llegaron a su punto culminante con la más que tradicional procesión del encuentro de resurrección en la mañana del Domingo de Pascua. Esta emblemática procesión estuvo en consonancia con la mayoría de las celebradas, logrando concentrar a una gran cantidad de personas ya desde el mismo momento que partió de la Iglesia de la inmaculada unos minutos antes de las ocho de la mañana. En dirección a la calle Azorín abrió el cortejo la Cofradía de San Juan Evangelista que en esta procesión sus cofrades lucen el blanco lo mismo que el apóstol. Le siguió la imagen de la patrona de la ciudad, La Purísima Concepción ataviada con la mantilla negra de luto y portada por costaleros a las órdenes de su capataz, José Loreno, en su trono pequeño que estrenaba la magnífica restauración realizada por el dorador artesano, Carmelo Navarro. En dirección a la calle Clemente Gosalvez salió el Santísimo Sacramento bajo palio. La banda «Ciudad de Torrevieja – Los Salerosos» con la virgen y la banda de la Unión Musical Torrevejense pusieron las notas musicales a la emotiva mañana, la sencilla y sentida procesión en la que Torrevieja escenifica la resurrección, el encuentro de la madre con el hijo. En ese momento fue cuando, Francisco Reyes Prieto Pérez, designado por la Asociación Hijos de la Inmaculada, llevó a cabo el mandato de retirar la mantilla negra de luto que cubría la maternal imagen de La Purísima. Fue un momento intenso y rápido que dio paso a la interpretación del himno nacional, disparo de pólvora y a la lluvia de pétalos de flores y al lanzamiento de los aleluyas. Este año se lanzaron un total de 30.000 aleluyas de los ganadores del 5º concurso de dibujo convocado por Hijos de la Inmaculada.
Tras el encuentro las dos procesiones se fundieron en una sola hasta llegar a la Iglesia de la Inmaculada y donde el trono de la patrona fue portado por las costaleras dirigidas por Amparo Cos.
EL ADELANTO DE LA HORA CONTRIBUYÓ AL MAYOR LUCIMIENTO DEL SANTO ENTIERRO
La media hora de adelanto en la salida de la magna y solemne procesión del Santo Entierro de Cristo en la tarde-noche del Viernes Santo, contribuyó a la mayor lucidez de esta procesión general que demostró con creces su fuerza y su tirón. Pocas veces se ha visto tanta cantidad de público como en esta procesión a lo largo de todo su recorrido aunque también es cierto que el itinerario se vio sensiblemente recortado al no rodear la Plaza de Oriente y no pasar de este modo por la puerta de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Pero la procesión resultó brillante y la exhibición de todo el patrimonio de las cofradías torrevejenses fue sin duda el mayor reclamo de la misma. Diecinueve tronos participaron en esta multitudinaria estación de penitencia. Todos los de las cofradías a excepción del paso de Nuestro Padre Jesús Triunfante, la popular «burrica» y los dos pasos infantiles, Los Santos Evangelios de la cofradía de San Juan y el flamantemente estrenado en esta Semana Santa del Dulce Nombre de Jesús de la Cofradía de La Caída.
Como era de esperar, la cofradía titular de esta procesión, la del Santo Sepulcro, alcanzó una gran brillantez puesto que además de los cofrades infantiles y adultos, así como algunos caballeros alumbrantes, destacó la gran cantidad de mujeres ataviadas con la mantilla española precediendo el paso de Jesús Yacente que fue escoltado por miembros de la Guardia Civil de Torrevieja. Destacar igualmente en el cortejo de esta cofradía al Coro Maestro Ricardo Lafuente que fue interpretando «La muerte no es el final», así como la obra «Est sepultus est» del director de la agrupación, Aurelio Martínez López.
La procesión fue cerrada por la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, ataviada en esta ocasión de luto riguroso encarnando la soledad de la virgen. En el acompañamiento del paso destacó la presencia de Armando Bernabéu Andréu, Director de la Unidad de Música de la Guardia Real, al frente de la Unión Musical Torrevejense.
EL PÚBLICO SE VOLCÓ CON LAS PROCESIONES DEL JUEVES SANTO
La afluencia de público fue una nota destacada en las dos procesiones de la noche del Jueves Santo. Por un lado y desde la Inmaculada partió la tradicional procesión del Silencio con la Cofradía del Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio, precedida por la Cofradía de la Convocatoria cuyos cofrades portaron el farol habitual y se cubrieron la cabeza con el verduguillo. En el más absoluto silencio y oscuridad al apagarse el alumbrado público, resonó la música que interpretó el Coro Maestro Casanovas dirigido por Sabina Martínez. Ofrecieron “Vocatis Nazarenis”, una pieza compuesta por Gema Ruiz Pérez y Expedito Vázquez. También se cantó “Et Murtus Est”, compuesta por Expedito Vázquez Martínez y letra de Francisco Javier Rodríguez Gerardo. Ambas obras dedicadas al paso de La Convocatoria. Después en honor del Cristo Salinero y María del Silencio sonó un fragmento del oratorio “Yohanan” de José A. Quesada y Aurelio Martínez a cargo de Antonio Martínez Prieto y Belén Puente con el acompañamiento de música de capilla.
También solemne y en la oscuridad se celebró desde la Plaza del Calvario la Procesión del Descendimiento de Cristo con el siempre imponente paso y cofradía de Nuestra Señora de La Piedad. La cofradía cedió el honor de la primera levantá del paso a la esposa del presidente de la Asociación Plaza del Calvario, Antonio Aniorte, fallecido recientemente. La acogida por parte de público y devotos fue muy superior a la de años anteriores.
MIÉRCOLES SANTO DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS
El Miércoles Santo torrevejense dejó estampas para la historia particular de la Semana Santa en el marco de una jornada de estrenos y la máxima expectación, con el punto de mira en el Encuentro en la Vía Dolorosa que una un año más se llevó a cabo en el cruce entre las calles Ramón Gallud y María Parodi. Fueron muchísimas las personas que se movilizaron tanto en la salida de la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz desde la Parroquia de la inmaculada, como también desde la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús. Desde allí partió la Cofradía de La Convocatoria, con su paso insignia a hombros de costaleros a los sones de su banda de tambores y la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída que acogió por primera vez en su historia en procesión, al paso infantil del Dulce Nombre de Jesús. Imagen del cartel de la Semana Santa 2023, una preciosa escultura de Jesús Niño Jesús recostado sobre la cruz, como signo evidente de su destino desde su nacimiento, confeccionada con gran cariño y acierto por el escultor salinero, Víctor García Villalgordo. Jovencísimos costaleros y costaleras lo portaron a hombros. Antes de salir tuvo lugar una oración íntima de la cofradía con las voces de la Coral Maestro Casanovas que también intervino tras el instante de producirse el encuentro con una novedosa obra sacra realizada por el cofrade de La Caída, Expédito Vicente Vázquez, después de que los costaleros de la Virgen de la Esperanza se postrasen ante la imagen de Jesús de la Caída, cuyo trono era elevado a la misma vez. De gran importancia fue el trabajo de los capataces, Juan José Ruiz y Luis Felipe Chazarra en el decisivo momento del encuentro que siguió una enorme cantidad de público. Gran seguimiento tuvo después el momento de la recogida de los pasos en la Iglesia de la Inmaculada.