“Al final el que no se rinde llega hasta donde tiene que llegar”
El pasado 21 de abril se estrenó la miniserie ‘Montecristo’, de Movistar+, basada en el clásico literario de Alejandro Dumas, que cuenta con el actor Michael John Treanor. Nació en Liverpool, pero se crió en Torrevieja. Michael llegó con 9 años a la ciudad de la sal, donde residió hasta los 26 años y después regresó a Inglaterra. Allí decidió dar un giro a su vida y formarse en interpretación. El actor, que tiene un pie en el audiovisual español y otro en el internacional, tiene pendiente de estreno la película ‘Rich flu’, del director Galder Gaztelu-Urrutia. ‘La última’, ‘Nacho’, ‘Nasdrovia’, ‘Deudas’ y ‘Dos años y un día’ son algunas de las series en las que ha participado. En Vista Alegre hemos querido conocer a este torrevejense de adopción que se ha convertido en un rostro conocido del cine y series de televisión gracias a su gran calidad interpretativa.
Vista Alegre: ¿Cómo nació tu inquietud por ser actor?
Michael John Treanor: Allá por el 2010, estando en Inglaterra trabajando como seguridad de discoteca y boxeando, estaba un poco perdido y no sabía bien qué hacer con mi vida. El cine es algo que siempre me había gustado desde pequeño; es un trabajo importante contar cuentos a la gente y me lancé a probarlo. Al buscar en Internet un sitio que diera clases de interpretación para principiantes en Liverpool me salió MAD, que en inglés significa loco. Es la Merseyside Academy of Drama. Pensé que hay que estar un poco loco para empezar a actuar con casi 30 años. Al principio me daba un poco de vergüenza hasta que me di cuenta de que estaba todo el mundo pasando por lo mismo y lo di todo. A raíz de esa clase me apunté con un profesor muy bueno en Manchester, David Johnson, que ganó la Medalla del Imperio Británico. Él me preparó bien para la industria y me ha salido mucho trabajo en España.
V.A.- Echando la vista atrás, ¿alguna vez te habías imaginado llegar hasta aquí?
M.J.T.- La gente me dice que cuando empecé no sabía muy bien hasta donde llegaría porque es muy difícil meter cabeza como actor. Desde el principio sabía que me iba a costar, ha habido veces que es como darte cabezazos contra la pared y no sabes qué hacer, pero sabía que, de alguna manera, si llamaba a 40.000 puertas, alguna se me abriría. Y que si me caía 1.000 veces, me tenía que levantar 1.001. Al final el que no se rinde llega hasta donde tiene que llegar. Siempre he creído en mí mismo y en mi capacidad. Pienso que en esta vida si haces algo, lo tienes que hacer con todo tu corazón y tu alma, y yo se lo pedí al universo. Siempre me he visualizado donde estoy.
V.A.- ¿Cómo recuerdas los años que viviste en Torrevieja?
M.J.T.- Yo me considero torrevejense porque llegué a Torrevieja con 9 años. No hablaba nada de español y estudié en el colegio Cuba, donde tengo uno de los mejores recuerdos de mi infancia. Me acogieron todos muy bien, me reía mucho con mis compañeros. Recuerdo al director del colegio, don Ascensio, que era muy fan de los Beatles. Yo era el único inglés que había allí, por eso hablo tan bien español. Un recuerdo que tengo es toda la clase cantando el ‘Submarino amarillo’ en inglés. Recuerdo jugar al fútbol, montar en bicicleta, las casas con las puertas abiertas y las abuelas sentadas fuera hablando con las vecinas. Cuando vuelvo a Torrevieja me encanta dar un paseíto por la feria, la playa e ir al puerto a tomar algo con mis amigos. También tengo un buen recuerdo en los cines de la bolera. En 2009 vi con mis amigos la película ‘Celda 211’, que sale Luis Zahera haciendo el papel de un yonki que se llama Releches, y nos gustaba mucho. Cómo iba a saber yo que tantos años después iba a hacer una serie con él que se llama ‘La última’ de Disney+. A veces me tengo que pegar un pellizco y decir: mira lo que ha pasado en mi vida. En Torrevieja tengo a todos los amigos de mi infancia. Allí pasé ahí la edad del pavo, lo bueno y lo malo. El humor también me viene de ahí.
V.A.- El pasado 21 de abril se estrenó la miniserie ‘Montecristo’. Háblanos sobre tu personaje.
M.J.T.- Brendan Hastings, un mafioso irlandés carismático que habla español pero con acento irlandés. Tiene un gimnasio de boxeo y varios hombres trabajando para él y paralelamente tiene negocios en la ‘Dark Web’, el mercado negro online.
V.A.- Has trabajado en proyectos nacionales e internacionales, ¿cuál es el más especial para ti?
M.J.T.- De momento ‘Nasdrovia’ de Movistar+, que fue mi gran golpe en España con Hugo Silva y Leonor Watling. Yo soy de la mafia y ellos son dos abogados que están pasando la crisis de los 40 y abren un restaurante de comida rusa que se convierte en el favorito de la mafia. También es muy especial la serie ‘Deudas’ de Atresmedia, donde sale Mona Martínez, que ahora es mi vecina, y Carmen Maura. Todo ese equipo al final somos como una familia y nos queremos muchísimo.
V.A.- En la miniserie ‘Nasdrovia’ tuviste que hablar ruso, ¿cómo fue?
M.J.T.- Yo estaba en Inglaterra cuando me llegó el guion para hacer el casting, me dieron el papel y cuando me mandaron los guiones de mi personaje vi que estaban en ruso. Pensé que se habían equivocado y se lo dijeron al director, pero dijo que quería que lo interpretara yo. Siempre que veo al director le doy un abrazo que le dejo sin aliento porque apostó por mí y estoy muy agradecido. En esta vida hay que tener talento, yo me lo he trabajado mucho, pero también hay que tener un poquito de suerte. Los escritores de la serie y el director apostaron por mí y me abrieron las puertas. Es verdad que con 16 años empecé a trabajar como vigilante de seguridad en una discoteca y todos mis compañeros eran rusos y lituanos, y se me quedó el acento. Tuve que hincar codos y tirar para adelante.
V.A- ¿Podría decirse que esa serie te lanzó a la fama?
M.J.T.- A raíz de ahí los mismos escritores me llamaron para la serie ‘Dos años y un Día’, de Atremedia, y luego para ‘Cámera Café, la película’. También hicimos la serie ‘Pobre Diablo’, unos dibujos animados creados por Joaquín reyes y Ernesto Sevilla, donde soy un personaje que se llama Charlie Mango. Si vas a un sitio, haces un buen trabajo y les gustas, te van llamando para hacer otros trabajos.
V.A.- También has interpretado a un sevillano. ¿Te costó mucho hacerte con el acento andaluz?
M.J.T.- Interpreté a Miguelito el Rubio en ‘Dos años y un día’, un delincuente sevillano, devoto de la virgen. No me costó mucho, soy bastante bueno cogiendo el acento. El acento nuestro torrevejense me sirvió haciendo pequeños cambios. También pedí ayuda a unos amigos sevillanos. Decidí sesear y dejar las erres fuera al final de palabra.
V.A.- Si tuvieses que quedarte con un personaje, ¿con cuál sería?
M.J.T.- Es difícil, porque me gusta interpretarlos a todos. Me gustó mucho el personaje de Andrei, de ‘Deudas’, al que tengo mucho cariño. Pero vamos que todos los trabajos que he hecho me encantan, todos mis personajes, porque tengo la suerte de poder dar voz y vida a todos. En un futuro me gustaría hacer el papel de alguien con doble personalidad para investigar lo que es tener distintas personas dentro de una misma cabeza; me encantan los retos.
V.A.- ¿Has conseguido todas tus metas?
M.J.T.- No, me queda mucho por hacer, incluso un día me gustaría ganar un Oscar. No quiero parecer una persona chula, pero es a lo que aspiro, a ser uno de los mejores actores del mundo. Además, nunca paro de aprender. Hasta que tengas memoria puedes seguir haciéndolo si te gusta. Creo que aún me queda mucho camino por recorrer.