“La investigación es ir creando bases y precedentes para seguir avanzando”
El Comité de Seguimiento y Científico de la Comunidad Valenciana del Centro Español para los Cuidados Basados en la Evidencia del Instituto Carlos III de Madrid ha nombrado vocal de la provincia de Alicante a Ana María Navarro Fenoll, supervisora de enfermería de investigación del Hospital Universitario de Torrevieja. Es enfermera desde hace 25 años y empezó con la coordinación de ensayos clínicos en el Hospital Vega Baja. A lo largo del tiempo ha participado en más de 100 ensayos clínicos en los hospitales Vega Baja, Torrevieja y Vinalopó. Ha trabajado en la gestión de casos de oncología, siempre compaginando su labor asistencial con la actividad investigadora. Desde 2014 forma parte del Comité Ético de Investigación Clínica en el Hospital de Torrevieja, como vocal y en la secretaría.
Vista Alegre: ¿Cómo te sientes por este reciente nombramiento?
Ana María Navarro: El CECBE impulsa, lidera y coordina iniciativas que promueven la toma de decisiones en las estructuras del conjunto coordinado de los servicios de salud de la Administración del Estado y de las Comunidades Autónomas, dentro del marco de los cuidados de salud basados en la evidencia para mejorar los resultados en salud. Es la primera vez que se incluyen representantes de las provincias de Alicante y Castellón, ya que había un único representante de Valencia. Me siento muy contenta y orgullosa de poder representar a la provincia de Alicante y, sobre todo, con mucha ilusión de poder participar en los proyectos que se vayan a llevar a cabo en investigación y en cuidados basados en la evidencia a nivel nacional.
V.A.- ¿Qué crees que puedes impulsar en este comité desde la provincia?
A.M.N.- Servir de enlace entre CECBE, nuestro departamento y los de toda la provincia. Involucrarme y ser un altavoz para poner en marcha las cuatro líneas actuales que tienen de trabajo: la prevención de la obesidad infantil, la lactancia materna, la prevención de caídas y el lavado de manos. Es fundamental el apoyo incondicional recibido desde la dirección de enfermería. Poder trabajar en esas líneas estratégicas que tiene el comité y que nuestros centros de la provincia puedan obtener la certificación de centro comprometido con la excelencia es muy importante. También lo es dar a conocer el método científico a los profesionales para que lo apliquen en su día a día. Poder contribuir a proporcionar esa información, a despertar ese interés y a funcionar en base a esa manera protocolizada y sistematizada de trabajar también me parece importante.
V.A.- ¿Qué es para ti la investigación?
A.M.N.- Es avance, es una metodología de trabajo protocolizada que te ayuda a ordenarte, a obtener conclusiones objetivas y a demostrar la realidad. Si no fuera por la investigación, todo se queda en suposiciones. Es dar ese respaldo a la actividad del día a día e ir creando bases y precedentes para seguir avanzando y mejorando.
V.A.- Has participado en más de 100 ensayos clínicos, ¿destacarías alguno?
A.M.N.- Para mí el ensayo clínico más espectacular que he hecho en mi vida fue en el Hospital del Vinalopó con el dermatólogo Pedro Lloret. Formamos parte de un ensayo clínico a nivel nacional para la dermatitis atópica de moderada a severa, con el fármaco dupimulab, que actualmente ya está comercializado. La mejoría que experimentaron los pacientes para mí ha sido el trabajo más gratificante que he hecho nunca a nivel de investigación. Eran pacientes que estaban muy desanimados porque los tratamientos habituales no les mejoraban sus síntomas, y el ensayo clínico les ofrecía un fármaco experimental que demostró su efecto e hizo que prácticamente desaparecieran los síntomas de la dermatitis atópica. Fue muy impactante el resultado de ese ensayo clínico. Eran pacientes que hasta ese momento tenían muy condicionada su calidad de vida.
V.A.- Siempre has compaginado la actividad asistencial con la investigación, ¿cómo?
A.M.N.- Normalmente siempre he tenido un porcentaje de mi jornada de la semana liberado para poder encargarme de la investigación. He compaginado ambas cosas a base de trabajar y llevarlo todo para adelante. Sí es cierto que mi actividad asistencial desde hace mucho tiempo no forma parte de una planta de hospitalización o de una consulta externa que requiera un horario, y me he autogestionado.
V.A.- Trabajaste en la gestión de casos de oncología…
A.M.N.- Precisamente como enfermera gestora de casos es la actividad asistencial en la que me he sentido más útil y valiosa por la ayuda que le prestaba al paciente oncológico. Yo era, a través del teléfono, el enlace entre el paciente y el resto de profesionales que forman parte del proceso oncológico: oncólogo, radiólogo, cirujanos o nutricionistas. Los pacientes y familiares me llamaban para resolver dudas, manejo de síntomas o problemas con las citas médicas, aunque muchas veces también era un trabajo de escuchar y acompañar. Había muchas personas que me decían que debía ser muy duro ese trabajo, pero cuando realmente eres consciente de la ayuda que estás proporcionando… También me quedo con el aprendizaje a nivel personal del valor de la vida. Muchas veces no somos conscientes de que nos puede llegar una enfermedad de repente, parece que vamos posponiendo la vida ideal para un futuro y que, en realidad, la vida se vive cada día, la vida es hoy. Eso me dio un golpe muy fuerte de realidad porque me tenía que enfrentar a eso a diario. A nivel interno son lecciones que te hacen reflexionar y darte cuenta de que hay que disfrutar cada día. Muchos pacientes han sido para mí grandes maestros.
V.A.- Perteneces desde 2014 al Comité Ético de Investigación Clínica del Hospital de Torrevieja, ¿qué supuso para ti?
A.M.N.- Hubo la baja de la presidencia y secretaría, y asumimos los cargos el Jefe de Ginecología, Eduardo Cazorla, y yo. A raíz de esto cursé el Máster de Investigación y Ensayos Clínicos de la Universidad de Sevilla para dar respaldo a la parte más teórica de la investigación. Yo había formado parte de los ensayos clínicos desde la parte más práctica, pero estaba alejada de la normativa y los trámites que acompañan al desarrollo y puesta en marcha de los estudios de investigación. Para mí fue como cerrar un círculo porque pude conocer en primera persona todo el proceso que implica una investigación.
V.A.- En la pandemia creaste la hangermask junto a tu hermano José María Navarro Fenoll.
A.M.N.- Yo creo que fue la mezcla de la visión enfermera con la visión curiosa e investigadora y como no, contar con el apoyo mi hermano que es una persona imprescindible en mi vida, para que fuera mi cómplice en esta aventura. Me di cuenta de que nos quitábamos la mascarilla y la dejábamos en cualquier superficie, y me vino a la cabeza la imagen de la pinza. Pensé que sería muy útil disponer de un ganchito para colgar la mascarilla. Queríamos que fuera una pieza amable con el medioambiente, cómoda, ligera y blanda. Cuando dimos con el diseño de la pinza lo registramos en el Ministerio de Industria y conseguimos la patente. Fue muy viral y aceptado, así que muy contentos de haber contribuido positivamente en la pandemia.
V.A.- ¿Tienes algún futuro proyecto profesional?
A.M.N.- Siempre tengo muchas cosas en la cabeza porque me gustar vivir la vida desde la curiosidad y tengo mucha imaginación. Tengo la teoría de que cuántas más áreas del cerebro activamos por bases de conocimiento diferentes, permitimos que surjan conexiones que nunca sabes a dónde te van a llevar. Te puedo decir que ahora mismo tengo varias conexiones en marcha. Sí me encantaría liderar un proyecto de prevención de la enfermedad y promoción de la salud que esté basado en conocimientos actualizados y basados en la evidencia. Me llama la atención que cada vez la gente enferma antes. No somos conscientes de la importancia de la actividad física, la alimentación y la gestión de las emociones. Me gustaría ser un altavoz y dar a conocer eso, ya que es fundamental para vivir una buena vida con calidad y una vida llena vida.