El Auditorio programó la semana pasada ‘Torrevieja suena a jazz’, un ciclo en el que este género que nació en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX sonó en la ciudad en tres conciertos únicos.
El ciclo lo abrió Roberto Fonseca Trio, una formación liderada por el pianista cubano -con cinco teclados bajo sus manos-, y en la que le acompañan Yandi Martínez al contrabajo y bajo y Ruly Herrera a la percusión. El trío, recién llegado de La Habana, presentó ‘Abuc’ en el primer concierto de la gira europea que están realizando estos días. Con ritmos africanos que le dieron el toque más rítmico al concierto, con influencias de la música minimalista y con el intimismo que solo un contrabajo puede regalarnos al interpretar ‘Bésame mucho’, la formación rompió tabús y en hora y media ofreció jazz, boleros, chachachá y algo de música electrónica.
El segundo día fue el turno de Kyle Eastwood, considerado uno de los mejores contrabajistas del jazz contemporáneo. El hijo del afamado actor y director Clint Eastwood estuvo en Torrevieja con su cuarteto presentando ‘In Transit’ y ofreció un concierto de jazz en el que puristas y contemporáneos se dieron la mano. Compositor y arreglista excepcional, Eastwood tiene un halo cinematográfico en sus trabajos que le ha llevado a componer la banda sonora de películas tan reconocidas como ‘Gran Torino’ o ‘Cartas desde Iwo Jima’.
El ciclo lo cerró la cantante estadounidense Robin McKelle. Vocalista de blues y jazz, McKelle ha sido comparada con Ella Fitzgerald por su timbre de voz, aunque sus siete discos son una evidencia de que aunque existan las comparaciones, su carrera tiene nombre propio. La cantante vino a la ciudad en este ciclo para presentar su último trabajo, ‘Melodic canvas’, un proyecto muy personal que continúa con su afán por difuminar los géneros y, sobre todo, emocionar al público.