Diez años de Orquesta Sinfónica

La Orquesta Sinfónica de Torrevieja -OST- arrancó su décima temporada de conciertos el pasado sábado en el Auditorio Internacional, coincidiendo con su décimo aniversario sobre los escenarios.
La sala se llenó para disfrutar de una cita en la que, una vez más, la formación emocionó al público. Bajo la dirección de su titular, José Francisco Sánchez Sánchez, interpretó una selección de obras entre las que destacó el Concierto para violín de P.I.Tchaikovski, interpretado por el violinista portugués Pedro Carneiro. La perfecta adaptación del músico con la orquesta y con su director se apreció desde el mismo momento en que Carneiro salió al escenario. El violinista luso estuvo brillante y logró un fuerte y prolongado aplauso del público que le hizo volver al escenario para regalar un fado portugués que, de manera casi improvisada, acompañó parte de la orquesta. Fueron unos instantes mágicos de este concierto.
El programa se completó con la interpretación de la Sinfonía ‘Nuevo Mundo’ de A.Dvorak, considerada una de las sinfonías más populares de todos los tiempos, y la propina de la noche: la “Danza Eslava nº 8”, también de Dvorak.
Libro conmemorativo
Días antes del concierto fue presentado un libro conmemorativo sobre los diez años de vida de la orquesta. Fue en un acto que tuvo lugar en el salón principal del Casino y que contó con las intervenciones del director de la formación, José Francisco Sánchez, y de su presidente, Pelayo Mellado. Ellos narraron los orígenes de la orquesta, que inició como una formación de cámara que ofrecía conciertos en el Real Club Náutico. Los representantes de la orquesta hicieron entrega de unas placas conmemorativas a la empresa Agamed, representada por su gerente -José Manuel Nadal-, y a la Sociedad Cultural Casino, encabezada por su presidenta, Rosario Soler. Para finalizar, un quinteto ofreció al público un pequeño concierto en el que se recordaron los inicios de la orquesta. El grupo de cámara eligió para la ocasión “Melodía Ucraniana”, de Raydel, o “Perfume de Oriente”, de Francisco Casanovas.