Anotaciones de noviembre IV: Los adornos interiores

Me gusta mucho ver cómo la ciudad se va adornando para la celebración inminente de las fiestas en honor a nuestra patrona, la Purísima, coincidiendo también con los primeros días de Adviento. Recuerdo la alegría con la que esperaba estos días cuando era pequeño. Días de familia y celebración, de emoción contenida. Pero también me gusta el adorno interior, el recogimiento, cómo intentamos preparar este tiempo de gracia alumbrando el hondón del alma con un sencillo pábilo vacilante.

            …

            Asisto al pregón de mi buena amiga Carmen Solano. “Dios no se equivoca nunca”, dice en un momento determinado. No puedo más que asentir emocionado. Sus palabras evocan recuerdos de muchos momentos compartidos. Unos recuerdos que explican lo que realmente somos.

            …

            Leyendo el epistolario entre María Zambrano y José Ferrater Mora (Editorial Renacimiento) me encuentro con las siguientes palabras que, en carta fechada el 18 de septiembre de 1944, en Cuba, escribe la pensadora malagueña: “El Cristianismo trágico de don Miguel (Unamuno) es una sima sin fondo, y a mi entender es la médula de la historia religiosa de Europa, no quiero decir que en la obra de Unamuno, sino que es el tema: el renacer, más que la reforma del Cristianismo, que el espíritu occidental todavía no ha conseguido. Y de ahí que estemos todavía en las catacumbas”. Una sima sin fondo… ¿y quién está dispuesto a descender hasta esa sima?

            …

            ¿Por qué nos escandaliza la imagen dolorida y sangrienta de un Cristo sufriente? Ahí, en esa pregunta y en sus posibles respuestas, hay también toda una sima sin fondo… Recuerdas entonces que Unamuno, presencia constante, visitó el monasterio de las Claras en Palencia, y a su Cristo escribió acaso el que sea uno de los poemas más profundos y verdaderos de nuestro idioma. Y en el recuerdo de esos versos, evocadores de una tierra horizontal y yerma, se te va pasando la tarde, y quizá también tu pena.

            …

            ¿No es la corona de Adviento un Vía Crucis al revés? Aunque ambos, en el fondo, están cargados de esperanza.

            …

            Misa del aniversario de la muerte de mi padre. Como todos los años coincide con la misa que la Unión Musical Torrevejense celebra en honor a santa Cecilia. Me gusta que sea así. Además, lectura de Mateo 25… ¿en qué momento hice eso por ti, Señor? La pregunta y la respuesta que determina todo lo que somos y todo lo que seremos.

            …

            En Las nubes por dentro, de Andrés Trapiello, encuentro la siguiente frase: “Todo lo que un escritor escribe sabiéndolo antes de ponerse a ello, no sirve para nada”.

            …

La vida cristiana pautada por las velas de la corona de Adviento y las estaciones de un Vía Crucis; el ritmo acompasado con el que debe adornarse nuestro corazón.

            Marco Antonio Torres Mazón