Los caminos públicos y las vías pecuarias, esos caminos de trashumancia que utilizaban los pastores y ganaderos para trasladar su ganado a otros pastos y que permitían también la conexión entre vecinos de diferentes pueblos, forman parte de la identidad y la historia de los pueblos.
En la actualidad, la Comunitat Valenciana cuenta con una red de vías pecuarias de más de 14.000 kilómetros, según los datos de Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. En Torrevieja, según el catálogo de vías pecuarias de la Comunitat, contamos con dos: la Cañada Real de la Costa, con una longitud de 14.590 metros y que se encuentra en Lo Ferrís, y la Colada de las Cumbres, de menor extensión.
La semana pasada se celebraron en Torrevieja las XII Jornadas en Defensa de los Caminos Públicos, una iniciativa que se ha centrado en mostrar el valor histórico y patrimonial de estos parajes naturales que requieren de preservación y protección administrativa.
¿Por qué hay que proteger los caminos públicos y vías pecuarias?
Los caminos públicos y las vías pecuarias han sido utilizadas durante siglos en el pastoreo de ganado caprino, ovino y bovino, para la comunicación entre comarcas y como zona de ocio. Son caminos de titularidad pública que forman parte de la idiosincrasia de nuestro país y de nuestra geografía, y necesitan ser preservados y conservados.
En un momento en el que cada vez menos ciudades respetan y defienden sus caminos y vías, Torrevieja acogió la semana pasada las XII Jornadas en defensa de los Caminos Públicos, una iniciativa organizada por el Ayuntamiento, la sede de la Universidad de Alicante en Torrevieja, la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos (PICP) y la Asociación Salvemos Lo Ferrís. Dirigidas a montañeros, ecologistas, responsables municipales, usuarios de los caminos y asociaciones defensoras de los caminos públicos, estas jornadas multidisciplinares combinaron conferencias y trabajo de campo para tratar algunos problemas y soluciones a la problemática de los caminos públicos, que cada vez cuentan con una menor protección.
El valor de estos espacios estriba en el ámbito histórico, pero también en el social, el económico y el medioambiental. Son caminos que tienen su origen en la trashumancia de la Baja Edad Media y que han albergado el traslado del ganado que ha tenido que desplazarse para alimentarse huyendo de las estaciones y los climas extremos. Son caminos con un gran valor medioambiental porque su permanencia es esencial para la conservación de la biodiversidad y el intercambio genético de la flora y la fauna. Son caminos que han conectado ciudades vecinas y en los que se han celebrado festejos como la Semana Santa. Pero sobre todo, estos caminos “son de todos”, como afirmó el alcalde, José Manuel Dolón, en la inauguración de las jornadas. El primer edil destacó la importancia de “luchar por la supervivencia de estos caminos y sendas para tratar de que vuelvan a ser un medio de comunicación y patrimonio de todos los españoles”. Dolón aludió al gran desarrollo inmobiliario de Torrevieja que, en palabras suyas, “ha hecho desaparecer sus señas de identidad en los últimos 30 años”.
Torrevieja cuenta en la actualidad con dos vías pecuarias: la Cañada Real de la Costa, que se encuentra en Lo Ferrís y tiene una extensión superior a los 14 kilómetros, y la Colada de las Cumbres, de algo más de un kilómetro de longitud. Lo Ferrís, el último tramo sin urbanizar de la costa torrevejense y conocido por su gran belleza y la virginidad de su entorno, fue el camino elegido para realizar una marcha enmarcada en las jornadas y en la que participaron un centenar de personas, unos 50 ciclistas y una treintena de ovejas. En ella, algunos participantes destacaron el peligro que corre el camino porque, aseguran, se han colocado vallas que ocupan parte de esta Cañada Real. “Hay muchas presiones y expectativas de poder urbanizar”, dijo el primer edil en referencia a la intención que existe de construir en la finca Lo Ferrís, a pesar de que el camino público que lo atraviesa está protegido por Ley por su gran valor paisajístico, cultural y su gran palmeral repleto de árboles de más cien años de antigüedad. Es por eso que el propio Ayuntamiento ha intervenido y revisado la licencia de la obra del muro, y ha pedido a la Conselleria que deslinde esta vía pecuaria. Actualmente, la zona se encuentra en periodo de clasificación para marcar su trazado.
El edil de Participación Ciudadana, Víctor Ferrández, cuya concejalía organizó las jornadas junto a la sede de la UA en Torrevieja, la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos y la asociación ‘Salvemos Lo Ferrís’, habló sobre la situación crítica de la finca al afirmar que ante una situación de “bienes públicos olvidados y ocupados”, se debía “poner el bien común y el interés público por encima del privado”.
La directora general del Territorio, Urbanismo y Paisaje de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Rosa Pardo Marín, afirmó durante su ponencia que habrá un Plan de Acción Territorial de la Vega Baja y dio detalles del Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (PATIVEL), que tiene en cuenta a las vías pecuarias como un bien cultural.
En un momento en el que los caminos y las vías están amenazadas y a la espera de una mayor proyección, existe también un lugar para la esperanza que llega de la mano del turismo y de la atracción que está despertando el turismo sostenible. Según Berta María Tomás, presidenta de la Asociación ‘Salvemos Lo Ferrís’, la conservación de estos caminos atraerá a nuevos turistas.
Las jornadas acabaron el pasado domingo con la visita de los participantes al Centro de Interpretación del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja.