La sombra del terremoto que arrebató 389 vidas y provocó daños irreparables en 1829, sigue estando muy presente en las mentes de los torrevejenses. El sismo dejó destruidas 5.000 viviendas y 375 heridos. Tras un repaso por estas escalofriantes cifras, nos ronda una pregunta, ¿está Torrevieja preparada para un movimiento sísmico de gran magnitud? El gran simulacro, que se celebró el pasado 14 de noviembre, dio respuesta a esta inquietud, demostrando que los organismos técnicos, sanitarios y de logística sabrían reaccionar perfectamente en una situación de emergencias de esta índole.
El gran simulacro
A primera hora de la mañana del miércoles, el alcalde, que se encontraba en su despacho trabajando, recibió una llamada en la que le comunican que la tierra ha temblado y que Torrevieja ha registrado un terremoto de 5.5. Así dio comienzo el simulacro y a partir de ese momento toda la ciudad se puso patas arriba para simular el terremoto y actuar en consecuencia. Se trabajó sobre cinco escenarios, cuatro de Torrevieja -Colonia San Esteban, Archivo Municipal, Casino y Recinto de Ferias y Mercados- y un quinto, el municipio valenciano de Algemesí , que participó como si fuera un barrio más de la ciudad sirviendo como el campo de prácticas de intervención en la emergencia. En él se involucraron 13.000 personas –los 12.000 de la comunidad educativa que han seguido el protocolo de evacuación en cada centro y el millar que ha estado activo en cada uno de los puntos- y 25 organismos. Entre ellos dispositivos de seguridad, empresas relacionadas con los recursos básicos, asociaciones, centros escolares y de la tercera edad, comunidades extranjeras… “Todos hemos trabajamos codo con codo para participar en este simulacro desde que la Agencia se puso en contacto con nosotros porque somos conscientes de que en cualquier momento podríamos sufrir un seísmo como el simulado y que es esencial que cada uno sepa qué tiene que hacer en cada momento”, explicó el alcalde de Torrevieja, José Manuel Dolón. Una participación que sirve de precedente y garantía de que si llegara el momento, todos los medios trabajarán a contrarreloj y con suficiente conocimiento para abordar una situación de esta envergadura.
Una jornada de 12 horas, desde las 08:00 hasta las 19:30 h, un simulacro con seis ejercicios, que pasará a la historia.