Aforo completo para el concierto de la OST en su primera actuación en la capital del Turia.
El pasado domingo 3 de marzo, la Orquesta Sinfónica de Torrevieja se trasladaba por primera vez en sus 15 años de historia al Palau de la Música de Valencia. Para esta ocasión única de mostrar la cultura musical torrevejense en la capital valenciana, el ayuntamiento de Torrevieja había flotado un autobús gratuito para todo aquel que quisiera asistir. Nada más llegar, los responsables de la sala ya comentaban que la plataforma de venta de entradas online se había visto colapsada por la gran cantidad de accesos simultáneos de público intentando adquirir entradas para el evento. En las horas previas al concierto ya era palpable en las puertas del edificio la inquietud de un numeroso grupo de personas intentando conseguir una entrada ya que en taquilla se había colgado el cartel de aforo completo, algo inusual para estas fechas según palabras del propio personal del Palau. De esta manera las 1.781 localidades del patio de butacas de la gran sala sinfónica “José Iturbi” lucían un aspecto imponente repletas de público que iban a asistir a un concierto memorable.
Y así fue, la Orquesta Sinfónica de Torrevieja” demostró en uno de los espacios culturales más importantes del país y de Europa como la música clásica puede seguir siendo cautivadora para las audiencias contemporáneas.
La velada comenzó con el magnífico «Concierto para piano y orquesta Nº5, Op.73», más conocido popularmente como «Emperador», del ilustre Ludwig van Beethoven. Desde los primeros compases, el brillante pianista invitado Francisco Fierro cautivó al público con su virtuosismo y sensibilidad, mientras la orquesta dirigida por el maestro José Francisco Sánchez, proyectaba a su alrededor sonidos impregnados de cálidos matices. Cada nota resonaba con una profundidad emocional que transportaba a los oyentes a un mundo de belleza y pasión. La gran ovación del público hizo que Francisco Fierro nos deleitara con una magistral interpretación improvisada al piano antes del descanso.
Después del vibrante «Emperador», la OST nos llevó en un viaje a través del genio musical de Wolfgang Amadeus Mozart con su interpretación de la «Sinfonía No 39 K.543». Esta sinfonía, una de las últimas obras maestras del prolífico compositor, es un monumento al clasicismo, con su estructura perfectamente equilibrada y su riqueza melódica inigualable. Bajo la inspirada dirección del maestro Sánchez, la orquesta respiraba vida en cada nota, interpretando la música de Mozart con una frescura y vitalidad que era simplemente cautivadora. Desde la emotiva introducción hasta el exuberante final, cada movimiento de la sinfonía era una obra maestra en sí misma, ejecutada con precisión y pasión por los músicos de la orquesta
Y como broche final a una noche de música sublime, la OST y el maestro Sánchez ofrecieron como propina la obertura de «Las bodas de Fígaro» de Mozart, que fue enérgicamente ovacionada entre bravos y aplausos por el público que abarrotaba la sala sinfónica del Palau.
A la salida, tanto el público asistente como los responsables del “Palau de la Música de Valencia” alababan sorprendidos la tremenda calidad de la orquesta y el gran seguimiento de público que había tenido este concierto, incluso con el hándicap que suponía hacerlo un domingo por la tarde y coincidiendo con el inicio de la celebración de las fiestas falleras.