La madurez luminosa de la «cellista» deleito en Torrevieja

Antoni Jakubowski – Crítico musical

El programa del cuarto concierto de la temporada 2023/24 de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja aparentemente se construyó con la intención de presentar las formas, carácter y ambiente que acompañaban al público de aquella época clásica, durante los conciertos ocasionales o más populares. El maestro José Francisco Sánchez – director titular de nuestra Sinfónica eligió está vez tres obras de características menos pomposas y serias, comenzando la velada con el Divertimento en Sí bemol Mayor K.137 del Inmortal W.A.Mozart. Después del poco convencional comienzo de la obra, (Andante – cómo primer movimiento), Mozart permite a sus oyentes relajarse en la segunda y tercera parte, de tiempos Alegres.  La Orquesta de cuerdas bajo del maestro J.F. Sánchez, una vez más desempeñó el papel importante, acentuando las peculiares figuras melódicas y rítmicas, sin olvidar del humor tan presente en la obra. Resultó que hemos presenciado una versión ligera, que fue apoyada por la implicación del director y la estupenda calidad de las cuerdas.

             Un verdadero placer fue la posibilidad de escuchar a una joven y talentosa chellsta coreana Danbin Lee, interpretando “Variaciones Rokoko”, la fabulosa obra de P.I. Tchaikovsky, llena de ideas maravillosas y muchos colores  sonoros. Tras una introducción orquestal, la cellista presentó un tema sencillo pero elegante, seguido por siete variaciones de diferentes estilos y emociones. La actuación de Danbin Lee fue realmente encantadora. La «cellista» a pesar de su juventud (21 ańos) dio pleno sentido a los diferentes elementos de la obra, agregando la energía, virtuosismo excepcional y una presentación decidida de mucho carácter con una variedad de ideas bien claras. En pocas palabras, Danbin lee al exhibir su gran categoría y talento, ofreció una interpretación enérgica, dinámica, muy madura y llena del sonido precioso, concediendo los momentos expresivos al comienzo y otros más espectaculares en la realización de los pasajes veloces y octavas paralelas. Tanto la solista, cómo los acompañantes de la Orquesta, dirigida por José Francisco Sánchez, en las Variaciones Rokoko crearon un clima emotivo, tensionado, contrastado e incluso muy clásico. La respuesta del público fue muy cordial y cómo agradecimiento la solista brindó maravillosamente un movimiento de la Suite No 6 de J.S. Bach cómo propina.

              La segunda parte de la velada fue dedicada a L.van Beethoven y su Octava Sinfonía Fa-Mayor Op 93. Los cuatro movimientos de carácter alegre abundan de buen humor a través del uso de las pausas y notas inesperadas y sorprendentes, Maestro Sánchez desde el podium, ofreció una interpretación inspirada y convincente, centrando en la precisión y claridad de sonido. En la Orquesta fue el momento perfecto para brindarnos una brillante interpretación de todas las ideas musicales desarrolladas por L.van Beethoven. Hemos presenciado una interpretación rotunda a la que el público respondió de manera efusiva, provocando un electrizante bis; Final de la Sinfonía no 7. del mismo Beethoven. Fue una velada sumamente interesante con: una solista fabulosa y el conjunto Sinfónico con director en gran forma – artistas que a los espectadores le han permitido disfrutar de los soberbios clásicos. Todos merecieron una sincera enhorabuena.