La procesión más torrevejense de todas, la de la mañana del Domingo de Resurrección, concentró como siempre a muchísimas personas en un ambiente de gran emoción. Puntual como siempre daba comienzo esta procesión doble que se iniciaba con la Cofradía de San Juan Evangelista, toda de blanco, seguido por la imagen de La Purísima Concepción, patrona de Torrevieja, cubierta con la mantilla de luto. En sentido inverso partió el Santísimo Sacramento, el cuerpo vivo de Jesús bajo palio y cuando se encontró, frente a frente, en la calle Fotógrados Darblade, con su madre, fue entonces cuando la persona encargada este año por la Asociación Hijos de la Inmaculada, Manuel Pizana Sala, procedió a retirar la mantilla a La Purísima, protagonizando así un momento siempre emocionante. Fue entonces cuando los costaleros alzaron a la virgen hasta en tres ocasiones, a las órdenes del capataz, José Lorenzo, mientras caía desde ventanas y balcones, una enorme petalada de flores e infinidad de los aleluyas ganadores del 6º concurso que se ha celebrado este año. También el nuevo párroco de La Inmaculada, José Antonio Gea, vivió por primera vez esta emblemática procesión y realizó la ostensión del Santisimo ante los fieles. A continuación, fueron las costaleras quienes dieron el relevo a los hombres y condujeron a La Purísima hasta el interior de su templo, teniendo como costalera capataz circunstancial a Inmaculada Casamayor Carmona. Precisamente con la entrada de La Purísima en el templo se cerraba esta procesión y con ella la Semana Santa 2024, a falta de que el próximo lunes, festividad de San Vicente Ferrer tenga lugar la tradicional procesión del comulgar.
La tarde del Domingo de Resurrección quedó marcada por el fallecimiento del joven cofrade, Roque Canales Bernabé que, el pasado 14 de marzo fue el encargado de realizar la bajada de su imagen de Cristo Crucificado.
PROCESIÓN DEL SILENCIO CON SABOR MEDIEVAL EN LA NOCHE DEL JUEVES SANTO
Finalmente, la climatología respetó el desarrollo de los días más relevantes de la Semana Santa torrevejense 2024. Todas y cada una de las procesiones previstas pudo salir a las calles comenzando por las del Jueves Santo envueltas en el silencio y la oscuridad que reinó en todas las calles que vieron pasar los pasos ya que, un año más, el Ayuntamiento desconectó el alumbrado público de los itinerarios lo mismo que los comercios situados en los mismos también apagaron mayoritariamente sus luces. La primera de las procesiones en salir a las calles en la noche del Jueves Santo fue la del Silencio con la participación de las cofradías de La Convocatoria y la del Cristo Crucificado y María Santísima del Silencio con sus dos pasos. A las puertas de la Iglesia de la Inmaculada sonaron las voces de la Coral Maestro Casanovas dirigida por Antonio Zamora Meseguer junto con la flauta de Esperanza Lafuente Cos, el clarinete de Alicia Vallejos y el timbal y yunque de Manuel Santacruz. Haciendo sonar la campana tubular y carraca, además de los recitados, estuvo Expedito Vázquez Martínez, autor de las obras que fueron interpretadas como “Vocatis Nazarenis” y otras dedicadas a las tres cofradías participantes que hicieron que la noche se impregnara de un ambiente medieval-
La procesión del Silencio se adentró como siempre en el Barrio del Acequión y especial fue su paso por el callejón del Turco, donde también sonaron las saetas al Cristo de los Salineros y a María del Silencio.
EL PREGONERO DE LA SEMANA SANTA, ANTONIO HÓDAR, LEVANTÓ EL PASO DE LA PIEDAD POR PRIMERA VEZ
También el jueves en la frontera con el inicio del Viernes Santo, se iniciaba la procesión del Descendimiento de Cristo con la Cofradía de Nuestra Señora de La Piedad. El pregonero de la Semana Santa 2024, Antonio Hódar, que siempre participa en esta procesión como organización de la Junta Mayor, tuvo el honor concedido por la propia cofradía de La Piedad, de dar con el martillo la primera levantá del paso. Después sería la Agrupación Coral Manuel Barberá quien dirigida por Sergey Larkin cantó al paso en la Plaza del Calvario una de las obras de más sabor y antiguas de la Semana Santa salinera como es “La Pasión de la Tía Tortas”. Después frente al Palacio de la Música en la calle, María Parodi cantó “La saeta” de Machado en una versión de la canción que popularizara, Joan Manuel Serrat.
EL SANTO SEPULCRO BRILLÓ EN LA PROCESIÓN DEL SANTO ENTIERRO
El Viernes Santo discurrió según lo previsto y a las siete en punto de la tarde se iniciaba la magna y solemne procesión del Santo Entierro de Cristo desde el templo de la Inmaculada. La totalidad de las quince cofradías torrevejenses hicieron estación de penitencia con 18 de sus pasos, haciendo jun recorrido por toda la pasión y muerte de Jesucristo. Cientos, miles de personas cubrieron la totalidad del recorrido por el que discurrió la procesión en la que destacó la titular de la misma, la Cofradía del Santo Sepulcro, Nuestro Padre Jesús Yacente que, durante gran parte de su recorrido lo hizo con la marcha “La muerte no es el final” y “Et Sepultus Est” en algunas de las voces de la Coral Maestro Ricardo Lafuente con su director, Aurelio Martínez. Los 70 años de la cofradía del Sepulcro se dejaron notar en la recuperación de los hombres de traje en las filas de los cofrades, pero también en el número de capirotes y sobre todo en la nutrida representación de cofrades que lucieron la mantilla española, unas sesenta y cinco que precedieron el paso del entierro de Jesús. En esta ocasión el cuerpo de la Guardia Civil, hermano mayor honorario de la cofradía, otorgó un piquete de honor en el que pudieron verse a varios agentes torrevejenses. También se contó en la presidencia del paso al teniente coronel jefe de la Compañía de Torrevieja, Santos Buendía. La virgen dolorosa ataviada en su soledad cerró el cortejo solemne del Viernes Santo.
EL ENCUENTRO GLORIOSO DE RESURRECCIÓN CERRÓ LA SEMANA SANTA EN LA MATA
También en La Mata se han vivido con gran participación y recogimiento las celebraciones de la Semana Santa. Además de los oficios en la Iglesia Parroquial de la Virgen del Rosario, el Jueves Santo tuvo lugar la procesión del silencio con la participación de las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, el Cristo Crucificado de la Buena Muerte y Nuestra Señora de los Dolores.
Y el domingo, a primeras horas de la mañana, tenía lugar la procesión del Santo Encuentro. Por un lado, partieron las imágenes de San Juan Evangelista a hombros de costaleros, mientras que el paso de la Virgen de los Dolores era portado por costaleros. Otro recorrido hizo el Santísimo Sacramento bajo palio portado por el párroco de La Mata, hasta que se produjo el encuentro en la Plaza de Santiago Gil. Allí la Reina de las Fiestas de La Mata, María Barrera fue la encargada de retirar la mantilla de luto de la imagen de la virgen, mientras Fernando Cases le imponía a la dolorosa el corazón atravesado por siete puñales en su pecho y la corona aureola en su cabeza. Inmediatamente después fue interpretado el himno nacional mientras que la imagen de la virgen era elevada como signo de alegría. Fusionadas las dos procesiones completaron el recorrido hasta el templo parroquial con una gran asistencia de público.