Con la fiesta local del pasado lunes, con motivo de la celebración del Día de San Vicente Ferrer, se ponía el punto y final a las celebraciones de la Semana Santa y la pascua en Torrevieja. Fiel a la tradición tuvo lugar la procesión del comulgar que recorrió las calles del centro de la ciudad. Procesión eucarística de gloria que tiene como objetivo trasladar la Sagrada Comunión a enfermos e impedidos. El Santísimo Sacramento bajo palio se detuvo hasta en tres ocasiones a lo largo de su itinerario por las calles Caballero de Rodas, Clemente Gosalvez, Canónigo Torres, Azorín y de nuevo hasta llegar al templo de la Inmaculada por la calle Rodas. El párroco de la Inmaculada, José Antonio Gea, fue el encargado de portar el viático y además de presidir una misa previa en la que se hizo entrega de la documentación que acredita como nuevos Ministros Extraordinarios para la Administrar la Comunión a José Arturo Mercé, Inmaculada Munuera, María Ángeles Brotons y Miguel García, que han sido confirmados por el Obispo de la Diócesis. Tanto en la misa como en la procesión estuvo el alcalde, Eduardo Dolón junto con ediles del gobierno municipal. También asistió la Reina de la Sal, Mireya Hernández y las damas, Paula García y Beatriz Cerdá.
La interpretación de la Marcha Real por parte de la banda de la Unión Musical Torrevejense puso el broche final a una procesión tan tradicional y que cierra las celebraciones de la Semana Santa torrevejense, con la organización de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la Parroquia de la Inmaculada.
Por otro lado no fueron pocos los torrevejenses que se lanzaron a los espacios verdes y casas en contacto con la naturaleza para festejar este día tan tradicional. También fue el último día de acampada en el Área Recreativa Municipal “José Eduardo Gil Rebollo”, donde se han vivido unas jornadas de gran convivencia con más de un millar de personas acampadas.