El décimo concierto de Año Nuevo – Reyes pasó a la historia por su gracia y elegancia, componentes del viaje musical que estimuló rítmicamente y melódicamente a los oyentes, provocando muchas emociones muy positivas en las dos sesiones que tuvieron lugar el día 4 y el 6 de enero. La Orquesta Sinfónica de Torrevieja, bajo el impulso musical del maestro José Francisco Sánchez, en la sala del Auditorio Internacional, como siempre repleta hasta el último sillón, sugirió una mágica excursión sonora, gracias a la compilación de las piezas encantadoras, alegres y populares, como valses, polkas, marchas y mucho más. Fluidos especiales llenaron la sala. Es increíble cómo la música elegida para esta fecha puede provocar agradablemente los sentidos, poniéndolos animados y de buen humor.
Con el Preludio del “Barberillo de lavapiés” de F.A. Barbieri, la orquesta mostró una fluidez temperamental, agradable y simpática. Bajo la conducción atenta de J.F. Sánchez, el público entró en un ambiente festivo, principalmente debido a la presentación de las piezas vienesas de la familia Strauss, que tradicionalmente ocupan la mayor parte del programa, aunque de vez en cuando también brillaban los sonidos de la música espańola u otras. Por primera vez en mi larga experiencia musical, tuve la posibilidad de escuchar la interesantísima Obertura “Pique Dame” de Fr. von Suppé, llena de virtuosismo, vigor y sorprendentes contrastes dinámicos.
¡¡¡Impresionante música!!! Continuando el concierto, la orquesta explotó una variedad de colores y registros, ofreciendo piezas de J.Strauss y P. Tchaikovsky, para terminar la primera parte con un fragmento de la zarzuela “La Torre de Oro” de G. Gimenez.
El ambiente alegre y ligero se manifestó aún más durante la segunda mitad de concierto, y eso no por haber tomado una o dos copas de cava durante el intermedio, sino a través de la música conocida, gustada, pegadiza y fácil de reconocer. La OST y maestro Sánchez dieron una muestra de buen gusto al incrustar entre las piezas de los Strauss – (“Carmen”,”Sangre Vienesa” y “Sturm Schritt”), partes de las zarzuelas espańolas de F. Chueca – (“La alegría de la Huerta”) y M.Fdez Caballero – (“Jota de Gigantes y cabezudos”). También la humorada teatral “Galop” de H.C. Lumbye fue de gran admiración pública.
Para terminar el programa previsto, los artistas ofrecieron una tradicional dosis de nostalgia vienesa con el vals de J. Strauss – “Danubio Azul”, pieza obligatoria para la ocasión, la que siempre evoca una emoción especial, al fin obligando a ofrecer un par de propinas. Luego de una “Polka Rápida” de J.Strauss II, los percusionistas de la orquesta, Modesto Antonio García y Alejandro Pelegrín Lax, se presentaron tocando el famoso ”Czardas” de V.Monti para marimba y campanitas, en una versión chistosa, llena de chispa y virtuosismo casi circense. Y ya como despedida definitiva, el no menos famoso “Radetzky Marsch”, por supuesto, como siempre, con la participación activa del público presente.
Felicitaciones a la Orquesta Sinfónica de Torrevieja y al maestro J.F. Sánchez por una diversión excepcional a través de los sonidos populares y clásicos en un programa fascinante y concierto memorable.