Antoni Jakubowski
El segundo concierto de cámara en la temporada -organizado por la Orquesta Sinfónica de Torrevieja, bajo la dirección artística del concertino de la misma, el maestro Stanislav Tkach, tuvo lugar en el Teatro Municipal torrevejense el pasado día 8 y fue el disfrute de la belleza melódica de la ópera. Admito sinceramente que iba al concierto con sentimientos bastante extraños, ya que pensaba que solamente cuatro músicos, sin ni tan siquiera una cantante, podrían provocar ciertas inquietudes. A pesar de mis dudas, los protagonistas, Stanislav Tkach (violín), Francisco J. Garres (clarinete), Sofía Albaladejo (oboe) y Germán Martínez (fagot) trataron de convencer a la audiencia con su arte. El cuarteto preparó una amplia gama de fragmentos -desde las oberturas hasta las conocidísimas arias, en los arreglos hechos por un músico americano, Jeff Manookian. Ya las Oberturas, “Fígaro Hochzeit” de W.A. Mozart, “El Murciélago” de J. Strauss, “Zamba” de F. Herold y “El Barbero de Sevilla” de G. Rossini, fueron el destello inicial y una pista de lo que acontecería. Hubo chispa y luminosidad, aunque en comparación a la sonoridad orquestal, la ejecución pudo provocar una sonrisa tímida en el rostro. Pero gracias a la precisión interpretativa, la recepción de cada composición posterior fue ya mucho más fácil y mejor. En la “Obertura Cubana” de G. Gershwin, lo que impresionó fue que el cuarteto sacó a la luz una atmósfera cargada de emociones. Para completar esta relación, me permito mencionar nombres de los compositores de las muy conocidas y populares piezas presentadas durante la segunda parte de la velada de anoche; Bizet, Offenbach, Puccini, Delibes, Mozart, Lehar, Massenet, Prokofiev y Gershwin -un amplio y rico mosaico musical de los hits de ópera. Dos encores de agradecimiento han concluido el concierto.
Los cuatro intérpretes llevaron al público al mundo de ópera en versión instrumental íntima y emotiva, proporcionando una atmósfera amigable al exponer una fiesta para el oído un poco diferente.