‘Con la Laguna en la mente’

Con una charla virtual del arquitecto, profesor y diseñador Carlos Jiménez Cenamor (DelAmorYlaBelleza), arrancó el pasado viernes, 8 de mayo, el programa de presentaciones públicas online ‘Con la Laguna en la mente’, organizadas por 135 alumnos de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos de la UA, dirigidos por los profesores Enrique Nieto y María José Marcos, en colaboración con la Sede Universitaria de Torrevieja y la Concejalía de Educación del Ayuntamiento.
‘Con la Laguna en la mente’ tiene como objetivo abordar los nuevos futuros de la Laguna de La Mata desde la ecodependencia, el paisaje del cuidado o la educación del ecosistema.
Los alumnos estaban realizando el trabajo de campo en la laguna, pero la situación del COVID-19 les obligó a cambiar su visión y llevarse este espacio natural a sus casas para visualizar cómo crear cuidados para este ecosistema desde la distancia. El arquitecto Carlos Jiménez Cenamor señaló que esta situación “nos ha permitido acercarnos a las lagunas de forma hiper respetuosa” y que gracias a ese hándicap “hemos tenido que aprender a observar a otros seres que son relevantes y analizar qué podían hacer para ocupar nuestro espacio y no al revés”.
Una de las alumnas se preguntó si la situación de confinamiento afectará a partir de ahora en el diseño de las ciudades. El arquitecto Carlos Jiménez opinó que a escala humana se producirá un “cambio radical”, ya que ahora se valoran cosas que antes no, como la necesidad de hacer más vivibles las ciudades.
Foros online
El próximo foro será el viernes, 22 de mayo, de 13 a 15 horas, con la charla ‘Ecosistemas en la Laguna de la Mata, a cargo de María José Guillén y Alberto Gil (AMAA), a través de Instagram. El viernes, 29 de mayo, tendrá lugar una presentación pública online con personalidades de Torrevieja. Como colofón, el viernes, 12 de junio, se estrenará la película ‘Con la mente en la Laguna’.

¿Cómo acercarnos a un paisaje y cuidarlo?

“Muchas veces los arquitectos diseñan un paisaje para ser visto, pero el paisaje también se huele, se come…”, aseguró el arquitecto Carlos Jiménez, quien apostó por averiguar cuáles son las condiciones reales de ese espacio para que pueda auto regenerarse y reinventarse. En este sentido, reflexionó sobre cómo sería la laguna si se extendiese. Llevar la naturaleza a la ciudad. Como ejemplo, se abordó el trabajo de una alumna de unos semilleros atados a la cintura. Si formasen parte de ese espacio urbano, las semillas caerían entre el bordillo y el asfalto, y germinarían plantas. Diseñar barandillas que capten humedad o espacios que recojan el agua del rocío y sirvan a los pájaros para beber son algunas de las ideas que aportó el arquitecto.