De toda la vida: Bar cafetería Puerto Rico cierra después de 57 años

Juan José Ruiz ha seguido al frente del testigo de su padre hasta su jubilación.

Este pasado viernes día 11 ha alcanzado su merecida y ansiada jubilación, Juan José Ruiz Vidal quien, naturalmente, ha llegado a los 65 años a la par que su hermano gemelo, Julio Melchor Ruiz Vidal. Hay un tercer hermano menor, Ángel, que también cumple los años ese mismo día. La llegada de este aniversario no pasa desapercibido porque implica el final de un popular establecimiento de Torrevieja como es el Bar Cafetería Puerto Rico que después de 57 años, a punto de cumplir los 58, ha llegado momentáneamente a su final después de haber permanecido abierto durante todo este tiempo en tres emplazamientos, el último de ellos en la calle Maldonado, 2.
Juan Ruiz Meriñán, con su esposa, Josefina Vidal López, fundó en 1962 el Bar Cafetería Puerto Rico, después de llegar unos años antes a Torrevieja, ambos procedentes de su Cartagena natal. Juan estuvo queriendo descubrir Torrevieja hasta que lo hizo en 1959. Dejó atrás su oficio de camarero y barman en la ciudad departamental, donde había trabajado entre otros en el Gran Bar de Cartagena, nombre propio de la hostelería de ésta ciudad. Comenzó su andadura en Torrevieja en el desaparecido Café de España para un año más tarde, tras instalarse en la ciudad con su esposa y sus gemelos de apenas 4 años, abrió en la calle Diego Hernández, junto a la calle de “los pilonicos” el “Rincón de Juan”. De ahí dio el salto al Bar Esteban que, en la calle Clemente Gosalvez esquina a calle Ramón Gallud, se traspasaba. Aquí nació, el 8 de diciembre de 1962, día de La Purísima, el Puerto Rico. Juan Ruiz contó para este arranque con un equipo del que formaban parte Pedro Muñoz “El Cheta” y José Francisco Boj Ortigosa “El Salinerito”. Más tarde, en el año 1968 ya se incorporó su hijo Juan José y también se contaba con las colaboraciones del otro gemelo, Julio, quien compaginaba además sus estudios. El Puerto Rico ha sido un referente de la Torrevieja de los años 70 y 80, sobre todo por su cercanía con el Ayuntamiento y también con el comercio por su ubicación en el centro de la ciudad y especialmente con el Nuevo Cinema que se encontraba enfrente, lo que hacía que numerosos artistas y clientes tuvieran paso obligado por el bar. El tapeo y especialidades como los sándwiches , la ensaladilla rusa con almendras, la ensaladilla de emperador con salsa tártara, los huevos canarios, las clásicas almendras fritas o la ensaladilla de pulpo hervido, fueron algunos de los recordados atractivos de su barra. Especialmente memorables eran los días de La Purísima, la Navidad y el verano con sus veraneantes.
El 20 de marzo de 1992 falleció Juan Ruiz quien había logrado en 1987 el Tenedor de Oro de la Asociación de la Hostelería de Torrevieja. Se marchó sin poder disfrutar de su bien ganada jubilación. Fue entonces cuando su hijo Juanjo, teniendo a su padre como guía y maestro, se puso al frente del establecimiento y lo trasladó provisionalmente a la calle Caballero de Rodas 21 esquina a Clemente Gosalvez y en 1998 alcanzó su ubicación definitiva en la calle Maldonano, 2, junto a la Iglesia de la Inmaculada. Allí se festejó el cincuenta aniversario del bar y allí ha sido donde ha logrado su culminación echando el cierre esta semana. Juanjo Ruiz con la colaboración de su esposa, Merche Egea Alarcón, también regentó entre los años 1994 y 2000 la repostería del Real Club Náutico de Torrevieja, a la que dio un destacado impulso.
Pocos establecimientos hosteleros de Torrevieja pueden lucir una trayectoria igual, siendo uno de los emblemas para la vida municipal, política, festiva, de Semana Santa con su vinculación a la Virgen de la Esperanza. Famosos fueron sus cócteles, aperitivos, vino español y otras tantas celebraciones públicas y privadas que dieron fuera de las fronteras de su barra, siempre dejando muestras de su reputada profesionalidad.
Puerto Rico ha sido hogar para muchas generaciones dejando una huella importante en sus vidas, testigo de su niñez y de cómo han ido pasando los años.
Ojalá no ha mucho tardar haya nuevos valientes que quieran poner en marcha lo que en su día fue un sueño de vida y un lugar que recoge parte de la historia de más del último medio siglo de Torrevieja. Enhorabuena a Juanjo y a Julio por su merecida jubilación, en la que a partir de ahora van a tener todo el tiempo del mundo para poder contarle a sus nietos lo que ha sido la gran historia del PUERTO RICO.