“Queremos elevar el nivel educativo y cultural de la población”
En defensa propia es el nuevo libro que Jesucristo Riquelme Pomares ha escrito con su hijo Carlos Riquelme Talamás. Este manual de autoayuda legal fue presentado recientemente en el Casino. Jesucristo es profesor catedrático de Lengua y Literatura de Bachillerato, aunque ya está jubilado. Es Doctor en Filología Hispánica y Socio de Honor de la Ilustre Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades. Ha publicado casi 80 libros, entre los que destacan Epistolario general de Miguel Hernández (2017 y 2019), Epistolario inédito de Vicente Aleixandre a Miguel Hernández y Josefina Manresa (2015 y 2018) y la revista Luna: primera revista cultural del exilio en España (1939-1940). También ha publicado tres libros de Federico García Lorca, siendo uno de ellos de lectura obligatoria en los institutos. En defensa propia, de la editorial Aguaclara, se puede adquirir por 19,50 euros en librerías.
Vista Alegre: ¿A qué se debe el título y de qué va En defensa propia?
Jesucristo Riquelme: Se justifica por el subtítulo: Escritos que no necesitan minuta de abogado. Son escritos que uno puede hacer por sí mismo sin necesidad, con el respeto absoluto del ordenamiento jurídico español, de acudir a un abogado o a una gestoría. He incluido una cuarentena de modelos de casos muy concretos y próximos a la cotidianeidad que recogen todas las circunstancias. Son casos que tienen chispa, muy ocurrentes, incluso hay alguno hasta chistoso. El libro tiene una introducción amplia informativa y descriptiva, pero también con mucha ironía, con un distanciamiento para ser críticos con nosotros mismos y con la situación que defiende ese derecho pero también ese deber que tenemos a poseer un nivel cultural suficiente para poder redactar cualquier tipo de escrito.
V.A.- Lo has escrito con tu hijo Carlos, ¿cómo ha sido?
R.- Desde hace cinco años, que Carlos tiene el Grado en Psicología, le he reconocido una madurez intelectual y me interesa mucho la perspectiva, el enfoque y la visión de un joven que es casi ‘millennial’ -nació en 1993- porque normalmente los libros van destinados a un público joven. Me interesa las inquietudes y sobre todo cómo dirigirnos a ese público, y eso me lo facilita mi hijo Carlos. Él redacta realmente bien y tiene las ideas claras. Ese apoyo para mí es fundamental para que al final sea un producto con un destino que es fehaciente de éxito.
V.A.- ¿Cuánto tiempo te ha llevado?
R.- Los libros llevan mucho tiempo, toda la vida, no se pueden sumar los años si no tendríamos más años que Matusalén. Digamos que la primera semilla de germen se gestó hace más de veinte años. En esa época, que se estudiaba COU para la Selectividad del momento, se tenían que analizar textos periodísticos, históricos, científicos y jurídicos-humanísticos. Empecé a introducirme en la materia, ya que no existía ningún libro que analizara los textos jurídicos. Después tuve que profundizar en esta materia, por ejemplo en la revista Luna, donde hice un estudio jurídico de la España de los años 39 y 40 una vez terminada la Guerra Civil, en los primeros meses de la dictadura de Franco, porque los 17 republicanos que escribían esa revista en la embajada de Chile en Madrid no podían exiliarse. También preparé material para las clases de Periodismo de la Universidad Miguel Hernández y un libro en una primera versión, un canon de presentación de trabajos académicos y universitarios que ahora me ha servido para este material. Lo empecé a escribir antes del confinamiento y aproveché esos meses hasta junio para terminarlo.
V.A.- ¿La pandemia ha afectado a tus planes?
R.- Bueno, yo estoy toda la vida confinado en mi vida profesional y familiar. La vida me ha tratado así y yo me he dedicado a esto. No me ha afectado en ningún sentido negativo personal ni siquiera psicológicamente. Sí me ha valido para poder redactar con más tranquilidad porque no tenía otro tipo de compromiso más que atender a mi familia, así que me ha venido bien.
V.A.- En el libro se menciona a Agamed. ¿Por qué?
R.- Siento inquietud por las cuestiones de compromiso social para ayudar a los sectores vulnerables. La empresa mixta del agua Agamed sacó unos bonos sociales tras el desastre de la DANA y la pandemia del covid-19 para financiar a las familias damnificadas. Me parecía un gesto interesante y lo incluí como modelo de instancia para pedir estos bonos sociales. También lo puse como ejemplo de una demanda de una persona que había tomado el agua de otra o de un vecino que denuncia a un propietario de una vivienda vacía por una inundación de agua. Agamed entendió el beneficio social y cultural de este trabajo y ha sido el auspiciador principal del libro.
V.A.- ¿Qué modelos concretos podemos encontrar?
R.- Realmente muchos modelos, por ejemplo para realizar una autorización o carta de poder, un documento de constancia y, como curiosidad, la petición del derecho a ser olvidado de Internet si una mención es inapropiada. También explico cómo llevar una comunidad de vecinos, a preparar convocatorias de reuniones; a realizar cualquier tipo de demanda y reclamación, incluso alegaciones por multas de tráfico; recursos de revisión o reposición; así como a redactar un currículum vitae profesional y un permiso de trabajo de hijos menores en caso de ser elegidos para una campaña de anuncios publicitaria y un contrato de alquiler privado. El ordenamiento jurídico español cambia mucho y he tenido que hacer varias actualizaciones, en eso he sido muy cuidadoso. El texto fue leído previamente por un amigo abogado y un administrador de fincas. No quería que se me escapara algún error de matiz o que alguien se pudiera sentir ofendido.
V.A.- ¿Podrían sentirse ofendidos abogados y gestorías?
R.- No, en absoluto. El trabajo que hemos hecho es desde el respeto absoluto al ordenamiento jurídico español, que permite muchas actuaciones particulares y lo que hacemos es ofrecer parte de ese abanico a los ciudadanos, recomendándoles que en caso de duda acudan inmediatamente a un profesional. No nos metemos en camisa de once varas; en casa lo que podemos hacer es lo que nos permite la ley. Ahí he sido muy estricto. Lo que estamos ofreciendo es algo que debiera ser conocimiento cultural general. Ningún estudiante de secundaria ni de bachillerato tiene que dejar el aprendizaje obligatorio sin saber estas cosas. Esto hay que enseñarlo porque es elemental, si no estaremos desprotegidos. Queremos elevar el nivel educativo y cultural de la población. Ojalá el contenido de este libro formara parte de lo que se estudia de forma transversal en los institutos y en el Grado de Derecho. También podría formar parte de la web de un ayuntamiento o de la Diputación. El libro es muy respetuoso y en ningún momento se puede sentir herido nadie. No va en contra de ningún sector profesional, no tendría sentido.
V.A.- ¿Tienes algún futuro proyecto?
R.- Tengo libros acabados y otros por terminar, pero no van a salir por distintas circunstancias. Ahora me quiero centrar en un reto, en el diseño de un juego de mesa de educación vial, un tema que me interesa mucho. Se trata de aprender jugando de forma simple. De esto no hay nada al respecto.
Presentado el libro ‘En defensa propia’
El salón principal de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja acogió la presentación del libro ‘En defensa propia’, de Jesucristo Riquelme y Carlos Riquelme Talamás. El libro, de 268 páginas, es un manual de autoayuda legal dirigido a todos los ciudadanos. Jesucristo explicó que hay escritos que pueden ser realizados por cualquier persona sin necesidad de acudir a una gestoría o a un bufete de abogados, como una reclamación o un recurso. También intervinieron el gerente de Agamed, Jorge Ballesta, y la gerente adjunta, Gemma Cruz. Para terminar, el concejal de Educación, Ricardo Recuero, destacó que es un libro muy útil porque es práctico y todo se entiende a la perfección.