El Teatro Municipal de Torrevieja volvió a llenarse para recibir la representación del “El coronel no tiene quien le escriba” una obra de Gabriel García Márquez. Pocas son las libros llevados al teatro o al cine de este autor, pero en esta ocasión, Carlos Saura, ha sabido trasladar de una manera más que respetuosa y digna ese universo mágico. La obra representa a un viejo coronel y su mujer. Viven en la miseria, esperando la carta del gobierno en la que le comuniquen la concesión de la pensión prometida por sus servicios durante la guerra. Pero esa carta nunca llega y mientras tanto la vieja pareja malvive en la pobreza alimentando a un maldito gallo de pelea. Los actores Imanol Arias (El coronel), Cristina de Inza (Esposa) Jorge Basant (Sabas y abogado), Fran Calvo (Médico) y Marta Molina (Mujer de Sabas, cantinera y cartera), rayaron la excelencia, en unos papeles difíciles pero llenos de matices humanos. El público que llenó las localidades disponibles aplaudió en pie durante cinco largos minutos, sintiendo los actores ese calor que más en los tiempos que corren es tan necesario

El Teatro Municipal de Torrevieja volvió a llenarse para recibir la representación del “El coronel no tiene quien le escriba” una obra de Gabriel García Márquez. Pocas son las libros llevados al teatro o al cine de este autor, pero en esta ocasión, Carlos Saura, ha sabido trasladar de una manera más que respetuosa y digna ese universo mágico. La obra representa a un viejo coronel y su mujer. Viven en la miseria, esperando la carta del gobierno en la que le comuniquen la concesión de la pensión prometida por sus servicios durante la guerra. Pero esa carta nunca llega y mientras tanto la vieja pareja malvive en la pobreza alimentando a un maldito gallo de pelea. Los actores Imanol Arias (El coronel), Cristina de Inza (Esposa) Jorge Basant (Sabas y abogado), Fran Calvo (Médico) y Marta Molina (Mujer de Sabas, cantinera y cartera), rayaron la excelencia, en unos papeles difíciles pero llenos de matices humanos. El público que llenó las localidades disponibles aplaudió en pie durante cinco largos minutos, sintiendo los actores ese calor que más en los tiempos que corren es tan necesario.