“Hacen falta mujeres que cuenten historias desde ellas mismas, desde nuestro mundo hormonal”
Hoy sábado, 9 de abril, llega “Molly Bloom” a Torrevieja de la mano de la actriz y directora Magüi Mira. “La noche de Molly Bloom” de Sanchis Sinisterra fue su primer trabajo como actriz en los escenarios y supuso el inicio de su gran trayectoria. Cuarenta y dos años después las mismas palabras escritas por James Joyce vuelven a ser interpretadas por Magüi Mira que con sus 77 años nos acerca a una nueva Molly. Con mucho amor y mucho humor. La cita será a las 20:00 horas en el Teatro Municipal.
Vista Alegre: Interpretas a Molly Bloom 40 años después de aquella primera función dirigida por Sanchis Sinisterra. ¿Ha cambiado mucho la obra? ¿Y tú?
Magüi Mira: Han pasado 42 años. El país salía de una dictadura y empezábamos una democracia tierna y apasionante. Cuando interpreté a este personaje de ficción escrito por Joyce hace 100 años, yo era una mujer de 35 que surfeaba por la vida. Ahora tengo 77 cumplidos. La dramaturgia y dirección ahora son mías, y recibo ese texto de Joyce en este cuerpo gastado y con un pensamiento un poco más experto y con un corazón que ha palpitado infinitamente más, a veces por emociones que jamás hubiera imaginado. Ahora soy una mujer testigo de ese pensamiento íntimo y profundo secreto que todos los seres humanos albergamos en el fondo de nosotros mismos. Pensamiento libre, pensamiento que nos ocupa a todos en cualquier momento del día, o de la noche, y que no transmitiremos nunca. Es nuestra caja negra. En los aviones la caja negra se abre cuando se estrellan. Las personas, los seres humanos, nos llevamos nuestra caja negra a la tumba. Proceso ese texto con mucha ironía y con más compromiso, soy consciente de esos deseos insatisfechos de Molly Bloom que todavía no ha resuelto la sociedad en la que vivimos y a la que pertenecemos.
V.A.- Encarnas sin filtro ni mordaza al mítico personaje del “Ulises” de James Joyce. ¿Cómo es Molly Bloom?
M.M.- Molly Bloom es una mujer imaginada por un hombre escrita en una novela, El Ulises, hace 100 años, y ahora encarnada por una actriz en un escenario. Es una mujer generosa que mantiene un gran pacto con la vida a pesar del caos en el que ella la vive, porque, como ella dice, el mundo no está bien distribuido. Es consciente de que las mujeres no tienen su lugar ni en el mundo profesional ni en la vida personal ni en el sexo ni en el mundo del conocimiento. Y ya sabe que esto no es justo y que algún día habrá que arreglarlo, sumando, siempre sumando hombres y mujeres, es una cuestión social del mundo en el que ella vive y en el que seguimos viviendo. A pesar de lo que hemos avanzado, todavía llevamos mucha mochila a la espalda con carga podrida.
V.A.- Molly es un espíritu libre y puro, que no se somete al control y al abuso masculino. ¿Su discurso continúa escandalizando en la actualidad?
M.M.- En la actualidad lo que escandaliza es comprobar que parte de esos deseos insatisfechos de Molly siguen exactamente igual. No hemos sido capaces, como una sociedad libre y democrática, de equilibrarlos y solucionarlos, de apartar la violencia del sexo, de ser capaces de ofrecer la misma oportunidad profesional y de acceso al conocimiento para hombres y mujeres.
V.A.- Fuiste de las primeras mujeres directoras en un mundo del teatro masculinizado. ¿Encontraste dificultades?
M.M.- Siempre hay dificultades en cualquier trabajo para hombres y para mujeres, pero en una sociedad en la que la visibilidad porcentualmente es mayor para los hombres, eso se refleja en menores oportunidades para las mujeres. Afortunadamente hemos avanzado mucho, las cosas están cambiando, la ficción bebe en el pozo inagotable de la vida y la vida la conforman hombres y mujeres. Y hacen falta mujeres que cuenten historias desde ellas mismas, desde nuestro mundo hormonal que es diferente al de los hombres, y esas historias también tienen que pertenecer al patrimonio cultural de todos.
V.A.- ¿Qué más estás haciendo ahora?
M.M.- Estoy a punto de empezar mi intervención en “Que alguien cuide de mí”, película escrita por Elvira Lindo y Daniela Fejerman y dirigida por ellas mismas. Estoy preparando una dirección para el Teatro Español, un texto de Irma Correa, sobre George Sand y Chopin, y empezando a configurar y preparar el próximo proyecto de Lola Herrera, con un texto de Daniel Dicenta Herrera que va a sorprender.