Rentrée

Rentrée: “Voz francesa que se usa con cierta frecuencia en español con el sentido de vuelta o regreso a la actividad normal tras un periodo de ausencia, especialmente tras las vacaciones de verano”. Esta es la definición que la Real Academia de la lengua nos ofrece para una palabra que define, punto por punto, el momento justo que estamos viviendo ahora.
Tras un verano en el que ni una sola novedad editorial podías encontrarte al entrar en una librería, ahora estas se suceden a un ritmo endiablado hasta las próximas fechas de Navidad. Serán, por tanto, unos meses en los que cada día aparecerá uno o varios nuevos títulos. Las editoriales nos ofrecerán su apetitosa mercancía y nosotros, pobres mortales, no podremos más que tratar de elegir entre tanta belleza encuadernada. De ahí vendrá la sudoración en las manos y el aumento del ritmo cardíaco y nos encontraremos, como por arte de magia, en pleno Síndrome de Stendhal literario. Pero no crean que la Rentrée solo sucede con los libros.
Durante los meses de verano la realidad política e histórica también se ha tomado unas vacaciones. La Guerra en Ucrania parecía estancada en una triste sucesión de partes de bajas; números que esconden, cada uno de ellos, una o más historias que merecerían la pena ser contadas. Europa parecía bostezar de aburrimiento. Pero eso duró poco. Con las primeras hojas del otoño desprendiéndose de los árboles e iniciando su viaje al suelo, Ucrania comenzó a ganar posiciones y a poner en jaque a Rusia, que se nos volvió a presentar como lo que ha sido siempre: un gigante con pies de barro. Pero no hay nada más peligroso que un animal acorralado y que se sabe derrotado. Eso es algo que Europa debe tener muy en cuenta en los próximos meses. Además del frente ruso, se abren nuevos frentes, como las revueltas en Irán o las elecciones en Italia; en el caso de estas últimas todavía no sabemos el resultado (no cuando escribo esto, pero sí cuando lo leas, querido lector) pero sí sabemos que será un resultado que tendrá sus consecuencias en todo el continente. Es lo que tiene vivir en una época globalizada; es lo que tiene vivir en una época de líderes mediocres que actúan como tiranos disfrazados de demócratas.
Sí, después de un verano de siesta y capuzón, de sombrilla y largas noches en las terrazas, llega ahora el otoño y el regreso a las aulas, al trabajo y a la rápida y frenética actualidad, esa que nos inunda el teléfono con “noticias de última hora”. El telediario y los periódicos ya tienen problemas para elegir las noticias con las que abrirán sus espacios, de la misma manera que nosotros ya encontramos dificultades para elegir qué libro comprar entre la multitud de novedades que vemos al entrar en la librería. Es el precio a pagar por tres meses sin hacer nada. La rentrée nos lo recuerda año tras año, como una vieja tradición a la que, no obstante, le hemos cogido cierto cariño.