Comienza la subasta del pescado en la nueva Lonja

La transformación del recinto portuario sigue adelante.

La transformación del recinto del puerto pesquero va día a día avanzando. En los últimos días se ha intensificado la actividad con la presencia de material, camiones, operarios y todo el despliegue de obra necesario para convertir el recinto en el foco de ocio que ha programado la firma Empresas del Sol, de Enrique Riquelme, concesionaria del puerto. En los últimos días se han comenzado a sumergir a 15 metros de profundidad, los pilotes que van a ir provocando la desecación de la zona para la construcción del aparcamiento subterráneo. También en estos días se ha procedido al desmontaje y el posterior derribo del bar «Isla» que estaba junto a la lonja durante más de 35 años y se ha trasladado a un emplazamiento junto a la nueva lonja. Enrique Riquelme ha confirmado que en los próximos días se va a proceder al derribo de la antigua lonja, así como entrará en funcionamiento el edificio de la Aduana, reconvertido ahora en sede de la Generalitat Valenciana en el puerto, con lo cual quedarán libres los otros dos edificios que también está previsto que se derriben.

El pasado miércoles, tras la inauguración celebrada en semanas pasadas, se estrenó la nueva Lonja del Pescado con la subasta matinal del pescado de la flota de cerco que opera con base en Torrevieja. Lo hacen una quincena de pesqueros de cerco procedentes de las provincias de Murcia y Almería, principalmente, así como las embarcaciones de artes menores de Torrevieja y el único arrastrero local que continúa en actividad, el «Samuel Ruso». En ocasiones puntuales también se suma alguna embarcación desplazada desde Málaga. En la primera subasta del nuevo emplazamiento de la lonja, con unas magníficas condiciones, se vendieron unas 1.700 cajas de entre boquerones y sardinas, aunque había alguna caja de caballas y melva. De la subasta tomaron parte mayoristas y compradores de hostelería que realizaron las compras especialmente para supermercados, pescaderías y restaurante, a unos precios que oscilaban entre 30 y 33 euros de boquerones y entre 23 y 24 euros las de sardinas.

El alcalde, Eduardo Dolón asistió a presenciar parte de la primera subasta de este nuevo edificio, acompañando al Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores, Pedro Ángel Carmona. El alcalde valoró positivamente la gran cantidad de público que se dio cita en la subasta, señalando las posibilidades que ahora va a tener este edificio para dar cabida a las personas que quieran contemplar la subasta. También destacó que la lonja torrevejense sigue siendo una de las más importantes en movimiento y facturación de la Comunidad Valenciana.