El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, estuvo esta semana en Torrevieja. Lo hizo para visitar la desaladora donde estuvo acompañado por el alcalde, José Manuel Dolón, y varios concejales del equipo de Gobierno. Posteriormente mantuvo un encuentro con regantes de Valencia y Murcia.
En ambos lugares fue claro en sus declaraciones: “Es fundamental tener agua para siempre y esta desalinizadora garantiza tener un suministro de agua de calidad a medio y largo plazo. A esta planta hay que sumar todas las fuentes de agua posibles, como el trasvase Tajo-Segura, que es imprescindible para nuestros regantes”, dijo Puig.
También habló el presidente de la capacidad de la planta, “aún puede tener mucho más recorrido” afirmó el president, quien dijo que pedirá que se canalice el agua que pueda salir de ella para incorporarla al sistema Tajo-Segura, que es “absolutamente imprescindible” e “irrenunciable” para garantizar agua para todos los regantes y para todos los ciudadanos de la Vega Baja, de Alicante y también de Murcia” y “lo vamos a defender en todo momento y en toda condición”, aseveró.
Puig garantizó que será “inflexible” en la defensa del trasvase Tajo-Segura pero “sin generar guerras absurdas”. “Hay que cumplir la legalidad vigente”, subrayó, por lo que espera que “el trasvase de diciembre sea lo suficientemente caudaloso para dar cobertura a esa legalidad” puntualizando que su defensa será “sin generar guerras del agua absurdas. Nosotros no queremos confrontación territorial ni queremos ninguna guerra del agua, ahora bien, vamos a ser absolutamente inflexibles en la defensa del interés de los regantes porque tienen razón y también de los ciudadanos de estas comarcas, que son fundamentales para la industria agroalimentaria valenciana”, concluyó.