Rosario Soler, presidenta de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja: “El Casino es parte de mi infancia y de mi vida”

Muchos saben que es maestra, pero pocos conocen su trayectoria; un camino que, realmente, impresiona. Profesora de Pedagogía Terapéutica, logopeda y doctora en Antropología Social por la UCAM, donde también ha sido docente, Rosario Soler es una de esas mujeres que persigue retos. Retos para ella, pero sobre todo para los demás. Quizá por eso en 1992 fue elegida por el Ministerio para hacerse cargo de la Delegación Española que participó en los Juegos Paraolímpicos de ese año. Su trayectoria y su dedicación la han llevado a ser presidenta de la Federación de Discapacitados de la Comunitat Valenciana y a recibir el Premio Diego Ramírez Pastor, el Premio Tenedor de Oro de Torrevieja, un premio junto a la Duquesa de Alba y dos premios internacionales de la Plataforma del Voluntariado de Cruz Roja.
Rosario nació en 1958 y con solo un año ya pisaba el Casino de Torrevieja, una institución que hoy cuenta con más de 500 socios, de los que el 90 % son hombres. Su padre, Domingo Soler Pascual, fue el número 350 y aunque los hijos podían heredar algunos derechos al fallecer el padre, ella siempre tuvo claro que las mujeres también debían poder ser socias. Era el año 1997 y el Casino, por fin, se abrió a la otra mitad de la población.
El pasado 14 de septiembre, Rosario asumió la presidencia de la institución tras la dimisión de Ramón Torregrosa, y se convirtió en la primera mujer presidenta de un Casino en España. Esta semana en Vista Alegre, y en plenas Fiestas de Otoño-Invierno, hemos hablado con ella.

Vista Alegre- Rosario, eres la primera mujer presidenta de un Casino, ¿qué supone esto para ti?
Rosario Soler- Para mí es un honor estar aquí. Yo entraba con mi madre y mi padre de pequeña; el Casino es parte de mi infancia y de mi vida. El poder presidirlo y el conocer a tantas personas interesantes que tienen la humildad de los grandes es, además de un honor, un aprendizaje. La parte cultural me mueve mucho, a mí la cultura me gusta con mayúsculas, y yo creo que en este Casino hemos conseguido introducirla a lo grande.
V.A.- ¿Desde cuándo eres socia del Casino?
R.S.- Mi padre, Domingo Soler Pascual, se hizo socio en enero de 1959, cuando yo tenía un año. Fue el socio número 350. Luego, en 1997, con Tomás Martínez como presidente, siete mujeres nos hicimos socias porque hasta entonces solamente podían los hombres. Yo le dije a Tomás que quería ser socia yo, nada de paternalismos porque mi padre lo fuera.
V.A.- El Casino es una institución que desde fuera ha dado tradicionalmente la imagen de ser un lugar de hombres.
R.S.- Los casinos tradicionalmente han sido sitios donde los hombres jugaban a juegos prohibidos. Había billares, bisbís y otros juegos, pero fíjate que hay socios muy mayores que están encantados de que haya una mujer presidenta.
V.A.- Parece una pregunta obvia, pero la queremos hacer igualmente. ¿Por qué es importante que la mujer entre al Casino?
R.S.- Porque tiene una visión distinta a la que pueda tener un hombre. Lo importante no es que se sea hombre o mujer, sino que se haga una buena gestión, que le guste la cultura, que sea capaz de generar actividad y de atraer gente. Las mujeres tenemos mucho que aportar en el Casino y en la sociedad en general y cada una tendremos que ir poniendo nuestro granito de arena. Es un tema educacional.
V.A.- El Casino también es un lugar al que le ha costado, de alguna manera, desprenderse de esa imagen de espacio elitista.
R.S.- Puede ser que lo haya parecido, pero no lo es. Nosotros hemos intentado abrirlo a todo el pueblo y a la población extranjera. Hemos hecho convenios con la universidad, campeonatos de billar, exposiciones, conferencias, actuaciones de ballet y de otras artes… Hemos traído a personalidades ilustres del Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti y ahora estamos en conversaciones con el Instituto Cervantes. Aquí ha venido gente como Raúl Zurita, Homero Aridjis, Benjamín Prado, embajadores como el de Cuba, y el Consell, con Ximo Puig de presidente, hizo un acto en el Casino. En este tiempo hemos pedido subvenciones, incluso a Bruselas, porque somos una institución que está abierta al público y que hacemos cosas para todo el mundo. Somos un organismo muy vivo y todas las actividades que programamos hacen que venga gente distinta. El Casino está abierto a actividades de toda índole y por eso están llegando personas que quizá nunca habrían venido. Y ya que me has dicho eso, aprovecho para invitar a todo el mundo, hasta completar aforo, al cotillón y las uvas de la suerte que haremos gratis en Nochevieja. Queremos que venga todo el mundo y la única condición es ir vestidos de manera adecuada.
V.A.- ¿Cómo conseguís tener una programación de esa calidad y que gente de ese nivel dé una conferencia o traiga su arte al Casino de Torrevieja?
R.S.- Moviéndonos mucho, con una junta maravillosa, con mucha dedicación, pidiendo y con la colaboración de gente espectacular y de todo el personal de la UA, en especial de José Norberto Mazón. El trabajo de cada una de las personas de la junta -de Gloria Huertas, Jarmo Peltonen, Miguel Albentosa, Joaquín Martínez y Armando Bueno- es increíble, sin ellos nada de esto se podría haber conseguido. Y a mí prácticamente me falta dormir aquí, pero si uno está en un proyecto es para trabajárselo y hacerlo lo mejor que pueda.
V.A.- ¿Cómo se financia el Casino?
R.S.- Con las cuotas que pagan los socios, que son 22 euros al mes, y con las subvenciones. Además, debo decir que le estamos muy agradecidos al alcalde, a José Manuel Dolón, que personalmente gestionó hace unos meses la bajada del IBI de la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja en un 90%. Pagábamos 7.000 euros al año y un día apareció y nos dio la sorpresa. Aquí trabajan personas en la limpieza, hay 4 conserjes, el mantenimiento de luz, agua y demás, y los ingresos que tenemos son mínimos.
V.A.- Cuando entraste en la directiva, ¿cuáles eran tus prioridades?
R.S.- Tenía varias. Por un lado, la apertura y la integración de toda la sociedad local, la cultura y las ONG; y por otro, uno fundamental para mí, la accesibilidad del espacio. Cuando llegué vi que no era accesible y no había dinero, y junto con el arquitecto Paco Juárez, que no cobró el proyecto, hicimos la rampa que pagué yo íntegra.
V.A.- ¿Para ti cómo es el Casino ideal?
R.S.- Para mí es uno abierto, democrático, donde no existan para nada discusiones políticas y donde todo sea arte, cultura y entendimiento. El Ágora, donde cada uno se respete, aporte y, por supuesto, nunca reste.
V.A.- El Casino ha sido siempre un elemento fundamental en la cultura de Torrevieja.
R.S.- Desde luego, y lo va a seguir siendo. Tenemos hijos de socios con una trayectoria espectacular: científicos, músicos, artistas… Tengo en mente varios proyectos porque quiero que esa gente y otros jóvenes de Torrevieja vengan con sus conocimientos al Casino. Quiero que aquí tengan su espacio y encuentren la relevancia que merecen.
V.A.- Has ejercido cuarenta años como maestra y ahora que te has jubilado, ¿no te apetecía un descanso?
R.S.- Para mí esto es descansar. Siempre que hagas las cosas con mucha ilusión y con cariño, descansas. Siempre he hecho todo lo que me ha gustado; si algo no me gusta, no lo he hecho, en la vida y en el trabajo. Soy una persona curiosa y siempre he sentido mucha inquietud por todo.