Luis Piedrahita, humorista e ilusionista: “La gente está más sensible que el glande de Stendahl”

Luis Piedrahita presenta el próximo sábado 19 de enero en el Auditorio de Torrevieja su show «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas». El humorista gallego llega a nuestra ciudad con un espectáculo ingenioso y de humor cotidiano en el que, advierte, verá las laringes desde el escenario.

Vista Alegre: Humorista, guionista, mago, escritor, has hecho doblaje… ¿cómo se hace todo eso a la vez?
Luis Piedrahita: La magia, el humor, el cine… siempre han sido mis pasiones. Me considero afortunado de poder dedicarme a cada una de ellas. Pertenezco a ese afortunado grupo de personas que disfrutan haciendo lo que hacen. ¿Cómo se hace? Dedicándole mucho tiempo y cruzando los dedos para poder seguir haciéndolo.
V.A.- ¿Y no te provoca una crisis de identidad hacer tantas cosas diferentes?
L.P.- Ambas actividades son complementarias y la una llena de sentido a la otra. Mi pasión por la magia enriquece un poquito mi humor y mi pasión por el humor hace mi magia un poco más divertida. Queda un humor más mágico y una magia más divertida.
V.A.- Por cierto, queda una semana para tu espectáculo en Torrevieja. Cuéntanos qué podremos ver en «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas».
L.P.- El público encontrará un espectáculo de humor cotidiano e ingenioso. Humor blanquito como las moscas polares. No es un espectáculo crítico ni corrosivo. Se trata de un humor más poético que político. Es el que más hace falta porque es el que menos abunda. El humor entendido como un arma de construcción masiva. Yo garantizo que todo aquel que venga, saldrá mejor de lo que entró.
V.A.- ¿Piensas que son malos momentos para el humor o para la libertad de expresión en nuestro país?
L.P.- A mí nunca me he censurado. Escribo el humor que me gustaría escuchar a mí y por ahora no ha habido quejas. Pero es cierto que atravesamos años de susceptibilidades. La gente está más sensible que el glande de Stendahl. No sé si te acuerdas, pero 40 años atrás hubo una época en la que no se podía hablar de nada. Luego vinieron años en los que se podía hablar de todo y ahora vivimos una época en la que parece que se puede hablar de todo, pero en realidad no se puede hablar de nada.
V.A.- Si las amígdalas de tus amígdalas son tuyas también, ¿cuántas amígdalas tienes coleccionadas?
L.P.- En el espectáculo no se habla de amígdalas en ningún momento. Ese título es por una sencilla razón. Porque las amígdalas son la parte del cuerpo que uno enseña cuando se ríe. Cuando el respetable se ve poseído por las carcajadas, yo veo sus laringes desde el escenario. Veo un jardín florido de rosadas amígdalas que considero amigas. Por eso el título: «Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas». En el espectáculo no se habla de amígdalas en ningún momento. Me gusta avisarlo porque muchos asisten solo por si hay chistes sobre tejido linfoide y no quiero que se lleven un engaño.