El acuerdo de cinco de los siete grupos municipales ha permitido esta semana la aprobación inicial de las cuentas para el próximo año, dando paso ahora a un periodo en el que cualquier ciudadano puede presentar alegaciones antes de que sean aprobadas definitivamente.
Los Verdes (4 votos), PSOE (4 votos), Sueña Torrevieja (2 votos), Izquierda Unida (1 voto) y APTCe (1 voto) dieron luz verde a unos presupuestos que contaron con los votos en contra del PP (10 votos) y Ciudadanos (2 votos) y que acabaron con un 10 a 10. El desempate, como marca la legislación, se produjo con el voto de calidad del alcalde, que es aquel que permite resolver un empate. De esta manera, las cuentas de este año ascienden a los 90 millones de euros, una cifra en la que destaca el incremento en inversiones en más del 20% y que cuenta con importantes partidas en asuntos de especial relevancia como las subvenciones a asociaciones y ONG, que te contamos en este reportaje.
José Hurtado, concejal de Hacienda: “Un Ayuntamiento con menos deuda es un Consistorio más saneado”
Vista Alegre: Esta semana se han aprobado los presupuestos, los primeros de la historia de la democracia en los que se contempla íntegramente la partida para asumir la productividad del personal del Ayuntamiento. ¿Cómo ha sido el proceso para aprobarlos?
José Hurtado: Efectivamente, estos presupuestos contemplan, por fin, el incremento total de productividad, con una partida que aumenta en 213.000 euros la que ya existía en el 2018 para dar cobertura a la productividad que realmente está cobrando el personal – que coincide con las sentencias judiciales en la mayoría de los casos y su extensión al resto-, y posibilitar, además, el incremento de la productividad a través de la aprobación del reglamento correspondiente que ya se está negociando con los trabajadores. El proceso ha sido largo, desde el 19 de abril, que iniciaron su andadura con el primer borrador del anteproyecto, hasta el pasado 22 de enero que se aprobaron inicialmente en el Pleno. A lo largo de todo este camino hemos tenido que afrontar un Plan Económico Financiero que tuvimos que modificar para mejor y, lógicamente, un trabajo de negociación con los grupos de la oposición que aprobaron el del año 2018 y que ha contado con distinta suerte, como todo el mundo sabe.
V.A.- ¿Qué aportan estos presupuestos respecto a los anteriores?
J.H.- Lo primero que aportan es estabilidad a la ciudad en año electoral. El ejercicio de responsabilidad que hemos hecho todos aquellos grupos que lo hemos avalado significa que, gobierne quien gobierne, tras las elecciones municipales de mayo la ciudad podrá contar con el instrumento más importante que garantiza los servicios, infraestructuras y obligaciones que Torrevieja tiene y que todos tenemos. De hecho, no menos de catorce programas se hubieran frenado, cuando no colapsado, sin su aprobación: la citada productividad; el convenio con la Fundación Nao Victoria para solucionar el eterno problema del Pascual Flores; las infraestructuras del futuro Colegio “Amanecer”; la reforma y adecuación normativa del mercado de abastos ‘La Plasa’; la primera anualidad de la reurbanización de la Playa de Los Locos; la primera anualidad del corredor verde y carriles bici; la redacción del proyecto de repavimentación y reparación del paseo de La Mata; la primera anualidad del Plan de Evacuación de Aguas Pluviales; la primera anualidad para la reposición de infraestructuras de parques y jardines; la redacción del proyecto para la terminación del Alto de la Casilla; la inversión en tareas de consultoría y configuración de la Administración electrónica o la primera anualidad de la remodelación de las Eras de la Sal.
V.A.- Y lo más importante, ¿en qué lo notarán los ciudadanos?
J.H.- Insisto en que lo primero que notaran es estabilidad y posibilidad real y efectiva de comprobar cómo se transforma lo que está en el papel en servicios, obras y calidad de vida. También notarán en sus bolsillos el mantenimiento de la reducción del 7,5% al pagar el IBI, respecto de lo que pagaban los ciudadanos cuando nosotros llegamos al gobierno.
V.A.- La aprobación de estos presupuestos ha evitado que varias partidas se vean afectadas. ¿De qué aspectos de estas cuentas se siente más orgulloso?
J.H.- Ya he comentado prolijamente todo lo que hemos salvado con estos presupuestos: no menos de catorce programas. Si a esto sumamos que la actualización de las partidas nos permitirá afrontar las modificaciones presupuestarias que sean necesarias para corregir aquellas que necesiten de una implementación, el balance no puede ser más positivo. En este sentido, los pagos que tenemos pendientes por subvenciones con, por ejemplo, las asociaciones sin ánimo de lucro, están totalmente garantizadas. Aquellos que interesadamente han difundido que el Gobierno de la ciudad ha dejado tiradas a las asociaciones, sencillamente no dice la verdad. Hay presupuestos, técnica presupuestaria (modificaciones, transferencias, etc.) y voluntad política total para pagar el año 2018 y 2019.
V.A.- Desde enero de 2015 la deuda municipal se ha reducido al 19%, pasando de 63 a 19,9 millones. En términos prácticos, ¿qué supone la reducción de la deuda para la ciudad?
J.H.- Para ser exactos, la deuda viva a 1 de enero de 2019 será de 19,95 millones (22% del presupuesto) y, a 31 de diciembre de 2019 de 17,29 millones (el 19,07% del presupuesto). Lo cual, efectivamente, contrasta con los 63 millones de deuda a 1 de enero de 2015 (64,88% del presupuesto) y la previsión a 31 de diciembre de 59 millones (el 70,76% del presupuesto) que tenía el Partido Popular. Como este logro es absolutamente incontestable, han lanzado la falsa noticia o verdadera insidia de que somos “amigos” de los bancos, cuando en realidad es justo al revés: no hay mejor amigo de un banco que el que debe y cuanto más debe, mejor.
Un Ayuntamiento con menos deuda es un Consistorio más saneado, que puede sortear con éxito todas las pruebas de “estrés” en cuanto a estabilidad presupuestaria y que solo por la infernal regla del gasto impuesta por los que nos acusan de “amistad” con los bancos, el superhábit con el que podemos contar al reducir la deuda se bloquea y no se pueden afrontar las necesidades reales de las personas.