El Árbol de la Bondad ya preside en la Plaza Maestra Juanita Samper

El pasado sábado el Centro Cultural Virgen del Carmen se visitó de gala para recibir uno de los monumentos más especiales que una ciudad como Torrevieja podría recibir. El Diente de León o Árbol de la Bondad, ya decora la Plaza de la Maestra Juanita Samper. Una obra del artista ruso Gregory Pototsky, y que la Academia Internacional de Solidarismo le ha regalado a la ciudad salinera, y que fue descubierta por el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, con la presencia de su creador, Gregory Pototsky, los ediles Rosario Martínez, Gitte Lund Thomsen, Inmaculada Montesinos, así como también con representantes de las asociaciones rusas de nuestra ciudad, y que fue bendecida por el sacerdote Mariano Martínez Bernard, en la tarde del sábado.
Torrevieja se suma a la lista de ciudades, de todo el mundo, que cuentan con esta escultura, la cual representa la bondad y La Paz, dos cualidades que, según su creador, hacen al ser humano “humano”. Países como México, Italia, Francia, Inglaterra, Austria, Suiza, China Pakistán, Estados Unidos, Colombia o El Salvador, son algunos de los países que también la recibieron, de manos del artista ruso. Esta escultura, en forma de diente de león, culmina con unas manos extendidas en un grito unánime de amor y paz.
El “Árbol de la bondad” es un diente de león (“oduvánchik”, en ruso) realizado en bronce, de más de dos metros de altura, cuyas semillas son palmas de la mano. En palabras del artista ruso, “el diente de león parece ser muy frágil, pero no es así. No hay nada más fuerte y resistente que esta planta, sobre todo cuando esta hecha de las manos abiertas a todo el mundo. Abajo, en los pies del árbol, pueden observar los labios que llaman a no hacer daño a nadie”.
Fueron muchos los que quisieron estar presentes en este bonito acto de entrega, que comenzó con la interpretación de la danza de La Paz y la interpretación del barítono Víctor Bukharev, el cual interpretó una excelente versión del pasodoble “¡Viva España!”. El acto culminó con la actuación de los músicos Nataliya Khomyak al piano, y Francisco Garres al clarinete. Ambos son profesores del Conservatorio Profesional Maestro Casanovas, y que tocaron las piezas “Historia de un amor”, “Contigo en la distancia”, “Come primavera”. “Nella Fantasia”, así como una variación de la conocida pieza “Oboes de Gabriel” de Ennio Morricone.
Gregory Pototsky es heredero de la tradición figurativa rusa, y ha instalado más de un centenar de monumentos en distintos países, teniendo un vínculo muy estrecho con México, donde el autor ha donado varias de sus obras, entre las que se encuentran la escultura dedicada a la canción “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, el monumento al antropólogo y lingüista Yuri Knorosov, o el busto de bronce como homenaje al escritor mexicano Octavio Paz, en el marco del Centenario de su nacimiento. También cuenta con la obra “Cruz Parlante” y su “Árbol de la bondad”, como la recibida por la ciudad salinera, este pasado fin de semana.
Pototsky es el fundador de la “Academia Internacional de la Bondad”, que ya se encuentra en nuestra ciudad con el nombre de “Academia Internacional de Solidarismo”, una asociación filantrópica que busca contribuir al entendimiento de las culturas. Para la Academia Internacional del Solidarismo la primera tarea que todos los niños deben de aprender y gestionar es el sentimiento de solidaridad desde una edad temprana. Las personas no nacen solidarias, sino que aprenden a serlo, por ese motivo, tanto las escuelas como las instituciones deberían de ayudar a desarrollar este sentimiento en el día a día de cada persona, ya que, haciéndolo desde que son pequeños, cuando lleguen a la edad adulta, serán personas con un fuerte sentimiento de solidaridad. Según el escultor, solo la iglesia dedica tiempo a hacer fuerte el ser solidario, aunque esté estrechamente relacionado con ser solidario con Dios en primer lugar, y con el prójimo después.
La segunda tarea que tiene la Academia, es establecer en todo el mundo el monumento que simboliza la bondad a través del “Diente de león” como un punto de referencia, en todas las ciudades del mundo, que inspire a la sociedad a ser solidaria a través de la energía que desprende la escultura y el lugar en el que se encuentre.