Entrevista a Mª Teresa Sáez Gómez, Mujer 2020: “Si tienes ilusión, no hay dificultad”

Con tan solo 15 años, Mª Teresa Sáez Gómez empezó a trabajar en el cocedero-marisquería “El Rojo” que regentaban sus suegros y continuó con el negocio tras la muerte de su marido. A sus 70 años, tras una vida dedicada a la hostelería, ha sido distinguida con el Premio ‘Mujer 2020’. Mª Teresa tiene dos hijas y seis nietos. Es solista en la Masa Coral ‘José Hódar’ y perteneció al coro ‘Cecilio Gallego’ de la Asociación Amas de Casa. También dirigió la murga ‘Arcoíris’ y formó parte de la murga de José María ‘El Mortero’.

Vista Alegre: ¿Cómo recibiste tu nombramiento como ‘Mujer 2020’?
Mª Teresa Sáez: Todavía no me lo creo. Estoy muy feliz, no tiene precio. Lloré porque no me lo esperaba y aún me emociono. Fue una sorpresa tan grande cuando me llamó el alcalde para decírmelo. Cuando mi familia se enteró me hinchó a besos. Soy una persona que lo hago todo con tanta ilusión y cariño, sin esfuerzo, que no me creo que me merezca nada. Estoy acostumbrada a dar, soy así.
V.A.- ¿Cómo fueron tus inicios en el negocio?
M.T.S.- Tenía 15 años cuando empecé a trabajar en el bar de mis suegros. Fue por amor porque si volviera a nacer no sé si lo volvería a hacer. Me casé en el año 1970 y me hice cargo del negocio cuando mi marido murió. Mientras estuvo enfermo alquilé el negocio para poder cuidarle. Mi hija se casó más tarde y reabrió el negocio familiar. Yo ahora estoy más desvinculada, pero quisiera tener menos años para poder seguir. Si mi hija se va de vacaciones o libra algún día me quedo yo en el bar; no me importa porque me sigue gustando como el primer día y con la misma ilusión. Me gusta mucho mi negocio y tratar con la gente, tengo una clientela espectacular. Al final es como una familia.
V.A.- ¿Te has encontrado alguna dificultad en tu trabajo por ser mujer?
M.T.S.- No, porque soy una persona que no le he echado mucha sal a las cosas. Nunca me ha pasado nada, pero, ahora, no sé si es porque tengo 70 años, pero si me tengo que enfrentar a una situación así lo haría. Como mujer, si me tengo que defender, aún me defiendo más.
V.A.- ¿Cómo ves que tu hija lleve ahora el negocio?
M.T.S.- Mi hija lo lleva con la misma ilusión que yo y le encanta. Las paellas ya le salen mejor que a mí. Yo le digo que lo deje y disfrute más de sus hijos, pero ella lo lleva muy bien y quiere seguir. Me da mucho gusto porque si en el día de mañana mis nietos quieren seguir en el negocio familiar, sería un orgullo para mí.
V.A.- ¿Te ha costado compaginar la vida laboral con la familiar?
M.T.S.- Pues sí. La verdad es que estás toda la vida trabajando y disfrutas más a los nietos que a los hijos. A mi hija le pasa lo mismo, muchas veces me dice que no disfruta de sus hijos, como me pasaba a mí. Cuando empezaba el verano me llevaba a mis hijas una vez al mes a la feria, se montaban en lo que querían y les compraba lo que me pedían. No han pasado escasez porque por algún lado tenía que compensarlas. Muchas veces pienso que las tengo malcriadas porque no he sabido ser madre, pero el hecho es que no he podido estar más con ellas por el trabajo. Para tener lo que hoy tengo hay que luchar mucho.
V.A.- ¿Qué consejo darías a las mujeres que quieren emprender su negocio?
M.T.S.- Pues que lo hagan, porque si tienes ilusión, no hay dificultad. Si no hay suficiente dinero, poco a poco irá saliendo. Es recompensable porque cumplen su deseo y son dueñas de ellas mismas. Hoy en día las mujeres tenemos redaños para todo.