‘Porque nos gusta enseñar’ es el lema del CEIP Romualdo Ballester, el séptimo colegio más antiguo de Torrevieja, que se ubica en la urbanización Los Altos. El centro escolar, que ha cumplido su 25 aniversario, se inauguró el 15 de marzo de 1995 con Pepe Boj Quesada como director. Los inicios nunca son fáciles, pero el equipo directivo de la época puso todo su empeño y esfuerzo para su normal funcionamiento. Ascensio Chazarra, Emilio Martínez, Mari Paz Hernández y Miguel Pernia son los directores que han ido pasando por la dirección del colegio en estos 25 años, destacando cada uno de ellos por su trabajo en un campo concreto. Cristina Andreu lleva cinco cursos como directora del colegio y su proyecto cuenta con iniciativas como las tertulias literarias, la Semana del Libro y el Día del Deporte, sin olvidar las actividades que son seña de identidad del centro, como el Carnaval y los festivales de fin de curso y navideño.
Dicen que los inicios nunca son fáciles. El primer equipo directivo del CEIP Romualdo Ballester, encabezado por Pepe Boj Quesada, lo sabe de buena tinta. “Los primeros años fueron muy complicados. Abrir un colegio de la nada, sin tener una herencia, sin tener nada anteriormente, fue complicado”, explica Cristina Andreu, actual directora y docente del CEIP Romualdo Ballester desde hace 17 años. “También hubo que tomar decisiones de reformar bien el colegio porque estaba terminado, pero tenía ciertas dificultades. No tenía cocina, tampoco teléfono porque la acometida de los cables estaba mal hecha, y en el patio había gravilla en lugar de asfalto”, indica. “El primer director tuvo que luchar contra todos esos inconvenientes. Me parece que abrir el colegio, según he leído en las actas de mando, no fue tarea fácil”, añade.
El siguiente director fue Ascensio Chazarra, que siguió luchando para tener un colegio en condiciones. Después llegó Emilio Martínez, quien impulsó la informatización del centro, incluso antes de ser director. “Él fue quien pidió ordenadores, nos enganchó a la red y resolvió los problemas con Internet”, puntualiza. Luego vino Mari Paz Hernández, mujer de Emilio, que estuvo al frente del colegio un año antes de que el matrimonio se marchara a vivir fuera. Le sucedió en el cargo Miguel Pernia, que se encargó de sacar adelante las actividades y la nueva biblioteca. Actualmente y desde el curso 2015/2016, Cristina Andreu encabeza la dirección del colegio. Años antes fue secretaria bajo la dirección de Miguel Pernia.
Un principio con mucho esfuerzo
El comienzo tampoco resultó sencillo para los alumnos, ya que éstos se incorporaron en pleno mes de marzo, a mitad del curso escolar. Éstos venían del colegio Salvador Ruso. Así lo cuenta Ana María Vallejos, maestra de Primaria en el CEIP Romualdo Ballester desde su apertura. Además, esta docente ha formado parte de casi todos los equipos directivos. Ana María, que anteriormente trabajaba en un colegio de Elche, no dudó en trasladarse hasta este centro -que iba a empezar a dar sus primeros pasos- cuando le ofrecieron la posibilidad.
Los docentes empezaron mucho antes que los alumnos y tuvieron que abordar diferentes tareas, como por ejemplo la colocación del mobiliario que llegó desde Conselleria. Además, se tuvo que asfaltar el patio porque era de grava y si el teléfono no funcionaba “había que ir al bar de al lado para llamar”. Pero son inconvenientes “que se solventaron pronto”, explica.
La mayoría de docentes que trabajaron ese primer año no tenían experiencia, ya que acababan de aprobar las oposiciones, al igual que el equipo directivo, pero “lo hicimos lo mejor que pudimos y como mejor sabíamos”, señala Ana María. “Yo sí que había hecho alguna sustitución en secretaría y me podía defender un poquito”, añade. “Lo pusimos en funcionamiento con muchísimo esfuerzo porque los adelantos que hay ahora no existían en aquellos tiempos. Todo había que hacerlo a mano -libros de actas y de escolaridad, expedientes- y solo contábamos con una máquina de escribir en los despachos”, asegura. Ana María reconoce que llevaba un trabajo enorme, ya que incluso la contabilidad se tenía que hacer a mano, algo que ahora se realiza con un programa informático. “Las nuevas tecnologías facilitan mucho el trabajo en ese sentido”, afirmó.
Esta docente, natural de San Miguel de Salinas, confiesa que para ella ha sido “muy gratificante” trabajar estos 25 años en el CEIP Romualdo Ballester. “De hecho, no me he ido a ningún otro sitio pudiéndome haber venido a San Miguel”. Ana María destaca que, dada su larga trayectoria, incluso ha dado clases a hijos de antiguos alumnos. “Veinticinco son muchos años”, asegura.
Ana María recuerda con cariño a todos los directores del centro escolar, pero especialmente a Ascensio. “Era la alegría del colegio en todos los sentidos. Siempre tenía una sonrisa para todo el mundo. Sabía llevar muy bien al personal que trabajaba allí. Llegabas al colegio y lo mismo estaba cantando una habanera”, asegura..
Proyecto innovador
1.- Escuela matinal. Aula de madrugadores que da servicio desde las 7:30 h.
2.- Tertulias literarias.
3.- Programa de mediación.
4.- ‘Romualdo, un cole solidario’. Una jornada de donación de sangre prevista el próximo martes 31 de marzo y que se celebra por segundo año. El día de la transfusión los docentes se ponen unas camisetas con el lema y explican a los alumnos lo importante que es donar sangre. La idea es que se convierta en una seña de identidad.
5.- Equipos de intervención para casos de acoso escolar.
6.- Semana del Libro. Los alumnos desde Infantil hasta 2° o 3° de Primaria leen un cuento que luego es representado por una compañía de teatro, una vez se ha hecho en la tertulia. Los alumnos desde 3° a 6° de Primaria realizan talleres sobre una obra leída.
7.- Día del Deporte en colaboración con la Fundación Trinidad Alfonso.
8.- Actividades de temática variada organizadas por el Departamento de Convivencia e Igualdad.
Cristina comenta que el Carnaval y la Semana Cultural son “señas de identidad” del colegio, ya que se realizan desde hace 25 años. Antiguamente cada alumno se disfrazaba como quería. Ahora el claustro elige un tema y cada nivel confecciona un disfraz. Por otro lado, los festivales de fin de curso y de Navidad son eventos que se mantienen con el paso de los años.