Torrevieja cuenta con más de 120 colonias de gatos registradas que viven en la calle. En esta época de obligado confinamiento por el Estado de Alarma decretado por el Gobierno de España los gatos ferales también tienen que comer y las voluntarias continúan con su labor con todas las garantías, ya que la actividad, que es totalmente altruista, está amparada por el Real Decreto del Gobierno central.
Las alimentadoras siguen estas semanas realizando sus tareas de limpieza de la zona y de aprovisionamiento de agua y pienso seco, siempre guardando las medidas de higiene que el colectivo ya practica desde hace años, según comenta Ana Llopis, coordinadora del Proyecto CES de Torrevieja. Además, subraya que no ha habido ningún problema si las autoridades les han requerido la documentación.
Por su parte, la Concejalía de Protección Animal del Ayuntamiento de Torrevieja, que dirige Concha Sala, ha expedido más de medio centenar de certificados para cumplir con las normas del Real Decreto que establece el Estado de Alarma y que las alimentadoras puedan salir a la calle para dar de comer a los gatos de las colonias.
La edil Concha Sala explica que las alimentadoras están tomando medidas de higiene, que cumplen durante todo el año, pero que ahora se han intensificado. “Llevan ropa, guantes y mascarillas. Son las propias alimentadoras las que se han hecho cargo de comprar sus propios utensilios, que son desechables, porque todo lo que utilizan no puede volver a su casa para evitar contagios”, indica. Además, al llegar a casa meten la ropa en bolsas y luego la lavan a grados elevados. También desinfectan las suelas del calzado. La edil remarca que las voluntarias “ya tomaban estas medidas de higiene antes porque los animales pueden haber contraído una enfermedad y hay que protegerse”. “Tienen mucha costumbre de utilizarlas habitualmente”, añade.
Sala también señala que se les ha informado de que tienen que espaciar las salidas lo máximo posible, por lo que no es necesario que salgan a diario, y además que sea en un horario de menor afluencia de personas en la calle, “tanto por el resto de la gente como por la preservación de su higiene”.