Jesús Rogel: “Me ha pillado dos veces la cuarentena”
Jesús Rogel, de 40 años, es deportista de vela del Real Club Náutico Torrevieja y miembro del equipo olímpico español de vela. Rogel sigue a diario desde casa las rutinas de trabajo de la federación. La mañana comienza con una sesión de físico conjunta guiada por el preparador físico. Algunos días dan clases por videoconferencia de reglamento y otros días aprenden meteorología. Por las tardes practican mindfulness y salidas en vela como si estuvieran compitiendo en una regata. “Recreamos momentos puntuales de la regata para no perder el feeling con el barco”, señala. La jornada termina con otra sesión de físico, cada uno por separado, alternando cada día ejercicios de cardio y de pesas. “En casa tengo un pequeño gimnasio y puedo ir haciendo el entrenamiento normal”, asegura.
Rogel confiesa haber vivido una odisea, ya que “me ha pillado dos veces la cuarentena”. El deportista se desplazó en febrero a Italia para conocer el campo de regatas para competir en la Copa del Mundo de Génova, donde se daban las plazas para los Juegos Olímpicos. Tras saltar la alarma del COVID-19 en Italia, la federación les mandó a casa y días después volaron a Palma de Mallorca para preparar el Premio Princesa Sofía. Poco después se anunció la cancelación de ambas competiciones. Afortunadamente, pudieron volver a casa antes del cierre de aeropuertos en España. “Ahora mismo hemos reestructurado el calendario de regatas, todavía sin saber muy bien qué se puede hacer”, indica. De momento hay fijadas dos regatas en Alemania y Atenas para septiembre y octubre, aunque insiste que “todo está en el aire”. “La idea es mantener el ritmo de ejercicio para que cuando nos dejen salir empecemos con los entrenamientos para preparar el Campeonato de España”, que podría ser a finales de verano. También están a la espera de que fijen la regata clasificatoria para los JJOO.
Polina Berezina: “Hacemos un trabajo más corporal”
La gimnasta Polina Berezina, de 22 años, pertenece al Club Gimnasia Rítmica Torrevieja y antes del confinamiento estaba concentrada en Valencia con el equipo nacional. Polina confiesa que al principio le resultó difícil porque no disponía de los medios necesarios para seguir los entrenamientos a pleno rendimiento. Además, para para practicar los aparatos se necesita de mucho espacio. “He tenido que buscar soluciones y adaptarme. Utilizo un garaje para hacer carreras y una salita de la casa para hacer aparato, aunque me toca ponerme de rodillas porque si levanto la mano toco el techo”, comenta. Desde hace unas semanas cuenta con un tapiz de 4×3 metros que le regaló su entrenadora de Valencia y el Club Mabel. “Me ha dado ese empujón para poder seguir trabajando el corporal, lo que son los giros, equilibrios y algunos saltos”, asegura. Polina dice que lo único que realmente le falta es espacio para hacer grandes lanzamientos, aunque eso no le impide mantenerse bien en forma. Polina entrena siete horas diarias de lunes sábado, manteniendo el mismo ritmo que en su vida normal. Cada semana sigue el planning de la entrenadora, que consiste en ballet y calentamiento específico por la mañana y preparación física y aparato por la tarde, por ejemplo. “Estamos aprovechando para trabajar lo que nos falta en el día a día, un trabajo más corporal”, señala.
La gimnasta estaba preparando con la selección española su participación en cuatro Copas del Mundo en abril, donde se jugaban tres plazas olímpicas, y en el Europeo de mayo para lograr el último billete olímpico. Las competiciones se han aplazado sine die. “Entrenamos para no perder el físico, sobre todo, y estamos a la espera de noticias para ver cómo organizarnos porque no se puede estar al cien por cien todo el año. Creo que esto es más pretemporada que temporada”, finaliza.
Nicola Kuhn: “Estamos entrenando al cien por cien”
A sus 20 años Nicola Kuhn, del Club de Tenis Torrevieja, es tenista profesional. Actualmente entrena en el Club de Tenis Montemar de Alicante con un técnico y un preparador físico. El confinamiento le ha pillado con ambos en su casa de Torrevieja. Nicola hace diariamente unas seis o siete horas de entrenamiento físico. En la azotea practica técnica para no perder el sentido de la bola, pero está más centrado en el físico. “Antes del confinamiento pude comprar material para hacer ejercicios de pesas, planchas, abdominales, sentadillas, para subir la masa muscular, que es lo que me faltaba un poco y ahora que tenemos tiempo le ponemos mucho empeño en coger fuerza”, declara. También sube y baja escaleras –siete pisos- para no perder piernas. Nicola además está dedicando tiempo a terminar los estudios obligatorios. En su tiempo libre lee libros, ve series y cocina.
El tenista iba a viajar a Miami para hacer un curso de tres días para los jugadores Top 200 del mundo. Después tenía previsto jugar en Francia en el Torneo Challenguer antes del inicio de la temporada de tierra batida, el Master 1000 de Madrid y el ATP 500 de Barcelona. Ahora está preparando la temporada de tierra batida para el verano. “Estamos entrenando al cien por cien para mejorar lo máximo posible”, señala, al tiempo que reconoce que como deportistas “nos ha venido muy bien este parón porque tengo tiempo de organizar todo con mi equipo, que es nuevo, y de poder mejorar las cosas que no he podido durante estos años porque, básicamente, cada semana tienes un torneo y no tienes tiempo para pulir y entrenar”. Este parón, asegura, le da mucho aire para mejorar aspectos tanto físicamente como deportivamente. En cinco semanas, el tenista ha subido 6,5 kilos de músculo. “Es una barbaridad; durante el año es imposible”, sostiene.
L.M. Corchete: “He bajado al 60% los entrenamientos”
El marchador Luis Manuel Corchete, de 35 años, pertenece al Club de Atletismo Torrevieja. El atleta confiesa que el confinamiento no está siendo tan duro porque es muy similar a las concentraciones que realiza en Sierra Nevada o en Francia. Corchete dice que ha intentado establecer sus rutinas normales, ya que en casa tiene una cinta de correr. Su día a día consiste en realizar ejercicios de fortalecimiento y acondicionamiento físico, que combina con interval y tirada larga similar a un entrenamiento de montaña. “Pongo al máximo la cinta de correr, con un 15% de inclinación, y entreno dos o tres horas”, explica. “Es muy duro porque entrenar dos o tres horas en una cinta cuesta porque estás todo el rato en el mismo sitio, pero dentro de lo que cabe me he podido apañar”, declara. Corchete realiza nueve sesiones a la semana. Cuatro días entrena de mañana y tarde. No descansa ni los domingos, que es su día libre. “Para mí el descanso son 10 o 12 kilómetros”, confiesa. “Es que no puedo parar. Si es cierto que he bajado al 60% los entrenamientos”, precisa. En total realiza 24 km diarios, que se traducen en 140 km semanales.
La semana antes del cierre se canceló el Campeonato de España de 20 km y Absoluto, además de la Copa del Mundo de Marcha, donde se jugaban las plazas para los JJOO. “Todo se ha ido todo al traste, pero estoy intentando perder lo menos posible”, señala. “En parte me ha venido bien para recuperarme porque antes del Campeonato de España de Torrevieja tuve una rotura en el isquio y estuve siete semanas fastidiado”, añade. “He aprovechado para bajar la intensidad y seguir ejercitándome para que cuando vuelva me cueste menos”, subraya. Además, lleva una alimentación estricta para no ganar peso. “Soy muy meticuloso y lo llevo a rajatabla”, admite.