Sergio Boj Bri

Ataque planificado

Poco antes del amanecer, las tropas liberales al mando del capitán José Ximénez que habían acampado en la playa del Salaret, actual playa de Los Locos, se formaron e iniciaron su marcha en dirección a la población de Torrevieja.

A poca distancia de allí, yo pienso que cuando apenas habrían sobrepasado lo que hoy conocemos como la cala del Palangre, se tropezaron con una partida de absolutistas, de los cuales había dos a caballo. Reconocidos por el sargento Miguel Bordonado, los facciosos gritaron alabanzas a favor de Fernando VII, por lo que fueron repelidos a tiros causando numerosos heridos que tuvieron que abandonar a toda prisa el terreno. 

En el momento de este primer incidente se decide formar a toda la tropa en batalla y estar prevenidos ante cualquier ataque. Si se habían tropezado con un grupo de absolutistas ello significaba que en la zona podría haber muchos más, o que los mismos que hubieran emprendido la huida regresasen con nuevos refuerzos. Y así fue. Llegando a la población de Torrevieja, salió al paso un grupo de infantería que fue igualmente dispersado a tiros sin encontrar mucha resistencia. 

Tras avanzar en dirección a Torrevieja desde la playa del Salaret, las tropas liberales decidieron dividirse en dos flancos con la finalidad de cercar la población y evitar ataques sorpresas. Por un lado, un contingente al mando del teniente Mariano Pastor se dirigió hacia el norte, con la intención de tomar los molinos, que se establecían en la parte más elevada del municipio, y la Torre Vieja, donde permanecían fortificados los enemigos. 

Mientras tanto, otro destacamento al mando del capitán José Rodríguez, lo haría por el sur, bordeando la costa hasta punta Cornuda, el inicio de la zona portuaria, que era el objetivo principal de dicha incursión. Pero cabe preguntarnos el por qué de esta acción militar en una población de pescadores y salineros tan pequeña como Torrevieja en aquellos momentos, y parte de la respuesta la encontraríamos en su puerto.