Numeroso público se congregó en el Templo Arciprestal de la Inmaculada con motivo del estreno de la obra «Cristo Salinero en el Calvario», con letra de Eduardo Aranda Hortelano y música de Adrián Hurtado, concebida como homenaje a todos los cofrades y dedicada de manera especial a la hermandad del Cristo Crucificado.
La obra, escrita por Eduardo Aranda, está concebida como una meditación sonora sobre el dolor redentor y la fe popular, evoca a través de su música los últimos y agónicos instantes de Jesucristo en la cruz. Con un profundo simbolismo espiritual, la partitura busca sumergir al oyente en un viaje emocional que transita desde el dramatismo del Calvario hasta la esperanza luminosa de la Resurrección.
La composición adopta la estructura clásica de la marcha procesional, con introducción, sección central y trío final, respetando la tradición ritual de la Semana Santa. La instrumentación, que remite a las históricas formaciones de música de capilla, presenta una combinación de flauta, clarinetes, violonchelo, órgano y la voz del tenor solista.
En el acto participó un grupo de cámara de la Joven Orquesta Sinfónica, bajo la dirección de Adrián Hurtado, formado por Daniel Gómez González (tenor solista), Simon Kurochkin (órgano), Gabriela Trzciska (flauta), Paula Alegre Acedo (clarinete), Yefim Kurochkin (clarinete) y Sarah Sánchez Salinas (violonchelo).
Los músicos, el tenor solista, el director y el letrista recibieron un cuadro realizado por el artista local Víctor García en agradecimiento a su trabajo.
Entre el público se encontraba la presidenta de la Cofradía de Cristo Crucificado, Begoña Gálvez, así como numerosos cofrades, presidentes y hermanos mayores de otras cofradías, la presidenta de Ars Aetheria, Mamen Mateo, y el vicepresidente, Francisco Garres.
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